28 Abril 2013
VOCES EN ON. Los alumnos transmiten historias de la comunidad y escuchan propuestas de los oyentes. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
CONCEPCION.- La radio FM Acapianta de la Villa de Medinas nació hace dos años como un proyecto educativo zonal y ahora se transformó en la voz de esa comunidad. Los vecinos transmiten a través de ella sus quejas y reclamos; alumnos de distintas escuelas de la zona hablan sobre hechos históricos y generan debates sobre temas sociales. Además, los médicos del hospital local aprovechan este espacio para enseñarles a los vecinos sobre cómo prevenir enfermedades.
La experiencia es parte del proyecto llamado "Aprender con la radio", del que participan siete escuelas de esta jurisdicción comunal. "Cada una de ellas tiene un día fijo para venir con sus alumnos a exponer temas discutidos previamente", contó el docente Carlos Alberto Figueroa, responsable de la radioemisora que funciona en dependencias del Centro Integrador Comunitario (CIC), ubicado al frente del hospital San José.
Acapianta es una voz quechua que significa "entre dos ríos". Fue el nombre antiguo de la Villa de Medinas. Los impulsores del medio de comunicación fueron dos vecinos que ya desaparecieron: José "Loco" Vera y Cristian Olivera. Sacar al aire la radio no resultó nada fácil para los docentes y alumnos comprometidos con el proyecto. "Se trabajó en la organización de rifas, de espectáculos musicales y en gestiones ante autoridades gubernamentales", contó Figueroa.
La comuna cedió un espacio en el CIC para el emprendimiento y desde la Nación llegaron una consola de sonido y otros aparatos. Con fondos propios, los educadores lograron instalar una moderna antena de transmisión y otras tecnologías vitales y costosas para poder comenzar a trabajar.
"Es la radio de toda la gente de aquí. A través de ella nos enteramos de muchas novedades de interés y que hacen a nuestra calidad de vida. Es de suma necesidad para los pobladores que viven alejados del pueblo. Ellos, a través de la emisora, denuncian a veces la falta de luz, de agua o de arreglos en las calles" contó la joven Melisa Ortiz. "También se pueden escuchar ofertas de dulces o de animales. O sobre el deceso de algún lugareño" agregó.
Los alumnos se incorporaron al proyecto con mucho entusiasmo. Antes de lanzarse a la tarea de comunicadores, se los capacitó en locución, elaboración de guiones y programas. "Se los ve trabajar bastante cada vez que tienen que ir a la radio. Discuten y definen el perfil de lo que van a transmitir. Así aprenden muchas cosas", apuntó Figueroa.
"Al principio llegamos a la radio muy nerviosos. Recuerdo que nuestros padres vinieron a acompañarnos y para sacarnos fotos. A muchos se nos trabó la lengua varias veces. Ahora estamos más cancheros y disfrutamos de lo que hacemos", contó el alumno Gabriel Molina, de la escuela de Yucumanita. (C)
La experiencia es parte del proyecto llamado "Aprender con la radio", del que participan siete escuelas de esta jurisdicción comunal. "Cada una de ellas tiene un día fijo para venir con sus alumnos a exponer temas discutidos previamente", contó el docente Carlos Alberto Figueroa, responsable de la radioemisora que funciona en dependencias del Centro Integrador Comunitario (CIC), ubicado al frente del hospital San José.
Acapianta es una voz quechua que significa "entre dos ríos". Fue el nombre antiguo de la Villa de Medinas. Los impulsores del medio de comunicación fueron dos vecinos que ya desaparecieron: José "Loco" Vera y Cristian Olivera. Sacar al aire la radio no resultó nada fácil para los docentes y alumnos comprometidos con el proyecto. "Se trabajó en la organización de rifas, de espectáculos musicales y en gestiones ante autoridades gubernamentales", contó Figueroa.
La comuna cedió un espacio en el CIC para el emprendimiento y desde la Nación llegaron una consola de sonido y otros aparatos. Con fondos propios, los educadores lograron instalar una moderna antena de transmisión y otras tecnologías vitales y costosas para poder comenzar a trabajar.
"Es la radio de toda la gente de aquí. A través de ella nos enteramos de muchas novedades de interés y que hacen a nuestra calidad de vida. Es de suma necesidad para los pobladores que viven alejados del pueblo. Ellos, a través de la emisora, denuncian a veces la falta de luz, de agua o de arreglos en las calles" contó la joven Melisa Ortiz. "También se pueden escuchar ofertas de dulces o de animales. O sobre el deceso de algún lugareño" agregó.
Los alumnos se incorporaron al proyecto con mucho entusiasmo. Antes de lanzarse a la tarea de comunicadores, se los capacitó en locución, elaboración de guiones y programas. "Se los ve trabajar bastante cada vez que tienen que ir a la radio. Discuten y definen el perfil de lo que van a transmitir. Así aprenden muchas cosas", apuntó Figueroa.
"Al principio llegamos a la radio muy nerviosos. Recuerdo que nuestros padres vinieron a acompañarnos y para sacarnos fotos. A muchos se nos trabó la lengua varias veces. Ahora estamos más cancheros y disfrutamos de lo que hacemos", contó el alumno Gabriel Molina, de la escuela de Yucumanita. (C)
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