La aventura de viajar y luchar contra la pobreza

La montaña, las culturas que se entrecruzan, el fin de los preconceptos. Estas tres ideas son quizás parte de la esencia del proyecto educativo Subiendo al Sur. Al menos así lo da a entender la licenciada en Medicina y futura antropóloga Ana Zamora.

"Es un proyecto de aprendizaje, y busca provocar inquietudes. No hay una bajada de línea: solo pretendemos provocar que los estudiantes sean conscientes de otras realidades; que al encontrarse con otras personas, y con otras culturas, con lo que supera todo lo conocido, sean capaces de repensarse a sí mismos y de superar preconceptos marcados por la educación y el estilo de vida", detalla Zamora, de rigurosa mochila y tonada andaluza.

"Organizamos travesías educativas para que los universitarios de todo el mundo comprometidos en la lucha contra la pobreza y la exclusión, y con inquietudes ambientales y culturales, conozcan la realidad social, cultural y ambiental de los pueblos y regiones del sur de América, a través de la convivencia directa con sus gentes -explica-. Cada estudiante propone una actividad a realizar con la comunidad, con el grupo de estudiantes, con ambos, o incluso una actividad individual de descubrimiento personal de la nueva realidad a la que se expone".

Los viajes son auspiciados por la Fundación Sual Sur, y cuentan con apoyo institucional de las universidades nacionales y latinoamericanas. "En la UNT tenemos un convenio con la Secretaría de Extensión a través de la oficina del Voluntariado", asegura.

Ya hicieron experiencias en Centroamérica, pero ahora el proyecto educativo se concentra en el NOA y en Andalucía. Por ello, Zamora invita a los estudiantes universitarios de todas las carreras a que participen de los próximos viajes. En julio, la Travesía Andalusí recorrerá distintas provincias de Andalucía. Y en agosto, la Travesía Andina hará nuevos recorridos por parajes del NOA. Los requisitos y las inscripciones están disponibles en www.subiendoalsur.com o por carta a [email protected]

"La primera vez que participé, yo era estudiante de Medicina. A mí me abrió los ojos por completo -afirma-. Convivir con pobladores de lugares distantes o inaccesibles, o en situaciones de grandes limitaciones conlleva una buena dosis de creatividad y un cambio de paradigmas".