21 Abril 2013
FOTO TOMADA DE EXCELSIOR.COM
ASUNCIÓN.- Dos representantes de las históricas fuerzas políticas de Paraguay, los partidos Liberal y Colorado, buscarán hoy el triunfo en unas elecciones presidenciales que despertaron escaso entusiasmo en la ciudadanía y parecen encaminadas a ratificar el peso de las estructuras partidarias.
El oficialista liberal Efraín Alegre y el colorado Horacio Cartes (máximo candidato al triunfo) son quienes, según todos los sondeos, protagonizarán la puja por la jefatura del Palacio de López. Hay otros 9 candidatos, alguno de los cuales busca dar una sorpresa (como los centroizquierdistas Mario Ferreiro, de Avanza País, y Aníbal Carrillo, del Frente Guasú) y otros llegar con sus postulantes al Congreso para romper la polarización.
La compulsa está lejos de despertar la efervescencia que en 2008 generó la aparición de Fernando Lugo, quien rompió la hegemonía de seis décadas del Partido Colorado en el poder, incluidos los 35 años de la dictadura de Alfredo Stroessner. Los comicios marcarán el fin de la crisis política desatada el año pasado, por la destitución sumaria del entonces Presidente por el Congreso. Esa maniobra le valió al Paraguay ser separado de los foros internacionales del Mercosur y de la Unasur, cuyo urgente reingreso es bandera de todos los candidatos.
El ganador será consagrado por simple mayoría de votos (no hay segunda vuelta) y asumirá en reemplazo del actual mandatario, Federico Franco, el 15 de agosto por un plazo de cinco años.
Dos en pugna
Cartes, uno de los millonarios más poderosos del país, es un empresario de 56 años dueño de una treintena de empresas financieras, ganaderas y tabacaleras. Es un recién llegado a la política y a menudo fue acusado de vínculos con el narcotráfico y el contrabando. Su nombre encabeza las principales encuestas. Un discurso crítico hacia su propia agrupación le fue útil. "El partido aprendió que hay un modelo acabado. No dudo que podrá haber bolsones retardatarios, pero el que crea que este modelo va a seguir está equivocado. La ciudadanía se cansó", sostuvo.
Alegre fue senador, diputado y ministro de Lugo hasta que su partido rompió la alianza con el Frente Guasú y favoreció el golpe institucional contra el ex obispo. Su propuesta incluye proyectos a favor de la industria, de los agronegocios y de una mayor participación privada en los asuntos del Estado. "Tengo un modelo de liderazgo diferente al tradicional. Mi proyecto representa al 'Paraguay decente' frente al 'Paraguay de las mafias'", remarcó en campaña.
No menos importante que la pelea presidencial es la pulseada por las bancas de 80 diputados y 45 senadores, sobre todo a la luz de lo que pasó con Lugo, que demostró el poder real del Congreso. De hecho, el ex mandatario se postula para el Senado, al igual que los líderes partidarios Blas Llano (liberal) y Lilian Samaniego (colorada). La disputa en las urnas alcanza además a 17 cargos de gobernadores, 228 puestos municipales y 18 parlamentarios del Mercosur.
El temor a una alta abstención obligó a campañas por el voto, que es obligatorio en el país aunque no se aplican penas para quien no participe. Se espera un ausentismo cercano al 50%. Los comicios tienen como telón de fondo denuncias cruzadas por irregularidades como la compra de votos y el acarreo de personas hasta los locales de sufragio (ver "Guerra...").
En el sistema electoral se usa la boleta única por elector: en una sola papeleta están todos los candidatos con sus fotos, y el votante debe marcar con una cruz en un recuadro en blanco el postulante de su preferencia, y luego depositarla en la urna.
La misión de acompañamiento electoral de la Unasur consideró ayer que las autoridades electorales cumplieron "a satisfacción" con las normas que deben regir el proceso hacia los comicios, e instó a que se consagre un nuevo Presidente "con transparencia". Pero los enviados (entre los 33 delegados se encuentra el director nacional electoral de la Argentina, argentino Alejandro Tullio) advirtieron que recibieron "noticias sobre la posibilidad de prácticas que podrían condicionar u orientar indebidamente el sufragio".
En Paraguay también hay 111 observadores de la Unión Europea y 68 de la OEA.
La difusión de las encuestas a boca de urna está prohibida para las radios y la televisión, pero la legislación vigente no alcanza a las redes sociales porque es de 1996.
Panorama a futuro
El nuevo Presidente tendrá el desafío de extender la bonanza económica (está proyectado oficialmente que crezca este año un sorprendente 13%), concentrada en el sector agropecuario, combatir la pobreza y bajar la conflictividad social en el país de 6,6 millones de habitantes.
Paraguay es un exportador de materias primas (ver "Perfil..."), principalmente de soja y carne vacuna, y de energía eléctrica a sus vecinos Argentina y Brasil. La mayor parte de su comercio se sustenta en la reexportación de productos asiáticos a Brasil, que ingresan a su territorio tributando menos. Casi el 40% de los paraguayos vive en la pobreza.
Tanto Cartes como Alegre proponen abrir el país a la inversión bajo la modalidad de alianzas público-privadas para mejorar la paupérrima infraestructura local y el desempeño de las deficitarias empresas estatales. (Reuters-Télam)
El oficialista liberal Efraín Alegre y el colorado Horacio Cartes (máximo candidato al triunfo) son quienes, según todos los sondeos, protagonizarán la puja por la jefatura del Palacio de López. Hay otros 9 candidatos, alguno de los cuales busca dar una sorpresa (como los centroizquierdistas Mario Ferreiro, de Avanza País, y Aníbal Carrillo, del Frente Guasú) y otros llegar con sus postulantes al Congreso para romper la polarización.
La compulsa está lejos de despertar la efervescencia que en 2008 generó la aparición de Fernando Lugo, quien rompió la hegemonía de seis décadas del Partido Colorado en el poder, incluidos los 35 años de la dictadura de Alfredo Stroessner. Los comicios marcarán el fin de la crisis política desatada el año pasado, por la destitución sumaria del entonces Presidente por el Congreso. Esa maniobra le valió al Paraguay ser separado de los foros internacionales del Mercosur y de la Unasur, cuyo urgente reingreso es bandera de todos los candidatos.
El ganador será consagrado por simple mayoría de votos (no hay segunda vuelta) y asumirá en reemplazo del actual mandatario, Federico Franco, el 15 de agosto por un plazo de cinco años.
Dos en pugna
Cartes, uno de los millonarios más poderosos del país, es un empresario de 56 años dueño de una treintena de empresas financieras, ganaderas y tabacaleras. Es un recién llegado a la política y a menudo fue acusado de vínculos con el narcotráfico y el contrabando. Su nombre encabeza las principales encuestas. Un discurso crítico hacia su propia agrupación le fue útil. "El partido aprendió que hay un modelo acabado. No dudo que podrá haber bolsones retardatarios, pero el que crea que este modelo va a seguir está equivocado. La ciudadanía se cansó", sostuvo.
Alegre fue senador, diputado y ministro de Lugo hasta que su partido rompió la alianza con el Frente Guasú y favoreció el golpe institucional contra el ex obispo. Su propuesta incluye proyectos a favor de la industria, de los agronegocios y de una mayor participación privada en los asuntos del Estado. "Tengo un modelo de liderazgo diferente al tradicional. Mi proyecto representa al 'Paraguay decente' frente al 'Paraguay de las mafias'", remarcó en campaña.
No menos importante que la pelea presidencial es la pulseada por las bancas de 80 diputados y 45 senadores, sobre todo a la luz de lo que pasó con Lugo, que demostró el poder real del Congreso. De hecho, el ex mandatario se postula para el Senado, al igual que los líderes partidarios Blas Llano (liberal) y Lilian Samaniego (colorada). La disputa en las urnas alcanza además a 17 cargos de gobernadores, 228 puestos municipales y 18 parlamentarios del Mercosur.
El temor a una alta abstención obligó a campañas por el voto, que es obligatorio en el país aunque no se aplican penas para quien no participe. Se espera un ausentismo cercano al 50%. Los comicios tienen como telón de fondo denuncias cruzadas por irregularidades como la compra de votos y el acarreo de personas hasta los locales de sufragio (ver "Guerra...").
En el sistema electoral se usa la boleta única por elector: en una sola papeleta están todos los candidatos con sus fotos, y el votante debe marcar con una cruz en un recuadro en blanco el postulante de su preferencia, y luego depositarla en la urna.
La misión de acompañamiento electoral de la Unasur consideró ayer que las autoridades electorales cumplieron "a satisfacción" con las normas que deben regir el proceso hacia los comicios, e instó a que se consagre un nuevo Presidente "con transparencia". Pero los enviados (entre los 33 delegados se encuentra el director nacional electoral de la Argentina, argentino Alejandro Tullio) advirtieron que recibieron "noticias sobre la posibilidad de prácticas que podrían condicionar u orientar indebidamente el sufragio".
En Paraguay también hay 111 observadores de la Unión Europea y 68 de la OEA.
La difusión de las encuestas a boca de urna está prohibida para las radios y la televisión, pero la legislación vigente no alcanza a las redes sociales porque es de 1996.
Panorama a futuro
El nuevo Presidente tendrá el desafío de extender la bonanza económica (está proyectado oficialmente que crezca este año un sorprendente 13%), concentrada en el sector agropecuario, combatir la pobreza y bajar la conflictividad social en el país de 6,6 millones de habitantes.
Paraguay es un exportador de materias primas (ver "Perfil..."), principalmente de soja y carne vacuna, y de energía eléctrica a sus vecinos Argentina y Brasil. La mayor parte de su comercio se sustenta en la reexportación de productos asiáticos a Brasil, que ingresan a su territorio tributando menos. Casi el 40% de los paraguayos vive en la pobreza.
Tanto Cartes como Alegre proponen abrir el país a la inversión bajo la modalidad de alianzas público-privadas para mejorar la paupérrima infraestructura local y el desempeño de las deficitarias empresas estatales. (Reuters-Télam)