12 Abril 2013
LARGA ESPERA. "Tomesé un calmante", le contestaron cuando reclamó en la línea 138, "PAMI escucha". LA GACETA / FOTO DE ANALíA JARAMILLO
Después de que María del Carmen Spano habló con LA GACETA y le contó que el PAMI le dio un turno dentro de 238 días para hacerse la densitometría que le pidió el traumatólogo, para saber si tiene osteoporosis o no, desde la filial nacional, le adelantaron la fecha.
"Desde PAMI personal del Departamento de Prestaciones Médicas local, se contactó con el paciente en el domicilio a los efectos de comunicar que se adelantó el turno para la realización del estudio de Desintometria ósea para el día 15 del corriente mes", detalla el comunicado que llegó a LA GACETA.
Esta mañana, con el turno abrochado en el pedido del médico, María no podía salir de su asombro y ofuscación. "Mi esposo aportó toda la vida mientras trabajó como inspector en la dirección de Transporte y ahora una tiene que pasar por esto", dijo. Según contó, las razones que le dieron sobre las demoras era que no había suficientes prestadores.
"Yo no doy más del dolor de huesos, además, tengo hernia de disco. El traumatólogo me dijo que no podía medicarme hasta que no tuviera los resultados del estudio", agregó. Sin más respuestas que las que consiguió en una oficina del PAMI, María del Carmen decidió reclamar a través del 138, la línea "PAMI escucha". "Lo que me contestó la persona que me atendió fue: 'tomesé un calmante hasta que le toque el turno'... ¿cómo me va a decir eso?", opinó indignada.
Impotencia. Eso es lo que María dice que siente frente a lo que le sucedió. No sólo por el turno por el que iba a esperar varios meses, sino porque cada vez que debe ver a un especialista que atiende por el PAMI el tiempo es interminable. "Para el traumatólogo tuve que esperar desde las 9 hasta las tres de la tarde", explicó. Cuando el calvario, como lo describió María del Carmen, se conoció hoy por la mañana a través de la web de LA GACETA, otros foristas comenzaron a relatar historias similares, por ejemplo, turnos con más de cuatro meses de espera para hacerse un dopler.
Otros casos Carolina Bejar, también escribió lo que su mamá, Blanca Lidia Vaca, tiene que padecer. "En enero mi madre, debido a intensos dolores óseos (tiene 68 años y más de seis patologías diagnosticadas y medicadas desde diabetes, arritmia e hipertensión), fue a consultar a un flebólogo y uno de los estudios indicados fue un electromiograma para el cual le dieron turno para marzo", comentó. Además, tuvieron que abonar $200 que hasta el día de hoy el PAMI no les reintegra. "Se le pidió una resonancia que le hicieron recién en marzo, ya que era el turno más cercano. Pero no termina allí, porque estamos en abril y no consigue que un traumatólogo la medique. Vive a calmantes como te sugieren en el 138", remarcó.
Carolina agregó: "Si nuestros padres, abuelos que dependen de la obra social PAMI gozaran de buena salud no llamarían a PAMI escucha, buscando una solución. Del otro lado de la línea la respuesta es siempre que deben ir personalmente. ¿Nadie tiene en cuenta que no es tan fácil trasladarse?".
Cuando LA GACETA le planteó el conflicto al médico René Garay de Prestaciones Médicas del PAMI, aseguró que esos casos se pueden solucionar en la oficina de Córdoba 987. "Hay médicos auditores que ven aquí cuál es el problema, con qué prestador y se lo deriva a otro", aseguró Garay.
La densitometría -dijo- es una estudio sencillo y, mientras tanto al paciente se lo puede ir medicando. "Es mentira que no le pueden dar nada, el estudio es algo complementario al diagnóstico médico", señaló en referencia al caso de María del Carmen.
El profesional reconoció que hay muchos prestadores que no quieren trabajar con PAMI y que las demoras se deben a los cupos que ellos ponen. Pero existe la posibilidad de que en esa oficina le cambien el prestador para que el afiliado no deba esperar tanto tiempo.
"Desde PAMI personal del Departamento de Prestaciones Médicas local, se contactó con el paciente en el domicilio a los efectos de comunicar que se adelantó el turno para la realización del estudio de Desintometria ósea para el día 15 del corriente mes", detalla el comunicado que llegó a LA GACETA.
Esta mañana, con el turno abrochado en el pedido del médico, María no podía salir de su asombro y ofuscación. "Mi esposo aportó toda la vida mientras trabajó como inspector en la dirección de Transporte y ahora una tiene que pasar por esto", dijo. Según contó, las razones que le dieron sobre las demoras era que no había suficientes prestadores.
"Yo no doy más del dolor de huesos, además, tengo hernia de disco. El traumatólogo me dijo que no podía medicarme hasta que no tuviera los resultados del estudio", agregó. Sin más respuestas que las que consiguió en una oficina del PAMI, María del Carmen decidió reclamar a través del 138, la línea "PAMI escucha". "Lo que me contestó la persona que me atendió fue: 'tomesé un calmante hasta que le toque el turno'... ¿cómo me va a decir eso?", opinó indignada.
Impotencia. Eso es lo que María dice que siente frente a lo que le sucedió. No sólo por el turno por el que iba a esperar varios meses, sino porque cada vez que debe ver a un especialista que atiende por el PAMI el tiempo es interminable. "Para el traumatólogo tuve que esperar desde las 9 hasta las tres de la tarde", explicó. Cuando el calvario, como lo describió María del Carmen, se conoció hoy por la mañana a través de la web de LA GACETA, otros foristas comenzaron a relatar historias similares, por ejemplo, turnos con más de cuatro meses de espera para hacerse un dopler.
Otros casos Carolina Bejar, también escribió lo que su mamá, Blanca Lidia Vaca, tiene que padecer. "En enero mi madre, debido a intensos dolores óseos (tiene 68 años y más de seis patologías diagnosticadas y medicadas desde diabetes, arritmia e hipertensión), fue a consultar a un flebólogo y uno de los estudios indicados fue un electromiograma para el cual le dieron turno para marzo", comentó. Además, tuvieron que abonar $200 que hasta el día de hoy el PAMI no les reintegra. "Se le pidió una resonancia que le hicieron recién en marzo, ya que era el turno más cercano. Pero no termina allí, porque estamos en abril y no consigue que un traumatólogo la medique. Vive a calmantes como te sugieren en el 138", remarcó.
Carolina agregó: "Si nuestros padres, abuelos que dependen de la obra social PAMI gozaran de buena salud no llamarían a PAMI escucha, buscando una solución. Del otro lado de la línea la respuesta es siempre que deben ir personalmente. ¿Nadie tiene en cuenta que no es tan fácil trasladarse?".
Cuando LA GACETA le planteó el conflicto al médico René Garay de Prestaciones Médicas del PAMI, aseguró que esos casos se pueden solucionar en la oficina de Córdoba 987. "Hay médicos auditores que ven aquí cuál es el problema, con qué prestador y se lo deriva a otro", aseguró Garay.
La densitometría -dijo- es una estudio sencillo y, mientras tanto al paciente se lo puede ir medicando. "Es mentira que no le pueden dar nada, el estudio es algo complementario al diagnóstico médico", señaló en referencia al caso de María del Carmen.
El profesional reconoció que hay muchos prestadores que no quieren trabajar con PAMI y que las demoras se deben a los cupos que ellos ponen. Pero existe la posibilidad de que en esa oficina le cambien el prestador para que el afiliado no deba esperar tanto tiempo.
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