Hace aproximadamente un mes, Silvana Castro, Rita Cazorla, Isabel Fontanarrosa, Silvana Gómez Juárez y Luciana Travesi, las cinco Pumas que tiene Tucumán, dieron lo que para ellas fue un pequeño paso, pero para el rugby femenino de la provincia y del país fue un gran salto: se sumaron al Plan de Alto Rendimiento. La integración de las chicas a los entrenamientos de élite era un paso inexorable, considerando que en el pasado reciente se observa la participación de dos de ellas en el Circuito Mundial de Seven, y en el horizonte no tan lejano aparece Brasil 2016.
"Esto es un paso importantísimo para el progreso del rugby femenino al que venimos apuntando desde hace varios años. Hasta no hace mucho, trabajar al nivel del alto rendimiento era solo una fantasía", valoró Castro.
"Acá hacemos un trabajo muy fino y nos exigen al máximo, teniendo en mente que nuestro objetivo mayor son los Juegos Olímpicos", ilustró Cazorla
Desde su integración, las chicas comenzaron a entrenar tres veces por semana en Los Tarcos, donde funciona la sede NOA del Pladar, bajo las órdenes de los entrenadores Ricardo Le Fort y Leonardo Gravano y los preparadores físicos José Banegas y Emannuel Galías. Las cinco tuvieron que darse maña para agregarle tres sesiones matutinas a su rutina semanal de entrenamientos, estudio y trabajo. Sobre todo Gómez Juárez, que practica varias otras disciplinas deportivas.
"Es complicado", reconoció Castro. "Además de las prácticas en el club, la mayoría estudiamos y/o trabajamos, pero esto es lo que nos gusta, así que debemos amoldarnos. Como se dice, sarna con gusto no pica", completó la pilar de Cardenales y del seleccionado.
La incógnita sobre si funcionaría la complementación con los integrantes masculinos del Pladar se despejó rápidamente. "Personalmente, estoy muy cómoda con el grupo. Obviamente, al principio nos costó porque los chicos tienen un ritmo muy distinto a nuestro, y eso nos obligó a exigirnos más para estar a la par. Y de los entrenadores se aprende mucho. Cada uno tiene su propia visión, y hay que saber tomar lo mejor de cada uno", destacó Rita. Por último, la capitana de Cardenales aclaró que debe ser solo un casillero de muchos por venir en la evolución del seleccionado nacional. "Se debe apuntar a tener más competencia internacional e ir trabajando en un proyecto de juveniles. Al fin y al cabo, ellas son el futuro".
PUNTO DE VISTA
Van a crecer mucho
Leonardo Gravano - Entrenador de Los Pumas 7'S y del Pladar
La integración de las mujeres al Plan del Alto Rendimiento es algo que se está implementando a nivel nacional, no solo acá. Hasta ahora nunca me había tocado entrenar chicas, pero lo que pude observar en este corto tiempo es que, si bien hay ciertas destrezas en las que hombres y mujeres pueden trabajar juntos, cuando se aumenta la intensidad y la velocidad comienza a notarse la diferencia. Eso es algo muy lógico, no solo por una cuestión de contextura, sino también por el mayor tiempo que los varones llevan jugando al rugby. La mayoría de ellos empezó en infantiles, cuando tenía cinco o seis años, mientras que las chicas comenzaron a jugar de grandes, hace pocos años.
Ahí radica la principal diferencia. Ellas están adquiriendo las destrezas que ellos ya tienen hace mucho por el tiempo que llevan jugando. Y es lo mismo que aprender un idioma: cuando sos más chico, lo asimilás más rápido. Por eso esto se irá equiparando a medida que las nuevas camadas comiencen a jugar desde más jóvenes. Lo que es indudable es, al entrenar al ritmo de los varones, las chicas van a crecer mucho.