31 Marzo 2013
SEÚL.- El régimen de Corea del Norte aseguró que ha entrado en "estado de guerra" con su vecino meridional, continuando con la escalada de dura retórica contra Corea del Sur y Estados Unidos, aunque distintas fuentes oficiales sudcoreanas y de su aliado restaron importancia al comunicado y lo consideraron poco más que un lenguaje fuerte. Pyongyang amenazó con cerrar la zona industrial fronteriza, el último ejemplo remanente de cooperación intercoreana que da al empobrecido norte acceso a U$S 2.000 millones en comercio al año. Estados Unidos dijo que toma con seriedad las amenazas del gobierno estalinista, pero advirtió que Corea del Norte tiene un largo historial de retórica beligerante. Las tensiones han escalado desde que el nuevo y joven líder, Kim Jong-un, ordenó una tercera prueba con armas nucleares en febrero, violando sanciones de la ONU e ignorando advertencias de su único gran aliado, China, de que no lo hiciera.
"Desde este momento, las relaciones entre Norte y Sur entrarán en estado de guerra y todos los temas que se planteen entre Norte y Sur se manejarán en consecuencia", advirtió un comunicado divulgado por la agencia de noticias oficial KCNA. El comunicado fue emitido de manera conjunta con el Gobierno, el partido gobernante y sus principales organizaciones.
Pero, el Gobierno surcoreano planteó que no existe nada nuevo en ese informe como para causar una alarma particular. "El comunicado de Corea del Norte no es una nueva amenaza, sino la continuación de amenazas provocativas", indicó el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.
El líder norcoreano firmó el viernes una orden que ponía a sus unidades de misiles en alerta para atacar a las bases militares de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, después de que Washington hizo volar dos bombarderos con capacidad nuclear e invisibles a los radares sobre la península, en inusual exhibición de fuerza.
Funcionarios estadounidenses dijeron que los bombarderos B-2 realizaban una misión diplomática que apuntaba a tranquilizar a sus aliados Corea del Sur y Japón e intentar presionar a Pyongyang para que retorne al diálogo, aunque no existen garantías de que Kim hubiese recibido el mensaje que se pretendía dar.
Corea del Norte y Corea del Sur han estado técnicamente en guerra durante seis décadas, debido a que su conflicto de 1950 a 1953 terminó con un armisticio y no con un acuerdo de paz. A pesar de las amenazas, pocas personas las consideran como un indicio de que norcorea se arriesgará a una derrota casi segura al reiniciar una guerra abierta. No hubo señales de actividad inusual en el Ejército norcoreano ni nada que sugiera una agresión inmediata. La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Caitlin Hayden, advirtió que el anuncio siguió un "patrón familiar" de retórica. Rusia, que a menudo modera sus críticas a Corea del Norte -un estado cliente de la era soviética- con llamados a Estados Unidos y a Corea del Sur a no realizar acciones beligerantes, advirtió que le recurrencia de la guerra era inaceptable. China ha llamado reiteradas veces a ejercer la mesura en la península. (Reuters)
"Desde este momento, las relaciones entre Norte y Sur entrarán en estado de guerra y todos los temas que se planteen entre Norte y Sur se manejarán en consecuencia", advirtió un comunicado divulgado por la agencia de noticias oficial KCNA. El comunicado fue emitido de manera conjunta con el Gobierno, el partido gobernante y sus principales organizaciones.
Pero, el Gobierno surcoreano planteó que no existe nada nuevo en ese informe como para causar una alarma particular. "El comunicado de Corea del Norte no es una nueva amenaza, sino la continuación de amenazas provocativas", indicó el Ministerio de Unificación de Corea del Sur.
El líder norcoreano firmó el viernes una orden que ponía a sus unidades de misiles en alerta para atacar a las bases militares de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, después de que Washington hizo volar dos bombarderos con capacidad nuclear e invisibles a los radares sobre la península, en inusual exhibición de fuerza.
Funcionarios estadounidenses dijeron que los bombarderos B-2 realizaban una misión diplomática que apuntaba a tranquilizar a sus aliados Corea del Sur y Japón e intentar presionar a Pyongyang para que retorne al diálogo, aunque no existen garantías de que Kim hubiese recibido el mensaje que se pretendía dar.
Corea del Norte y Corea del Sur han estado técnicamente en guerra durante seis décadas, debido a que su conflicto de 1950 a 1953 terminó con un armisticio y no con un acuerdo de paz. A pesar de las amenazas, pocas personas las consideran como un indicio de que norcorea se arriesgará a una derrota casi segura al reiniciar una guerra abierta. No hubo señales de actividad inusual en el Ejército norcoreano ni nada que sugiera una agresión inmediata. La portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, Caitlin Hayden, advirtió que el anuncio siguió un "patrón familiar" de retórica. Rusia, que a menudo modera sus críticas a Corea del Norte -un estado cliente de la era soviética- con llamados a Estados Unidos y a Corea del Sur a no realizar acciones beligerantes, advirtió que le recurrencia de la guerra era inaceptable. China ha llamado reiteradas veces a ejercer la mesura en la península. (Reuters)