El matrimonio igualitario ya está reconocido en 14 países

El matrimonio igualitario ya está reconocido en 14 países

Francia en la última nación en sumarse a la lista, y la tercera que lo hace en este año. La norma aprobada en el Congreso galo aún debe pasar una instancia de control. Advertencia de Putin. Colombia dijo no.

El matrimonio igualitario ya está reconocido en 14 países
28 Abril 2013

PARÍS/MOSCÚ/BOGOTÁ.- Con la reciente aprobación parlamentaria de la ley que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo, Francia se convirtió en el decimocuarto país del mundo en permitir este derecho igualitario y el tercero en sancionarlo sólo en este año, luego de Uruguay y de Nueva Zelanda.

El tema fue fuertemente debatido en las calles francesas, con protestas de quienes se oponen a la norma impulsada por el Gobierno socialista. "La sociedad es incapaz de abordar temas ligados a la sexualidad sin que se despierten pasiones. Este debate hizo avanzar muchísimo los derechos sociales y no tiene nada que ver con la homosexualidad", resaltó la ministra gala de Familia, Dominique Bertinotti.

Prueba de su afirmación fueron las frecuentes manifestaciones a favor y en contra que se sucedieron en los distintos países donde se debatió el tema, incluyendo la experiencia argentina, de la cual se cumplirán pronto tres años de la sanción de la ley (ver Puntos de Vista I y II). También rige en Holanda, Bélgica, Noruega, Alemania, España, Portugal, Sudáfrica, Dinamarca, Suecia e Islandia; y en regiones de Estados Unidos, Brasil y México (ver infografía "Cambios...").

Sin embargo, los debates continúan. En Francia, antes de su entrada en vigor en junio, la ley "casamiento para todos" deberá ser examinada por el Consejo Constitucional, órgano independiente integrado por juristas y ex jefes de Estado, donde la oposición presentará impugnaciones y organiza una gran movilización nacional para el 26 de mayo. A su vez, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció que buscará modificar un acuerdo sobre regulación de adopciones de niños rusos por padres franceses, ya que las uniones homosexuales van en contra de los valores tradicionales rusos.

El miércoles, además, el Congreso de Colombia rechazó por 51 votos contra 17, un proyecto sobre el matrimonio igualitario. El reconocimiento de esa relación quedará ahora en manos de la Justicia y de los escribanos, que vienen admitiéndolos desde hace años, como vínculos contractuales maritales. (Télam-DPA)

PUNTO DE VISTA I

Hecho bisagra en la historia

Gustavo Díaz Fernández - Delegado del Inadi de Tucumán

La aprobación del matrimonio igualitario fue un hecho bisagra en la historia de la lucha por los derechos humanos. Además de habilitar todo lo que después vino, como la Ley de Identidad de Género, fue un hito porque con su aprobación, la Igualdad, tan cobijada en el derecho natural, puso un pie también en el derecho positivo.

La campaña por la aprobación de la ley no fue fácil en el interior del país. Un repaso por esas vertiginosas semanas y los argumentos de quienes querían constituirnos en ciudadanos de segunda, hoy a la distancia, parece un recorrido por un parque temático de la Edad Media. A semanas del tratamiento de la ley, en Tucumán teníamos una gran batalla cultural por delante. Hubo que encontrarle la vuelta, para lo cual las redes sociales fueron muy importantes.

Por un lado, en Facebook constituimos un grupo llamado "Tucumán dice SI!", en el que relatábamos de un modo muy pedagógico qué era lo que estaba pasando. Twitter fue otra herramienta fundamental.

Desde esos espacios empezaron a llegar apoyos, tan necesarios como el hacer visibles nuestras orientaciones afectivosexuales y nuestras identidades de género en los medios de comunicación. Desde la biblioteca popular Crisálida convocamos a la Multisectorial por la Diversidad, a la que se sumaron ONGs, sitios web, agrupaciones políticas partidarias y gremios. Una buena estrategia fue convocar a las Asambleas por la Diversidad, donde nos reuníamos para compartir los avances en las gestiones y las novedades, debatir posibles estrategias y reencontrarnos. Y tuvimos una fuerte presencia en la histórica audiencia pública que realizó el Senado en la provincia.

En la madrugada del 15 de julio de 2010, el Senado decidió aprobar la modificación a la ley de matrimonio, pero aun cuando no lo hubiera hecho, igual habíamos ganado: Tucumán ya no era la misma. Habíamos ganado las calles, tuvimos presencia en los medios, pudimos debatir de igual a igual y nos materializamos en ciudadanos y ciudadanas con ganas de tener todos los derechos.

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› PUNTO DE VISTA II

 En cualquier lugar del mundo

Carolina Frangoulis- Dirigente social

Es tan simple… Raros, diferentes, enfermos, oscuros… cientos de maneras han sido utilizadas sin piedad a lo largo de la historia para llamarnos. Gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, que lo único que reclamamos es igualdad de derechos.

Ocultos y marginados durante décadas, a casi tres años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario en nuestro país, las únicas vidas que han cambiado han sido las nuestras y las de nuestras familias. Frente al pronóstico de quienes nos señalaban con espanto, hoy seguimos yendo al súper, jugando en la plaza, tomando café y pagando nuestros impuestos. La diferencia está en el reconocimiento, en la conquista, en la libertad para elegir, en eso que ellos nos negaban, y que supimos conseguir con la fuerza que da la lucha y la necesidad de saberse igual frente a la mirada del otro.

"¿Cómo te sentís?", fue la pregunta que más veces escuché en la madrugada del 15 de julio del 2010, entre abrazos, lágrimas, risas y un teléfono que no paraba de sonar… Mi respuesta era siempre la misma: "inmensamente feliz, pero, sobre todo, me siento LIBRE". ¿Quién puede negarnos el derecho a la libertad?

En este abril, muy diferente al de entonces, la pregunta es otra: "¿dónde te casarías?" (y no respondo) Pienso que, además de poder casarme en mi país, puedo hacerlo también en otro país de América Latina, y que quizás podría, entre tanta poesía, algún día soñar con París o con Nueva Zelanda. Dentro de las tantas anécdotas que guardo en mi cajita de tesoros hay una que se destaca. Se había convocado a decenas de personajes de la cultura para participar de un spot publicitario. Entre ellos, había un actor que esperaba sentado con el texto aprendido. Se encendió la cámara y empezó a grabar: "yo, estoy a favor del matrimonio igualitario". Casi a punto de escuchar "corte", por fuera del guión miró a la cámara y dijo: "¡es tan simple!".

(Ahora respondo) "No sé dónde me casaría, pero estoy segura de que, dentro de tres abriles más, podría elegir cualquier lugar del mundo!". Libres, felices, iguales, visibles… así de simple.

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