Por Eduardo Herrera
22 Abril 2013
PREOCUPANTE. Juan Román Riquelme se desgarró el izquiotibial izquierdo y sumó un nuevo problema para Carlos Bianchi.
Con el recuerdo aún fresco del humillante 1-6 contra San Martín, en San Juan, y el superclásico a la vista (el 5 de mayo, en La Bombonera), Boca no logra enderezar el rumbo en el certamen. Los números son irrefutables y describen palmariamente su preocupante realidad futbolística. Y ante Belgrano, otro empate 0-0, llegó a su peor marca en campeonatos cortos. Es cierto que en el arranque, un grosero yerro del línea Javier Uziga lo privó de ponerse en ventaja: tras un tiro libre de Riquelme que golpeó el vertical derecho de Olave, Blandi conectó defectuosamente el rebote y Lollo sacó el balón claramente detrás de la línea de meta.
Quizás esa acción haya cambiado el curso del partido. Pero a partir de esa jugada, ya casi no generó riesgo para la valla del "pirata", que a partir del minuto 20 se afirmó en su conocida firmeza táctica para equilibrar el desarrollo. En la media hora, el partido dejó otra mala nueva para el "xeneize": una dolencia muscular sacó de la cancha a Riquelme, reemplazado por Sánchez Miño y el dibujo táctico local mutó en un 4-4-2.
En la segunda mitad, el "celeste" amenazaba de a ratos con la dupla Melano-Márquez, pero el equipo de Bianchi, sin demasiada fluidez es cierto, persistió en el ataque y tuvo tres chances claras (Erviti, Marín, Fernández). Orion tapó en la otra área un remate peligroso de Carranza. Así anda Boca, sólo aferrado en el presente a una pálida ilusión copera.
BUENOS AIRES.- Era la noticia que los hinchas de Boca nunca hubieran querido escuchar. Al mal momento futbolístico que atraviesa el equipo, ahora se le agregó el desgarro que sufrió Juan Román Riquelme, en el izquiotibial izquierdo. Esta lesión que lo obligó a dejar el campo de juego en el primer tiempo contra Belgrano, lo marginará al menos de uno de los dos compromisos que los "xeneizes" deberán enfrentar a Corinthians, en la siguiente fase de la Copa Libertadores de América.
Riquelme, quien dejó La Bombonera, acompañado por el kinesiólogo Leonardo Betchakian para hacerse los estudios, nunca se imaginó que una hora después le confirmarían que deberá estar inactivo los próximos 21 días. (Especial)
Quizás esa acción haya cambiado el curso del partido. Pero a partir de esa jugada, ya casi no generó riesgo para la valla del "pirata", que a partir del minuto 20 se afirmó en su conocida firmeza táctica para equilibrar el desarrollo. En la media hora, el partido dejó otra mala nueva para el "xeneize": una dolencia muscular sacó de la cancha a Riquelme, reemplazado por Sánchez Miño y el dibujo táctico local mutó en un 4-4-2.
En la segunda mitad, el "celeste" amenazaba de a ratos con la dupla Melano-Márquez, pero el equipo de Bianchi, sin demasiada fluidez es cierto, persistió en el ataque y tuvo tres chances claras (Erviti, Marín, Fernández). Orion tapó en la otra área un remate peligroso de Carranza. Así anda Boca, sólo aferrado en el presente a una pálida ilusión copera.
BUENOS AIRES.- Era la noticia que los hinchas de Boca nunca hubieran querido escuchar. Al mal momento futbolístico que atraviesa el equipo, ahora se le agregó el desgarro que sufrió Juan Román Riquelme, en el izquiotibial izquierdo. Esta lesión que lo obligó a dejar el campo de juego en el primer tiempo contra Belgrano, lo marginará al menos de uno de los dos compromisos que los "xeneizes" deberán enfrentar a Corinthians, en la siguiente fase de la Copa Libertadores de América.
Riquelme, quien dejó La Bombonera, acompañado por el kinesiólogo Leonardo Betchakian para hacerse los estudios, nunca se imaginó que una hora después le confirmarían que deberá estar inactivo los próximos 21 días. (Especial)
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