30 Abril 2013
RENACER. "Te quita energía guardar un secreto así. Pensé que mi mundo se desplomaría, pero me siento libre", dijo Collins. REUTERS
"Soy un pivot de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay". Con esas palabras, Jason Collins se sacó de encima el mayor peso de su vida en una entrevista a la revista "Sport Illustrated".
En el pasado hubo muchos casos de deportistas que, tras retirarse, confesaron públicamente su homosexualidad. Pero Collins fue más allá, al ser el primer deportista de las ligas profesionales de Estados Unidos en hacerlo todavía en actividad. Su actitud fue aplaudida por estrellas como Martina Navratilova, quien se reveló homosexual en 1981, y Kobe Bryant, que aseguró sentirse orgulloso.
En el deporte, un mundo eminentemente masculino, la homosexualidad surgió tradicionalmente sólo en forma velada a través de rumores de prensa sensacionalista y de declaraciones excluyentes. Carlos Alberto Parreira, ex DT de Brasil, aseguró en 2006 que un jugador homosexual no sería convocado para la selección brasileña. La misma postura adoptó su colega uruguayo, Jorge Fossatti, quien afirmó que un futbolista gay "sería un transgresor entre hombres".
El asunto llegó a convertirse en arma arrojadiza en la lucha de egos entre Diego Maradona y Pelé. El primero utilizó las confesiones del brasileño de haberse iniciado en el sexo con un hombre para desacreditarlo como número uno. "¿Por qué a Pelé, que debutó con un pibe, lo eligen como uno de los mejores deportistas del siglo y a mí porque uso drogas me dejan fuera?", comparó Diego.
Tanta repercusión generó el caso que hasta el mismísimo Barack Obama, presidente de Estados Unidos, llamó por teléfono al basquetbolista para felicitarlo por el paso que dio. Su esposa, Michelle, escribió un tweet: "muy orgullosa de ti, Jason Collins! Es un gran paso para nuestro país". Los Obama apoyan el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Muchas estrellas defendieron públicamente la libertad de la orientación sexual, aunque el italiano Antonio Cassano no fue el caso. "Espero que no haya homosexuales en el equipo. Si los hay, problema de ellos", respondió el delantero al rumor de que había dos homosexuales y un bisexual en la selección italiana. El actual técnico del equipo "azzurro", Cesare Prandelli, escribió el prólogo de "El campeón enamorado", un libro sobre la homosexualidad en el mundo de los deportistas. "La homofobia es racismo. En el fútbol y en el deporte aún existe un tabú sobre la homosexualidad, cuando la gente debería vivir libre de acuerdo a sus propios deseos y sentimientos".
Ayer, Collins rompió con esa "conspiración" y quizás otros sigan sus pasos para que en el futuro el deportista gay no sea noticia por su condición sexual.
En el pasado hubo muchos casos de deportistas que, tras retirarse, confesaron públicamente su homosexualidad. Pero Collins fue más allá, al ser el primer deportista de las ligas profesionales de Estados Unidos en hacerlo todavía en actividad. Su actitud fue aplaudida por estrellas como Martina Navratilova, quien se reveló homosexual en 1981, y Kobe Bryant, que aseguró sentirse orgulloso.
En el deporte, un mundo eminentemente masculino, la homosexualidad surgió tradicionalmente sólo en forma velada a través de rumores de prensa sensacionalista y de declaraciones excluyentes. Carlos Alberto Parreira, ex DT de Brasil, aseguró en 2006 que un jugador homosexual no sería convocado para la selección brasileña. La misma postura adoptó su colega uruguayo, Jorge Fossatti, quien afirmó que un futbolista gay "sería un transgresor entre hombres".
El asunto llegó a convertirse en arma arrojadiza en la lucha de egos entre Diego Maradona y Pelé. El primero utilizó las confesiones del brasileño de haberse iniciado en el sexo con un hombre para desacreditarlo como número uno. "¿Por qué a Pelé, que debutó con un pibe, lo eligen como uno de los mejores deportistas del siglo y a mí porque uso drogas me dejan fuera?", comparó Diego.
Tanta repercusión generó el caso que hasta el mismísimo Barack Obama, presidente de Estados Unidos, llamó por teléfono al basquetbolista para felicitarlo por el paso que dio. Su esposa, Michelle, escribió un tweet: "muy orgullosa de ti, Jason Collins! Es un gran paso para nuestro país". Los Obama apoyan el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Muchas estrellas defendieron públicamente la libertad de la orientación sexual, aunque el italiano Antonio Cassano no fue el caso. "Espero que no haya homosexuales en el equipo. Si los hay, problema de ellos", respondió el delantero al rumor de que había dos homosexuales y un bisexual en la selección italiana. El actual técnico del equipo "azzurro", Cesare Prandelli, escribió el prólogo de "El campeón enamorado", un libro sobre la homosexualidad en el mundo de los deportistas. "La homofobia es racismo. En el fútbol y en el deporte aún existe un tabú sobre la homosexualidad, cuando la gente debería vivir libre de acuerdo a sus propios deseos y sentimientos".
Ayer, Collins rompió con esa "conspiración" y quizás otros sigan sus pasos para que en el futuro el deportista gay no sea noticia por su condición sexual.