03 Mayo 2013
LA PAZ.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió su decisión de expulsar del país a la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), luego de que el gobierno de Barack Obama anunciara que "se reserva" la posibilidad de tomar alguna medida en reacción. El mandatario resaltó que la expulsión fue realizada "con mucho orgullo" por "la dignidad de los bolivianos" y relativizó las amenazas desde el Departamento de Estado. "No hay por qué tener miedo al imperialismo norteamericano", sostuvo.
Morales habló en un acto por el séptimo aniversario de la nacionalización de los hidrocarburos que decretó en 2006. Replicó al portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Patrick Ventrell, quien lamentó la expulsión de la Usaid y no descartó que su país pueda tomar alguna medida, al señalar que el Gobierno de Barack Obama "se reserva" esa posibilidad. El líder boliviano decidió expulsar a la cooperación estadounidense alegando una supuesta "intromisión política" y acusándola de conspirar contra su Gobierno y manipular a dirigentes sindicales.
Ventrell rechazó las acusaciones y aseguró que los programas de la Usaid, implementados desde 1964 y centrados en su mayoría en las áreas de educación, medioambiente y salud, "ayudaban a mejorar las vidas de bolivianos de a pie", por lo que "los más heridos por la decisión serán los bolivianos".
"Estamos decepcionados" con la decisión de Bolivia, agregó el asesor jefe para Latinoamérica de Obama, Ricardo Zúñiga, quien destacó la "larga y positiva historia" de Usaid en Bolivia.
La medida aumenta la tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Bolivia, debilitadas desde que Morales expulsó en 2008 a la agencia antidrogas estadounidense (DEA) y al entonces embajador de Washington, Philip Goldberg, a quien acusó de conspirar. El gobierno boliviano dijo varias veces que las ONG financiadas por la Usaid son "espías" de EEUU y las acusó de intentar frenar proyectos viales y de explotación de recursos naturales, usando a los pueblos indígenas. (Télam)
Morales habló en un acto por el séptimo aniversario de la nacionalización de los hidrocarburos que decretó en 2006. Replicó al portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Patrick Ventrell, quien lamentó la expulsión de la Usaid y no descartó que su país pueda tomar alguna medida, al señalar que el Gobierno de Barack Obama "se reserva" esa posibilidad. El líder boliviano decidió expulsar a la cooperación estadounidense alegando una supuesta "intromisión política" y acusándola de conspirar contra su Gobierno y manipular a dirigentes sindicales.
Ventrell rechazó las acusaciones y aseguró que los programas de la Usaid, implementados desde 1964 y centrados en su mayoría en las áreas de educación, medioambiente y salud, "ayudaban a mejorar las vidas de bolivianos de a pie", por lo que "los más heridos por la decisión serán los bolivianos".
"Estamos decepcionados" con la decisión de Bolivia, agregó el asesor jefe para Latinoamérica de Obama, Ricardo Zúñiga, quien destacó la "larga y positiva historia" de Usaid en Bolivia.
La medida aumenta la tensión en las relaciones entre Estados Unidos y Bolivia, debilitadas desde que Morales expulsó en 2008 a la agencia antidrogas estadounidense (DEA) y al entonces embajador de Washington, Philip Goldberg, a quien acusó de conspirar. El gobierno boliviano dijo varias veces que las ONG financiadas por la Usaid son "espías" de EEUU y las acusó de intentar frenar proyectos viales y de explotación de recursos naturales, usando a los pueblos indígenas. (Télam)
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