11 Abril 2013
PARÍS.- El presidente de Francia, François Hollande, propuso acabar con los paraísos fiscales "en Europa y todo el mundo" y aseguró ayer que considerará como tal a cualquier país que se niegue a compartir información y a colaborar con el suyo contra el blanqueo de dinero surgido de delitos o de la corrupción política. Para ello, exigió a los bancos franceses que "hagan pública la lista de todas las filiales en el mundo y en nuestro país".
El mandatario pretende que la medida se aplique "a nivel europeo". "Quiero que Europa se dé cuenta de que debe acabar ya con prácticas que jamás debieron existir", afirmó, en un intento de frenar las consecuencias del escándalo del ex ministro de Presupuesto, Jérôme Cahuzac, quien dimitió después de negar durante meses que tuviera cuentas en el extranjero, que finalmente fueron descubiertas. El ex funcionario está procesado por la Justicia por fraude fiscal.
En ese sentido, Hollande anunció la inminente presentación de un proyecto de ley para moralizar la vida política. "Seré implacable, fui electo sobre la voluntad de instaurar una República ejemplar. Créanme, me sentí herido, golpeado, incluso abatido por todo lo que pasó (con Cahuzac)", dijo en un mensaje desde el palacio presidencial de los Campos Elíseos.
"Hay que asegurar su transparencia, y para eso designaré a una alta autoridad independiente para controlar el patrimonio de todos los integrantes del Gobierno y evitar cualquier conflicto de interés", agregó. Luego le advirtió a su gabinete que nadie "puede poner en duda la orientación política" de su gestión.
La referencia tuvo un destinatario directo: el ministro de Industria, Arnaoud Montebourg, quien ayer le dijo al diario Le Monde que "la política de austeridad en Francia y en Europa nos llevará directo a la debacle".
Un sondeo publicado el domingo por "Le Journal du Dimanche", arrojó que el 77% de los franceses consultados consideran que la clase política es corrupta. (Télam)
El mandatario pretende que la medida se aplique "a nivel europeo". "Quiero que Europa se dé cuenta de que debe acabar ya con prácticas que jamás debieron existir", afirmó, en un intento de frenar las consecuencias del escándalo del ex ministro de Presupuesto, Jérôme Cahuzac, quien dimitió después de negar durante meses que tuviera cuentas en el extranjero, que finalmente fueron descubiertas. El ex funcionario está procesado por la Justicia por fraude fiscal.
En ese sentido, Hollande anunció la inminente presentación de un proyecto de ley para moralizar la vida política. "Seré implacable, fui electo sobre la voluntad de instaurar una República ejemplar. Créanme, me sentí herido, golpeado, incluso abatido por todo lo que pasó (con Cahuzac)", dijo en un mensaje desde el palacio presidencial de los Campos Elíseos.
"Hay que asegurar su transparencia, y para eso designaré a una alta autoridad independiente para controlar el patrimonio de todos los integrantes del Gobierno y evitar cualquier conflicto de interés", agregó. Luego le advirtió a su gabinete que nadie "puede poner en duda la orientación política" de su gestión.
La referencia tuvo un destinatario directo: el ministro de Industria, Arnaoud Montebourg, quien ayer le dijo al diario Le Monde que "la política de austeridad en Francia y en Europa nos llevará directo a la debacle".
Un sondeo publicado el domingo por "Le Journal du Dimanche", arrojó que el 77% de los franceses consultados consideran que la clase política es corrupta. (Télam)
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