Por Nicolás Iriarte
06 Mayo 2013
MUY ACTIVO. Bustamante trata de deslindarse de la marca de Scifo durante el primer tiempo, momento en que se vio lo mejor del cordobés en la cancha: un gol y varias jugadas de peligro.
Al parecer, la imagen de Jerónimo Rulli, el joven arquero de Estudiantes (LP) rechazando con su rostro la oportunidad del 1 a 1 parcial de Atlético en la Copa contra Estudiantes, abandonó la cabeza de Gonzalo Bustamante. El recuerdo fue escoltado hasta la puerta junto con la de hace dos sábados en cancha de Banfield, otra chance de gol con menos oposición aún. El cabezazo de ayer les mostró la salida en una semana en la que el enganche hizo el gol más difícil y erró los más fáciles.
"Creo que en mi carrera había hecho un sólo gol de cabeza y fue de rebote. Encima este salió lindo y las oportunidades que tuve contra Estudiantes y Banfield habían sido con los pies", dijo Bustamante que, si bien necesitaba esta especie de revancha, entendió antes del gol que son situaciones normales. "El fútbol tiene estas cosas, trato de no bajonearme", agrega.
Ayer, con su gol, el cordobés pudo convertirse nuevamente en alguien desequilibrante para el equipo. Aún por la izquierda, donde le manifestó abiertamente a Ricardo Rodríguez no sentirse cómodo. Es que del enganche que comenzó enlazando los tres hombres del medio con los dos de arriba al comienzo del torneo, en Atlético sólo quedó el dorsal 10. Al resto se lo comió el sistema más utilizado por el DT en la temporada: el 4-4-2.
"No quería jugar más ahí, pero quiero jugar. Cuando el técnico te lo pide hay que meterle para adelante. No estamos en una situación como para darnos el lujo de no querer jugar o no hacer las cosas de la mejor manera", confiesa.
Ayer, su desgaste fue tanto ofensivo como defensivo. Además de participar en casi todas las jugadas del ataque, a Bustamante se lo vio correr hasta en los minutos finales, cuando el cuerpo pedía en un respiro, algo que no acostumbra hacer si juega de enlace. "Tengo muy buena relación con el cuerpo técnico. Y a pesar de que me fastidio, en las malas tenés que jugar donde te toque", aseguró quien fue pupilo de "RR" en Defensa y Justicia, y fue pedido exclusivamente por el entrenador para Atlético.
"Creo que en mi carrera había hecho un sólo gol de cabeza y fue de rebote. Encima este salió lindo y las oportunidades que tuve contra Estudiantes y Banfield habían sido con los pies", dijo Bustamante que, si bien necesitaba esta especie de revancha, entendió antes del gol que son situaciones normales. "El fútbol tiene estas cosas, trato de no bajonearme", agrega.
Ayer, con su gol, el cordobés pudo convertirse nuevamente en alguien desequilibrante para el equipo. Aún por la izquierda, donde le manifestó abiertamente a Ricardo Rodríguez no sentirse cómodo. Es que del enganche que comenzó enlazando los tres hombres del medio con los dos de arriba al comienzo del torneo, en Atlético sólo quedó el dorsal 10. Al resto se lo comió el sistema más utilizado por el DT en la temporada: el 4-4-2.
"No quería jugar más ahí, pero quiero jugar. Cuando el técnico te lo pide hay que meterle para adelante. No estamos en una situación como para darnos el lujo de no querer jugar o no hacer las cosas de la mejor manera", confiesa.
Ayer, su desgaste fue tanto ofensivo como defensivo. Además de participar en casi todas las jugadas del ataque, a Bustamante se lo vio correr hasta en los minutos finales, cuando el cuerpo pedía en un respiro, algo que no acostumbra hacer si juega de enlace. "Tengo muy buena relación con el cuerpo técnico. Y a pesar de que me fastidio, en las malas tenés que jugar donde te toque", aseguró quien fue pupilo de "RR" en Defensa y Justicia, y fue pedido exclusivamente por el entrenador para Atlético.