03 Mayo 2013
AIRES ÉTNICOS.
Sillón naranja y lámpara verde con azul ($4.112 y $1.800, Alexander) LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARAOZ
Quizás sea una excusa para reciclar un espacio desaprovechado o para renovar algún sillón cómodo en el que den ganas de sentarse a leer durante horas. Pensá que este rincón puede tener identidad propia. Si en tu casa priman los neutros, entonces, este pequeño espacio puede desbordar de color.
En cuestión de géneros las variedades de estampas son increíbles. Desde las clásicas flores y rayas hasta los patchworks, aves y paraguas. Un tapizado nuevo y un par de almohadones pueden cambiarle el look a un sillón viejo.
Además de lo confortable que debe ser el lugar para sentarse, la luz tiene que ser muy buena. Quizás ese sea el detalle que llame la atención: una buena lámpara. Las pantallas tipo nido dan un toque bien cálido. Vienen en ratán o de aluminio. Son vistosas y dan una luz general. Si preferís que sea más direccionada podés optar por una lámpara de escritorio que vaya encima de una mesa de apoyo.
Para que no queden dudas, a tu rincón le podés incorporar detalles que hagan referencia a la lectura: un portarretratos con marco hecho de recortes de diarios o un revistero de pared. También puede ser una manta para las tardes de invierno, así no tenés que abandonar el libro para ir a abrigarte.
En lugar de un sillón podés optar una buena silla. La BKF es un clásico argentino de los años 30 que no perdió vigencia y es súper cómoda. La podés encontrar en distintos tamaños y colores.
En cuestión de géneros las variedades de estampas son increíbles. Desde las clásicas flores y rayas hasta los patchworks, aves y paraguas. Un tapizado nuevo y un par de almohadones pueden cambiarle el look a un sillón viejo.
Además de lo confortable que debe ser el lugar para sentarse, la luz tiene que ser muy buena. Quizás ese sea el detalle que llame la atención: una buena lámpara. Las pantallas tipo nido dan un toque bien cálido. Vienen en ratán o de aluminio. Son vistosas y dan una luz general. Si preferís que sea más direccionada podés optar por una lámpara de escritorio que vaya encima de una mesa de apoyo.
Para que no queden dudas, a tu rincón le podés incorporar detalles que hagan referencia a la lectura: un portarretratos con marco hecho de recortes de diarios o un revistero de pared. También puede ser una manta para las tardes de invierno, así no tenés que abandonar el libro para ir a abrigarte.
En lugar de un sillón podés optar una buena silla. La BKF es un clásico argentino de los años 30 que no perdió vigencia y es súper cómoda. La podés encontrar en distintos tamaños y colores.
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