14 Abril 2013
GENTILEZA DIARIO EL TRIBUNO
Impactante. Épica. Espectacular. Así la califican los hinchas la victoria que San Martín logró, el viernes, en el estadio "Padre Martearena". El partido se moría en pardas, con sabor amargo; pero apareció el derechazo mágico de Nicolás Roldán para poner justicia, y darle una vida más a su equipo.
La imagen evocó el recuerdo del hincha. "Nico", imitando a su papá, Jacinto, se puso un guante en su pie derecho, acarició el balón y lo colgó del ángulo. Nada que hacer para el improvisado arquero José Tabares; y tres puntos de oro para un San Martín que mete presión a los de arriba. "Tengo una alegría inmensa. Puede ser apresurado, pero creo que es el gol más importante que convertí en mi corta carrera", dijo el hombre de la noche salteña, que sabe que este puede ser el espaldarazo necesario para ir por toda la gloria. "Sabíamos que era muy importante llevarnos los tres puntos de Salta. Esta victoria se valoriza aún más, por todo lo que vivimos durante la semana, y el hecho de haber jugado casi 50 minutos con un hombre menos. Demostramos que estamos más vivos que nunca", dijo el volante.
Ni bien el juez pitó la falta, "Nico" sintió que era "su" momento. "Me tenía una fe bárbara. Por eso, agarré la pelota y no la quería soltar. Cuando vi que se clavó en el ángulo, miré al cielo y le agradecí a Dios por volver a iluminarme. En pocos segundos, me acordé de mi familia y en especial de mi viejo, que es la persona que más colaboró para que yo este viviendo esta alegría", dijo resaltando su dedicatoria más importante: "Es para mi hijo Máximo, que es lo más grande que me dio la vida".
"Nico" no se achica y va por más. "Queremos el ascenso", finalizó el "heredero". Claro, esta victoria alimentó aún más el sueño "santo".
La imagen evocó el recuerdo del hincha. "Nico", imitando a su papá, Jacinto, se puso un guante en su pie derecho, acarició el balón y lo colgó del ángulo. Nada que hacer para el improvisado arquero José Tabares; y tres puntos de oro para un San Martín que mete presión a los de arriba. "Tengo una alegría inmensa. Puede ser apresurado, pero creo que es el gol más importante que convertí en mi corta carrera", dijo el hombre de la noche salteña, que sabe que este puede ser el espaldarazo necesario para ir por toda la gloria. "Sabíamos que era muy importante llevarnos los tres puntos de Salta. Esta victoria se valoriza aún más, por todo lo que vivimos durante la semana, y el hecho de haber jugado casi 50 minutos con un hombre menos. Demostramos que estamos más vivos que nunca", dijo el volante.
Ni bien el juez pitó la falta, "Nico" sintió que era "su" momento. "Me tenía una fe bárbara. Por eso, agarré la pelota y no la quería soltar. Cuando vi que se clavó en el ángulo, miré al cielo y le agradecí a Dios por volver a iluminarme. En pocos segundos, me acordé de mi familia y en especial de mi viejo, que es la persona que más colaboró para que yo este viviendo esta alegría", dijo resaltando su dedicatoria más importante: "Es para mi hijo Máximo, que es lo más grande que me dio la vida".
"Nico" no se achica y va por más. "Queremos el ascenso", finalizó el "heredero". Claro, esta victoria alimentó aún más el sueño "santo".