17 Abril 2013
DEFENSA POLEMICA. Fariña afirmó que el dijo lo que quiso en la cámara oculta porque sabía que lo filmaban. FOTO TOMADA DE INFOBAE.COM
BUENOS AIRES.- Explicaciones y manuscritos para tratar de aplacar el escándalo desatado. Leonardo Fariña rompió el silencio ayer en el piso de "Intrusos", y afirmó que "actuó" en la cámara oculta que le realizó Jorge Lanata por un presunto caso de lavado de dinero que involucraría a los Kirchner, al empresario contratista Lázaro Báez y a Fabián Rossi, esposo de Iliana Calabró. "El señor Jorge Lanata quería ficción y yo le di ficción", aseguró.
Su llegada a los estudios de América fue tumultosa. Con una camisa blanca, lentes oscuros y peinado con un rodete, el esposo de Karina Jelinek arribó en un Mercedez Benz modelo SLK que es propiedad de Ricardo Fort. Desde que se sentó en el programa de Jorge Rial, el financista se mostró alterado.
"Por favor, no te alterés", debió pedirle la panelista Marcela Tauro a Fariña durante la segunda y última pausa, cuando insistía en su defensa. Aunque en ese momento todavía no se lo había contado a nadie, acababa de enterarse que Jelinek había dejado la casa en la que vivían juntos.
Rial evitó casi todas las tandas comerciales para mantener los picos de hasta 15,8 puntos de rating. Sólo hubo dos pausas. Durante la tarde, América fue el canal más visto de la Argentina.
En los minutos previos a la primera de las pausas, se permitió que los camarógrafos ingresaran a tomar imágenes, pero los obligaron a retirarse antes del corte, informó Infobae.com.
Las cámaras volvieron a apagarse y el marido de Jelinek, que bebía agua permanentemente por su ansiedad, pidió encender un cigarrillo. "¿Tengo tiempo para salir a fumar?", preguntó. "¿Vos estás loco? Afuera no se puede salir por la gente que hay", le dijo un productor. Fariña sacó entonces un cigarrillo y lo prendió en el estudio. Se acercó a saludar al periodista Diego Leuco y se puso a hablar con Marina Calabró, quien al aire también lo incomodó con sus preguntas.
Al finalizar el programa, todos los canales de televisión lo esperaban afuera. Adentro, él se reunía con los productores de los principales programas periodísticos de América y América 24. Pero él se excusó: su intención, al menos por el momento, es no dar más entrevistas.
Eran tantas las cámaras afuera del edificio, que sabía que no iba a poder salir. Alguien bajó a buscar el Mercedes Benz SLK que le habían prestado y lo ingresó a la puerta del canal para que pudiera subirse. Antes de dejar la reunión, Fariña dejó una última frase: "Estuvo bueno cuando Jorge me preguntó quién la tenía más larga, si Lanata o yo. Estuve a punto de decirle que yo. Soy más joven y me funciona mejor". LA GACETA
Su llegada a los estudios de América fue tumultosa. Con una camisa blanca, lentes oscuros y peinado con un rodete, el esposo de Karina Jelinek arribó en un Mercedez Benz modelo SLK que es propiedad de Ricardo Fort. Desde que se sentó en el programa de Jorge Rial, el financista se mostró alterado.
"Por favor, no te alterés", debió pedirle la panelista Marcela Tauro a Fariña durante la segunda y última pausa, cuando insistía en su defensa. Aunque en ese momento todavía no se lo había contado a nadie, acababa de enterarse que Jelinek había dejado la casa en la que vivían juntos.
Rial evitó casi todas las tandas comerciales para mantener los picos de hasta 15,8 puntos de rating. Sólo hubo dos pausas. Durante la tarde, América fue el canal más visto de la Argentina.
En los minutos previos a la primera de las pausas, se permitió que los camarógrafos ingresaran a tomar imágenes, pero los obligaron a retirarse antes del corte, informó Infobae.com.
Las cámaras volvieron a apagarse y el marido de Jelinek, que bebía agua permanentemente por su ansiedad, pidió encender un cigarrillo. "¿Tengo tiempo para salir a fumar?", preguntó. "¿Vos estás loco? Afuera no se puede salir por la gente que hay", le dijo un productor. Fariña sacó entonces un cigarrillo y lo prendió en el estudio. Se acercó a saludar al periodista Diego Leuco y se puso a hablar con Marina Calabró, quien al aire también lo incomodó con sus preguntas.
Al finalizar el programa, todos los canales de televisión lo esperaban afuera. Adentro, él se reunía con los productores de los principales programas periodísticos de América y América 24. Pero él se excusó: su intención, al menos por el momento, es no dar más entrevistas.
Eran tantas las cámaras afuera del edificio, que sabía que no iba a poder salir. Alguien bajó a buscar el Mercedes Benz SLK que le habían prestado y lo ingresó a la puerta del canal para que pudiera subirse. Antes de dejar la reunión, Fariña dejó una última frase: "Estuvo bueno cuando Jorge me preguntó quién la tenía más larga, si Lanata o yo. Estuve a punto de decirle que yo. Soy más joven y me funciona mejor". LA GACETA
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