01 Mayo 2013
MODERNO. El Padre Beto es conocido por su costumbre de no usar sotana y por su estilo joven. CAPTURA DE VIDEO
SAN PABLO, Brasil.- La Iglesia Católica excomulgó a un sacerdote brasileño que defendió la homosexualidad, el matrimonio igualitario y otras prácticas que contravienen las enseñanzas católicas en videos subidos a internet.
La diócesis del párroco dijo que Roberto Francisco Daniel, conocido como Padre Beto, había "traicionado la promesa de fidelidad a la Iglesia en nombre de la 'libertad de expresión'".
El cura "hirió a la Iglesia con las graves declaraciones contrarias al dogma de la fe y la moral católica", dijo la Iglesia en un comunicado divulgado en la noche del lunes. Las acciones son consideradas "herejía y cisma", añadió, castigadas con la excomunión o expulsión de la Iglesia Católica.
El inusual castigo ocurrió después de lo que el obispo de Daniel y el mismo cura calificaron como reiteradas reprimendas sobre los videos y otras actividades públicas, como una emisión radial y una columna en un periódico local en las que desafiaba la doctrina católica.
El sacerdote, de 47 años, que estudió teología en Alemania, es popular en Baurú, una ciudad del interior del estado de Sao Paulo donde ha ejercido desde el 2001. Es conocido por sus camisetas de rock, un aro plateado en su oreja derecha y su hábito de posar, como en su página oficial de Facebook, con una cerveza en la mano. También tiene una página oficial, en la que sube artículos de opinión y sus homilías.
Daniel colgó en Facebook y Twitter un breve comunicado sobre la excomunión: "Me siento honrado de pertenecer a la larga lista de personas que han sido asesinadas y quemadas vivas por pensar y buscar el conocimiento".
Su expulsión de la Iglesia ha generado una ola de solidaridad, y se han armado grupos en Facebook para defenderlo y convocatorias para manifestarse frente a la catedral de Bauru, el 4 de este mes.
Una ola reformista
La excomunión de Daniel, que provocó titulares en todo Brasil y protestas en los medios sociales, ilustra la creciente influencia de visiones sociales más moderadas en Brasil, el país con más católicos del mundo, y gran parte de la región.
Posiciones progresistas respecto a la sexualidad, control de la natalidad, investigación científica y otros temas delicados para la Iglesia son cada vez más comunes en América Latina, que alberga al 42% de los católicos del mundo, más que cualquier otra región.
El cambio de visiones se encuentra entre los muchos desafíos que enfrenta el Papa Francisco, un argentino, el primer pontífice latinoamericano.
La excomunión se produce apenas dos meses antes de la visita de Francisco al país para el Jubileo, que se espera atraiga a unos 2 millones de jóvenes católicos a Río de Janeiro.
Aunque Francisco es conocido como un tradicionalista en temas sociales y doctrina eclesiástica, su nombramiento creó esperanzas de que el primer Papa no europeo en 13 siglos haga más que sus predecesores por modernizar el catolicismo.
No obstante, las creencias de Daniel iban demasiado lejos para los líderes de su congregación.
En una entrevista, el Padre Beto dijo que sus declaraciones eran "reflexiones personales que deberían ser consideradas y discutidas en el diálogo con la Iglesia".
La excomunión, dijo, es "el triste acto de una deslucida y descomprometida Iglesia que no está en sintonía con la sociedad de hoy". (Reuters)
La diócesis del párroco dijo que Roberto Francisco Daniel, conocido como Padre Beto, había "traicionado la promesa de fidelidad a la Iglesia en nombre de la 'libertad de expresión'".
El cura "hirió a la Iglesia con las graves declaraciones contrarias al dogma de la fe y la moral católica", dijo la Iglesia en un comunicado divulgado en la noche del lunes. Las acciones son consideradas "herejía y cisma", añadió, castigadas con la excomunión o expulsión de la Iglesia Católica.
El inusual castigo ocurrió después de lo que el obispo de Daniel y el mismo cura calificaron como reiteradas reprimendas sobre los videos y otras actividades públicas, como una emisión radial y una columna en un periódico local en las que desafiaba la doctrina católica.
El sacerdote, de 47 años, que estudió teología en Alemania, es popular en Baurú, una ciudad del interior del estado de Sao Paulo donde ha ejercido desde el 2001. Es conocido por sus camisetas de rock, un aro plateado en su oreja derecha y su hábito de posar, como en su página oficial de Facebook, con una cerveza en la mano. También tiene una página oficial, en la que sube artículos de opinión y sus homilías.
Daniel colgó en Facebook y Twitter un breve comunicado sobre la excomunión: "Me siento honrado de pertenecer a la larga lista de personas que han sido asesinadas y quemadas vivas por pensar y buscar el conocimiento".
Su expulsión de la Iglesia ha generado una ola de solidaridad, y se han armado grupos en Facebook para defenderlo y convocatorias para manifestarse frente a la catedral de Bauru, el 4 de este mes.
Una ola reformista
La excomunión de Daniel, que provocó titulares en todo Brasil y protestas en los medios sociales, ilustra la creciente influencia de visiones sociales más moderadas en Brasil, el país con más católicos del mundo, y gran parte de la región.
Posiciones progresistas respecto a la sexualidad, control de la natalidad, investigación científica y otros temas delicados para la Iglesia son cada vez más comunes en América Latina, que alberga al 42% de los católicos del mundo, más que cualquier otra región.
El cambio de visiones se encuentra entre los muchos desafíos que enfrenta el Papa Francisco, un argentino, el primer pontífice latinoamericano.
La excomunión se produce apenas dos meses antes de la visita de Francisco al país para el Jubileo, que se espera atraiga a unos 2 millones de jóvenes católicos a Río de Janeiro.
Aunque Francisco es conocido como un tradicionalista en temas sociales y doctrina eclesiástica, su nombramiento creó esperanzas de que el primer Papa no europeo en 13 siglos haga más que sus predecesores por modernizar el catolicismo.
No obstante, las creencias de Daniel iban demasiado lejos para los líderes de su congregación.
En una entrevista, el Padre Beto dijo que sus declaraciones eran "reflexiones personales que deberían ser consideradas y discutidas en el diálogo con la Iglesia".
La excomunión, dijo, es "el triste acto de una deslucida y descomprometida Iglesia que no está en sintonía con la sociedad de hoy". (Reuters)
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