Un "Misil" rojo

Se dio como se tenía que dar. El más rápido fue el que ganó y sin atenuantes… Se ha escuchado a lo largo de la historia del automovilismo que las carreras son de autos y no de pilotos. Puede que sea verdad, porque si el auto se rompe, por más buen corredor que haya, no va a vencer… Aunque hay algo que no siempre pasa y llama la atención. El que hace la pole no siempre es el ganador. "¿Pero cómo? ¿No fue el auto más rápido?", surge como pregunta. "Sí, pero las carreras son de autos y puede pasar cualquier cosa…". Estos planteos de una charla de café se los hacen los propios corredores. Y muchas veces se lamentan cuando el sábado logran la pole y el domingo se vuelven sin el triunfo abajo del brazo.

En el Súper TC 2000 lógico que también sucede. En el callejero de Buenos Aires, Mariano Altuna ganó la clasificación, pero el triunfo en la carrera fue de Facundo Ardusso. En Rosario, donde se disputó ayer la segunda fecha del campeonato, estaba abierta la posibilidad de que esto se diera. Es que con el sistema de Súper 8, en el que los primeros ocho de la clasificación se van eliminando por mangas, cualquiera de ellos puede largar primero, sin importar quién haya festejado el día anterior. Sin embargo, y para el alivio del Toyota Team Argentina, no fue así.

Matías Rossi fue el más rápido en la general de entrenamientos, hizo la pole, venció en el Súper 8 y se llevó el cuarto triunfo en su historial en el STC2000 (lo igualó a José María López). "Por suerte se dio como se tenía que dar. Fuimos los más rápidos y ganamos, pero no siempre pasa", explicó Matías no bien se bajó de su Corolla y antes de subir al podio. "El Misil" también aludió a la teoría de esa charla de café y por eso celebra. "Hicimos con el equipo un muy buen trabajo. Después de la clasificación sabíamos que aún faltaba mucho. Cuando le gané el Súper 8 a López me di cuenta que podía quedarme con la victoria", contó Rossi en referencia a que la final del novedoso sistema fue entre ellos dos.

En la final, "Pechito" lo corrió hasta donde pudo. Se le acercó, pero el ritmo del auto del piloto de Del Viso fue demasiado para el campeón. De hecho, la situación de zozobra fue cuando el cordobés entró "mal pisado" a la recta y se abrió demasiado. Mariano Werner le había metido su Corolla y tuvo que levantar para no tocarlo y sacarlo de la carrera. "Cómo te esquivé. Si te agarro, te mando a los boxes de una", le aclaró el entrerriano.

Rossi siempre mantuvo la calma y el dominio de una final que venció porque tenía el mejor auto. Así, con el "1-3" de Matías y Mariano se disiparon las dudas que había dejado el equipo en Buenos Aires con el flojo rendimiento.

El campeonato sigue siendo dominado por Arduso, cuarto en Rosario, con 43 puntos. Toyota y Fiat se repartieron los primeros cuatro puestos, ¿pelearán el campeonato ellos dos o se les sumará Renault y Peugeot como el año pasado? Habrá que ver, son carreras de autos.