18 Abril 2013
TUVO QUE TRABAJAR. El debut en el polvo de ladrillo de Montecarlo no resultó sencillo para Juan Martín del Potro; Alexandr Dolgopolov le plantó partido. Igual, el tandilense supo cómo salir adelante.
MONTECARLO.- Si la felicidad aparente sumara puntos para el ranking mundial de tenis, Juan Martín del Potro podría escalar un par de posiciones desde su séptimo puesto actual.
No es que no tenga problemas y que todo marche sobre ruedas, pero en comparación con la tensión que se le adivinó en estos días en Montecarlo a rivales como Novak Djokovic o Rafael Nadal, el tandilense parece llevar ventaja en relajación, aunque eso no signifique falta de tensión competitiva.
"Yo, a cada torneo que vengo, vengo pensando en tratar de ganarlo sea cual sea la superficie", dijo Del Potro. A diferencia de lo que tradicionalmente sucedió con los argentinos, él no es un especialista en polvo de ladrillo, sino que rinde más sobre superficies rápidas. De los 14 torneos que ganó, sólo tres fueron sobre canchas lentas, y sus mayores triunfos llegaron con la conquista del Abierto de EE.UU. en 2009 o el bronce olímpico sobre césped en 2012.
"El año pasado mejoré muchísimo en césped hasta conseguir la medalla en los Juegos Olímpicos. Y fue en una superficie que casi no la tenía en cuenta dentro de mi juego. Al final, me encontré jugando un tenis espectacular".
Así, Del Potro cree que las cosas no tienen por qué ser diferentes sobre arcilla, una superficie en la que exhibe una semifinal de Roland Garros. "El polvo, con buena preparación y días de entrenamiento, me gusta, aunque el cemento sea donde mejor juegue", admitió "Delpo", que tuvo problemas para derrotar al ucraniano Alexandr Dolgopolov en su debut.
Campeón en Rotterdam, finalista en Indian Wells y semifinalista en Dubai, Del Potro exhibió oscilaciones llamativas esta temporada, con derrotas prematuras ante rivales de menor jerarquía como el francés Jeremy Chardy en Australia o el alemán Tobias Kamke en Miami. "Eso pasa. Ves que Djokovic a veces pierde, que Ferrer perdió rápido en Indian Wells. Los que están arriba también tienen esos altibajos cada tanto", dice.
Pero entonces Del Potro admite que hay un límite, que tiene ya cubierto el cupo de derrotas inesperadas en 2013: "Sé que no me lo puedo permitir, no me puede pasar en estos torneos". No se lo puede permitir porque tomó decisiones arriesgadas, una de ellas antipática para muchos en su país, como es la de no jugar la Copa Davis. Su meta no es ya acercarse, sino sumarse al grupo dominante del tenis que encarnan Djokovic, Andy Murray, Roger Federer y Nadal.
"Cada año uno se plantea nuevos objetivos y metas. La forma en que terminé 2012, entre los mejores en el Masters y ganando torneos indoor, hizo que trate de apuntar a las primeras posiciones. En estos primeros torneos no tuve la regularidad de llegar a las instancias finales en todos, pero sí a una final de un Masters 1.000, que hacía muchos años que no la conseguía", explica Del Potro.
A esa final de Indian Wells llegó tras eliminar a Murray y Djokovic y tener contra las cuerdas a Nadal en la final. "Tres días contra los mejores del mundo, mucho desgaste mental, físico, muchas emociones juntas. Ahora comienza una etapa en la que debo prepararme bien fuerte para llegar en condiciones a Roland Garros", anticipa.
No es que no tenga problemas y que todo marche sobre ruedas, pero en comparación con la tensión que se le adivinó en estos días en Montecarlo a rivales como Novak Djokovic o Rafael Nadal, el tandilense parece llevar ventaja en relajación, aunque eso no signifique falta de tensión competitiva.
"Yo, a cada torneo que vengo, vengo pensando en tratar de ganarlo sea cual sea la superficie", dijo Del Potro. A diferencia de lo que tradicionalmente sucedió con los argentinos, él no es un especialista en polvo de ladrillo, sino que rinde más sobre superficies rápidas. De los 14 torneos que ganó, sólo tres fueron sobre canchas lentas, y sus mayores triunfos llegaron con la conquista del Abierto de EE.UU. en 2009 o el bronce olímpico sobre césped en 2012.
"El año pasado mejoré muchísimo en césped hasta conseguir la medalla en los Juegos Olímpicos. Y fue en una superficie que casi no la tenía en cuenta dentro de mi juego. Al final, me encontré jugando un tenis espectacular".
Así, Del Potro cree que las cosas no tienen por qué ser diferentes sobre arcilla, una superficie en la que exhibe una semifinal de Roland Garros. "El polvo, con buena preparación y días de entrenamiento, me gusta, aunque el cemento sea donde mejor juegue", admitió "Delpo", que tuvo problemas para derrotar al ucraniano Alexandr Dolgopolov en su debut.
Campeón en Rotterdam, finalista en Indian Wells y semifinalista en Dubai, Del Potro exhibió oscilaciones llamativas esta temporada, con derrotas prematuras ante rivales de menor jerarquía como el francés Jeremy Chardy en Australia o el alemán Tobias Kamke en Miami. "Eso pasa. Ves que Djokovic a veces pierde, que Ferrer perdió rápido en Indian Wells. Los que están arriba también tienen esos altibajos cada tanto", dice.
Pero entonces Del Potro admite que hay un límite, que tiene ya cubierto el cupo de derrotas inesperadas en 2013: "Sé que no me lo puedo permitir, no me puede pasar en estos torneos". No se lo puede permitir porque tomó decisiones arriesgadas, una de ellas antipática para muchos en su país, como es la de no jugar la Copa Davis. Su meta no es ya acercarse, sino sumarse al grupo dominante del tenis que encarnan Djokovic, Andy Murray, Roger Federer y Nadal.
"Cada año uno se plantea nuevos objetivos y metas. La forma en que terminé 2012, entre los mejores en el Masters y ganando torneos indoor, hizo que trate de apuntar a las primeras posiciones. En estos primeros torneos no tuve la regularidad de llegar a las instancias finales en todos, pero sí a una final de un Masters 1.000, que hacía muchos años que no la conseguía", explica Del Potro.
A esa final de Indian Wells llegó tras eliminar a Murray y Djokovic y tener contra las cuerdas a Nadal en la final. "Tres días contra los mejores del mundo, mucho desgaste mental, físico, muchas emociones juntas. Ahora comienza una etapa en la que debo prepararme bien fuerte para llegar en condiciones a Roland Garros", anticipa.
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