12 Abril 2013
MÁS CARO. En pocos días, los concejales de la capital llevarán al recinto el pedido de aumento del cospel. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL (ARCHIVO)
El miércoles pasado se cumplió exactamente un mes desde que empezó a circular el rumor sobre el incremento en el precio del cospel. Y esa posibilidad comenzó a cristalizarse ese mismo día, cuando los empresarios del sector nucleados en Aetat ingresaron de manera formal el pedido de aumento: pretenden que el boleto urbano pase a costar $ 4,23; es decir, un 69% más respecto de los $ 2,50 actuales.
No obstante, algunos concejales de la capital ya calificaron de "exorbitante" el pedido del sector, y anunciaron que "de ninguna manera" avalarán que el cospel pase a costar $ 4,23.
Es el caso del edil alperovichista y presidente de la comisión de Transporte, Esteban Dumit, quien expresó que el grupo de trabajo que preside se abocará al estudio del pedido. "De todas maneras tengo una opinión personal sobre la solicitud de aumento. Creo que es exorbitante. Ese es el estudio de costos de ellos y ya lo analizará la comisión a su debido tiempo. No se olviden que la comisión de Transporte tiene en carpeta una serie de reuniones por la modificación de la ordenanza del Sutrappa. La semana que viene están invitados los funcionarios municipales. Le daremos tratamiento en la medida en que vayamos descomprimiendo el trabajo", sostuvo Dumit.
De todas maneras, ayer trascendió que el precio definitivo sería fijado en $ 3, lo que representaría una suba del 20%. Como ocurre cada vez que se incrementa el valor de la ficha, la decisión de conceder el aumento no es potestad del Concejo Deliberante. Ni mucho menos del intendente, Domingo Amaya. El precio definitivo es acordado con la Casa de Gobierno. Justamente, el gobernador José Alperovich opinó ayer sobre el pedido de aumento y dio a entender que no prosperaría el pedido de $ 4,23. "Me parecer una barbaridad. Ya lo vamos a analizar (a la solicitud), pero me parece una barbaridad", señaló.
A fines de febrero, los empresarios agrupados en Aetat comenzaron a tener las primeras conversaciones con funcionarios del Poder Ejecutivo. En esos encuentros se había resuelto que el cospel no podría costar más de $ 3. Tras el debate, llegaron a la conclusión de que un precio superior a los $ 3 podría acarrear graves consecuencias políticas, en un año netamente electoral. Pero como ese acuerdo verbal había llegado antes de las paritarias los empresarios pedirían, ahora, un boleto urbano de $ 3,25 para poder hacer frente a los incrementos salariales que acordaron con el gremio de UTA.
Si bien la mayoría de los concejales capitalinos calificaron de "razonable" una suba del 20%, reconocen que están atados de pies y manos a la hora de definir el monto final. "Lamentablemente no podemos hacer nada. El monto no lo fijamos nosotros. Es la Casa de Gobierno la que decide", se sinceró una fuente del Concejo Deliberante que prefirió mantener en reserva su nombre.
La justificación
El pedido de incremento de Aetat consta de 15 páginas. En ellas, los empresarios expresan que a raíz de la creciente inflación, la actividad se torna insostenible. En el escrito está detallada la cantidad de boletos vendidos por cada una de las 19 empresas que prestan el servicio en la capital, durante 2012 (66 millones de boletos en total). También precisan la cantidad de dinero que recibieron en subsidios, durante noviembre de ese mismo año ($ 10,2 millones entre todas).
En el mismo escrito, los empresarios Cristóbal Cazorla y Ángel Sáez expresaron: "Los sucesivos incrementos habidos en los precios de los distintos componentes del costo de operación de los servicios, desde febrero de 2012, fecha del estudio de costos base de la tarifa vigente, tornan imposible el sostenimiento de una regular prestación, sumados al hecho de que la misma fue, en su oportunidad, injustamente retaceada, fijándola arbitrariamente en un valor sensiblemente inferior al incuestionable resultado del estudio de costos".
No obstante, algunos concejales de la capital ya calificaron de "exorbitante" el pedido del sector, y anunciaron que "de ninguna manera" avalarán que el cospel pase a costar $ 4,23.
Es el caso del edil alperovichista y presidente de la comisión de Transporte, Esteban Dumit, quien expresó que el grupo de trabajo que preside se abocará al estudio del pedido. "De todas maneras tengo una opinión personal sobre la solicitud de aumento. Creo que es exorbitante. Ese es el estudio de costos de ellos y ya lo analizará la comisión a su debido tiempo. No se olviden que la comisión de Transporte tiene en carpeta una serie de reuniones por la modificación de la ordenanza del Sutrappa. La semana que viene están invitados los funcionarios municipales. Le daremos tratamiento en la medida en que vayamos descomprimiendo el trabajo", sostuvo Dumit.
De todas maneras, ayer trascendió que el precio definitivo sería fijado en $ 3, lo que representaría una suba del 20%. Como ocurre cada vez que se incrementa el valor de la ficha, la decisión de conceder el aumento no es potestad del Concejo Deliberante. Ni mucho menos del intendente, Domingo Amaya. El precio definitivo es acordado con la Casa de Gobierno. Justamente, el gobernador José Alperovich opinó ayer sobre el pedido de aumento y dio a entender que no prosperaría el pedido de $ 4,23. "Me parecer una barbaridad. Ya lo vamos a analizar (a la solicitud), pero me parece una barbaridad", señaló.
A fines de febrero, los empresarios agrupados en Aetat comenzaron a tener las primeras conversaciones con funcionarios del Poder Ejecutivo. En esos encuentros se había resuelto que el cospel no podría costar más de $ 3. Tras el debate, llegaron a la conclusión de que un precio superior a los $ 3 podría acarrear graves consecuencias políticas, en un año netamente electoral. Pero como ese acuerdo verbal había llegado antes de las paritarias los empresarios pedirían, ahora, un boleto urbano de $ 3,25 para poder hacer frente a los incrementos salariales que acordaron con el gremio de UTA.
Si bien la mayoría de los concejales capitalinos calificaron de "razonable" una suba del 20%, reconocen que están atados de pies y manos a la hora de definir el monto final. "Lamentablemente no podemos hacer nada. El monto no lo fijamos nosotros. Es la Casa de Gobierno la que decide", se sinceró una fuente del Concejo Deliberante que prefirió mantener en reserva su nombre.
La justificación
El pedido de incremento de Aetat consta de 15 páginas. En ellas, los empresarios expresan que a raíz de la creciente inflación, la actividad se torna insostenible. En el escrito está detallada la cantidad de boletos vendidos por cada una de las 19 empresas que prestan el servicio en la capital, durante 2012 (66 millones de boletos en total). También precisan la cantidad de dinero que recibieron en subsidios, durante noviembre de ese mismo año ($ 10,2 millones entre todas).
En el mismo escrito, los empresarios Cristóbal Cazorla y Ángel Sáez expresaron: "Los sucesivos incrementos habidos en los precios de los distintos componentes del costo de operación de los servicios, desde febrero de 2012, fecha del estudio de costos base de la tarifa vigente, tornan imposible el sostenimiento de una regular prestación, sumados al hecho de que la misma fue, en su oportunidad, injustamente retaceada, fijándola arbitrariamente en un valor sensiblemente inferior al incuestionable resultado del estudio de costos".
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