21 Abril 2013
BAGDAD.- Los numerosos ataques con bombas y morteros no impidieron que los iraquíes votaran ayer en las primeras elecciones nacionales desde la salida de las tropas estadounidenses de su territorio, a fines de 2011. Los comicios provinciales medirán la fortaleza de los partidos políticos, antes de una elección parlamentaria del próximo año para escoger a un nuevo Gobierno, en un país profundamente dividido en términos sectarios.
Los principales atentados se produjeron en centros de votación en el norte y en el sur de la capital. Tres votantes y un policía resultaron heridos, pero la violencia fue relativamente moderada para un país donde una rama local de Al Qaeda y otros islamistas sunníes han aumentado sus esfuerzos por socavar a un Gobierno liderado por chiítas y generar enfrentamientos que profundicen los choques étnicos y religiosos.
Los resultados preliminares no se conocerán en varios días, pero las autoridades electorales dijeron que cerca del 50% de los votantes inscritos (más de 6,4 millones de personas) participaron en la elección, un porcentaje similar a la de la última votación provincial en 2009. Después de que cerraron los centros de votación, electores molestos que no pudieron hallar sus nombres en las listas quemaron cuatro urnas con sufragios en Baquba, a 65 kilómetros de Bagdad.
En el hotel Rashid, que se encuentra dentro de la fuertemente vigilada Zona Verde de la capital, se instaló un centro electoral para políticos y dignatarios. Allí votó el primer ministro, Nuri Al Maliki. "En las urnas votamos contra el partido Baaz (del derrocado y ejecutado Saddam Hussein) y Al Qaeda", afirmó el mandatario chiíta.
Los políticos sunnitas llamaron a votar contra Al Maliki y de lo que denominaron "su régimen dictatorial". En las provincias kurdas se votará en septiembre, lo mismo que en varios distritos por la precaria situación de seguridad.
Se postularon 8.200 candidatos para 447 puestos en los consejos provinciales, de los cuales 117 están reservados para las mujeres. (Reuters-DPA)
Los principales atentados se produjeron en centros de votación en el norte y en el sur de la capital. Tres votantes y un policía resultaron heridos, pero la violencia fue relativamente moderada para un país donde una rama local de Al Qaeda y otros islamistas sunníes han aumentado sus esfuerzos por socavar a un Gobierno liderado por chiítas y generar enfrentamientos que profundicen los choques étnicos y religiosos.
Los resultados preliminares no se conocerán en varios días, pero las autoridades electorales dijeron que cerca del 50% de los votantes inscritos (más de 6,4 millones de personas) participaron en la elección, un porcentaje similar a la de la última votación provincial en 2009. Después de que cerraron los centros de votación, electores molestos que no pudieron hallar sus nombres en las listas quemaron cuatro urnas con sufragios en Baquba, a 65 kilómetros de Bagdad.
En el hotel Rashid, que se encuentra dentro de la fuertemente vigilada Zona Verde de la capital, se instaló un centro electoral para políticos y dignatarios. Allí votó el primer ministro, Nuri Al Maliki. "En las urnas votamos contra el partido Baaz (del derrocado y ejecutado Saddam Hussein) y Al Qaeda", afirmó el mandatario chiíta.
Los políticos sunnitas llamaron a votar contra Al Maliki y de lo que denominaron "su régimen dictatorial". En las provincias kurdas se votará en septiembre, lo mismo que en varios distritos por la precaria situación de seguridad.
Se postularon 8.200 candidatos para 447 puestos en los consejos provinciales, de los cuales 117 están reservados para las mujeres. (Reuters-DPA)
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