24 Abril 2013
"PARECEN ASTRONAUTAS". Los Bomberos de Tafí Viejo, equipados con trajes especiales, fueron "bañados" anoche al salir del edificio. El operativo congregó a la Policía, a los ocasionales transeúntes y a los infaltables curiosos. LA GACETA / FOTOS DE MARíA SILVIA GRANARA
Lo que comenzó con un fuerte olor y ardor de garganta en los pisos de arriba terminó con un gran revuelo en todo el edificio "La Unión", ubicado en San Martín al 600, que debió ser desalojado por los Bomberos y la Policía.
El incidente se inició en el 8° piso. Allí realizaba su trabajo un empleado de una empresa de fumigaciones que había sido contratada por un estudio jurídico. Pero algo salió mal. Hasta el cierre de esta edición, se desconocía si el fumigador había utilizado una dosis inadecuada, excesiva o si existió un derrame del líquido tóxico que se emplea para esos fines. El olor no tardó en distribuirse por el ducto del edificio, alcanzando las oficinas de los pisos de abajo. Pasadas las 17, dos personas salieron descompuestas y con ardor de garganta. Las trasladaron al Centro de Salud para descartar complicaciones. Mientras tanto, policías y bomberos obligaban a la gente a evacuar el edificio. Asimismo, los comercios que funcionan en la planta baja (dos farmacias y una tienda de ropa) debieron cerrar sus puertas y desalojar los salones de ventas.
Más tarde llegaron los Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo, quienes están especializados en toxicología y poseen los equipos necesarios para actuar en casos de derrames tóxicos. Dos de ellos ingresaron al edificio para constatar que todo se encontraba en orden y realizar una ventilación forzada.
Cerca de las 20, todo volvió a la normalidad excepto en el 8° piso, adonde estaba prohibido el ingreso hasta hoy, por precaución. En tanto, personal de Defensa Civil se llevó muestras del líquido empleado en la fumigación para determinar de qué sustancia se trataba.
El incidente se inició en el 8° piso. Allí realizaba su trabajo un empleado de una empresa de fumigaciones que había sido contratada por un estudio jurídico. Pero algo salió mal. Hasta el cierre de esta edición, se desconocía si el fumigador había utilizado una dosis inadecuada, excesiva o si existió un derrame del líquido tóxico que se emplea para esos fines. El olor no tardó en distribuirse por el ducto del edificio, alcanzando las oficinas de los pisos de abajo. Pasadas las 17, dos personas salieron descompuestas y con ardor de garganta. Las trasladaron al Centro de Salud para descartar complicaciones. Mientras tanto, policías y bomberos obligaban a la gente a evacuar el edificio. Asimismo, los comercios que funcionan en la planta baja (dos farmacias y una tienda de ropa) debieron cerrar sus puertas y desalojar los salones de ventas.
Más tarde llegaron los Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo, quienes están especializados en toxicología y poseen los equipos necesarios para actuar en casos de derrames tóxicos. Dos de ellos ingresaron al edificio para constatar que todo se encontraba en orden y realizar una ventilación forzada.
Cerca de las 20, todo volvió a la normalidad excepto en el 8° piso, adonde estaba prohibido el ingreso hasta hoy, por precaución. En tanto, personal de Defensa Civil se llevó muestras del líquido empleado en la fumigación para determinar de qué sustancia se trataba.
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