30 Marzo 2013
NICOSIA.- La República de Chipre no abandonará la Eurozona, aseguró ayer el presidente del pequeño país del Mediterráneo, Nikos Anastasiades. La afirmación del mandatario se concretó en una jornada en la que los bancos del país abrieron sus puertas en horario normal. "El gobierno no permitirá de modo alguno experimentos con el futuro del país", dijo Anastasiades, acusando a sus socios del bloque de hacer "demandas sin precedente" que obligaron a Chipre a convertirse en un ensayo.
El presidente reaccionó de esa forma a los diversos rumores y también a las declaraciones de algunos políticos, que indicaron que el gobierno estuvo pensando en la opción de salir del euro la semana pasada. Explicó que se ha sorteado el peligro de la bancarrota y que la situación "está bajo control".
El presidente señaló, además, que "el corralito" o los límites al movimiento de capital se levantará gradualmente. Las medidas, que incluyen la retirada diaria de 300 euros (U$S 384), la prohibición de cobrar cheques y un límite de 1.000 euros para salir del país, comenzaron a aplicarse el jueves.
Los bancos abrieron ayer de manera regular, en el segundo día de operaciones tras casi dos semanas de cierre, sin que hubiera grandes aglomeraciones en las sucursales. El jueves reanudaron su actividad en horario reducido con las severas restricciones al movimiento de capital impuestas por el gobierno para evitar una fuga masiva de fondos. Se calculó que en el primer día de operaciones se sacaron unos 300 millones de euros, una tercera parte de lo que se sacó en un día normal antes de la crisis, según los expertos.
Por otro lado, la Fiscalía en Chipre investigará informes que involucran a políticos y empresarios que supuestamente obtuvieron créditos de bancos locales y que no fueron cancelados o lo hicieron sólo parcialmente. (DPA)
El presidente reaccionó de esa forma a los diversos rumores y también a las declaraciones de algunos políticos, que indicaron que el gobierno estuvo pensando en la opción de salir del euro la semana pasada. Explicó que se ha sorteado el peligro de la bancarrota y que la situación "está bajo control".
El presidente señaló, además, que "el corralito" o los límites al movimiento de capital se levantará gradualmente. Las medidas, que incluyen la retirada diaria de 300 euros (U$S 384), la prohibición de cobrar cheques y un límite de 1.000 euros para salir del país, comenzaron a aplicarse el jueves.
Los bancos abrieron ayer de manera regular, en el segundo día de operaciones tras casi dos semanas de cierre, sin que hubiera grandes aglomeraciones en las sucursales. El jueves reanudaron su actividad en horario reducido con las severas restricciones al movimiento de capital impuestas por el gobierno para evitar una fuga masiva de fondos. Se calculó que en el primer día de operaciones se sacaron unos 300 millones de euros, una tercera parte de lo que se sacó en un día normal antes de la crisis, según los expertos.
Por otro lado, la Fiscalía en Chipre investigará informes que involucran a políticos y empresarios que supuestamente obtuvieron créditos de bancos locales y que no fueron cancelados o lo hicieron sólo parcialmente. (DPA)
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