"No hay paraíso hasta que se ha perdido". La afirmación del escritor parisino Marcel Proust (1871-1922) es elocuente para evocar y graficar los viejos espacios de proyección fílmica pública de la ciudad de Famaillá. Salas que hoy son recuerdos. Una se volvió gimnasio y la otra es un hotel. Además, el concepto del intelectual francés, autor de "En busca del tiempo perdido" (una serie de siete novelas erigidas entre las obras más destacadas e influyentes de la literatura del siglo XX), también le cabe al análisis de los testimonios de los amigables y orgullosos pobladores de Famaillá.
Apenas dos salas
"Sólo hubo dos cines en Famaillá", evocó Oscar Simeón Tula, de 75 años. El otrora maquinista o proyector de ambas salas trabajó 20 años en el San Martín y dos en el Edison. Este último se encontraba en Domingo Faustino Sarmiento 254. Al frente de la plaza San Martín, en el mismo predio donde ahora funcionan la sucursal del Banco Nación y el flamante hotel que lleva el nombre de la ciudad.
En cambio el otro cine (el San Martín) se erigió y se cerró en Bartolomé Mitre 131. Hoy, Oscar "El Indio" Córdoba regentea un gimnasio en la misma construcción. Las instalaciones también se alquilan para fiestas y eventos culturales y deportivos.
Aunque el Edison nació primero, ambos cines coexistieron un par de décadas. "El San Martín era más popular. Pero el que estaba al frente de la plaza era de mayor categoría", precisó Jesús Roberto Roja, recopilador de la historia de este municipio dotado de infraestructura para recibir el turismo.
"Pepe" Acevedo, de 66 años, solía colaborar con sus amigos en las funciones. Recordó a quien publicitaba en la vía pública los filmes que exhibía el Edison. "Amado Alderete se colgaba la cartelera y recorría la plaza y las calles céntricas con los afiches de las películas. El Pelao Buendía era el encargado de arreglar las butacas y de limpiar la sala después de cada jornada de cine", puntualizó.
"El día que se estrenó 'Mi primera novia' en el Edison -allá por la década del 60-, la cola para ingresar alcanzaba una cuadra y media. A tal punto que continuaba por Rivadavia. Sin duda, las películas de Palito Ortega hacían capote. Convocaban a una multitud", recordó Roja, de 57 años.
Las primeras
En realidad las primeras funciones de cine se proyectaron en un galponcito de la entonces Sociedad de Higiene y Fomento (Comuna) en Bartolomé Mitre 382 y en la Biblioteca Apostólica de la Oración. Esta última se encontraba a la par de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, en Lavalle 256. "Al edificio comunal venía gente de la capital con un proyector, y en la biblioteca la Juventud Obrera Católica era la responsable de las funciones", evocó Jesús Roja.
Un tema del cantautor español Joan Manuel Serrat dice: "no hay nada más bello que lo que nunca he tenido y nada más amado que lo que perdí".
Un gimnasio sustituyó a la sala más popular
"La Tribu Misteriosa, una serie que seducía a grandes y chicos, copaba la matiné del cine San Martín. Yo fui maquinista (operador) de esa sala entre 1955 y 1975. Comencé en el rubro con el gordo Rima, después de que se fuera Salina", comentó, emocionado, Oscar Tula.
El operador (proyector) del otrora cine famaillense de Mitre segunda cuadra mencionó varios filmes como los más disfrutados por la concurrencia de esa sala. Tula, que también fue operador del Plata, de Lules, incluyó en la lista, entre otros, "El trueno entre las hojas" con la Coca Sarli; "Durango Kid", el duro sheriff y ranger interpretado por Charles Starrett; "De aquí a la eternidad" (Burt Lancaster); "Espartaco" y "Duelo de Titanes" (Kirk Douglas); "Fugitivo" y "Taras Bulba" (Tony Curtis y Yul Brynner); "Zorba, el griego" (Anthony Quinn); "Los cañones de Navarone (Quinn, Gregory Peck y David Niven); "Doctor Zhivago" (Omar Sharif); "Tarzán" (Johnny Weissmüller); y las películas de "Los cinco grandes del buen humor" (Zelmar Gueñol, Juan CarlosCambón, Guillermo Rico, Rafael Carret y Jorge Luz), de Palito Ortega, Tita Merello, Niní Marshall, Sandro, Luis Sandrini, Ubaldo Martínez, Alberto Olmedo y Jorge Porcel.
Por su parte, el "Indio" Córdoba, que llegó a pelear con Martín Karadagián y también integró su troupe, es el encargado del gimnasio que sustituyó al cine. "Las series de 'El Llanero Solitario' y 'El Zorro' no faltaban los domingos a la siesta", destacó el luchador. "La propiedad -añadió- era de la Sociedad Obrera de Socorros Mutuos San José. El cine lo inauguró Juanito Issa y después lo compró el Gringo Maidana. Apenas uno ingresaba, a la derecha había una pizzería de doña Corina Lazarte. Elaboraba una pizza mediana y bien alta con mucha anchoa, tan buena que hasta El Llanero Solitario pedía una, solía decir el esposo de la dueña".
"En el San Martín actuaron músicos y se montaron obras de teatro. Acá se quedó Rubén Alegre, que era vocalista del grupo Los Golpes (en aquel tiempo competía con Los Pasteles Verdes). También actuaron Los Iracundos y Leo Dan, entre otros", puntualizó José Acevedo.
"Córdoba también compraba el hielo seco para los Sáenz, que en el 40 abrieron la primera heladería. Estaba a la par del cine Edison, que era de ellos. La heladería sigue hoy con el Negro Sáenz. Venden los mejores helados de acá", precisó Roberto Roja.
ORÍGENES.- El cine Edison comenzó a funcionar en los inicios de la década del 50. Eran sus propietarios don Francisco "Pancho" Sáenz y su esposa, doña Ema. El predio tenía 24 metros de frente por 55 de fondo. Lo habían provisto de 250 butacas de madera y tapizadas, una sala de proyección, la boletería y un quiosco sobre la parte derecha al ingresar.
EL ALUMBRADOR.- Casi nadie recuerda su apellido, pero le decían Albertano y era el alumbrador. Un grandote que ponía orden cuando la muchachada famaillense se salía de carril en las funciones o fumaba en la sala. Uno de los primeros proyectores (maquinista) fue Antonio "Debo" Molina.
PERSONAJES.- Yiyi Colombo, Guido "Caruso" Velásquez, Carlos Sinelli y Oscar Emilio "Cuarentón" Salim eran habituales asistentes al Edison. Todos ellos, hoy muchachos mayores de 60 años, ayudaban en las funciones. A ellos se sumaban Miguel Quiroga (57) y el profesor Juan Carlos Álvarez. Las películas más taquilleras, entre otras, eran las de acción, las nacionales y las de cowboys.