COMPILACIÓN
NACÍ
GEORGES PEREC
(Eterna Cadencia - Buenos Aires)
Los textos de Georges Perec son como pociones mágicas. Se construyen alrededor de objetos o anécdotas triviales que adquieren propiedades sagradas. Cada texto es un pequeño templo con un altar. En ese altar se amontonan lugares y nimiedades con el afán de registro obsesivo del coleccionista o la impunidad del ladrón. Todo en su mundo es un secreto y, al mismo tiempo, un juego que tiene que ver con esos juegos primeros de la infancia: el amor, la tristeza, las escondidas en el paisaje urbano y una profunda soledad. "Oculta a tu Dios, Él es tu fuerza", recomienda a los poetas Paul Valery. Podríamos decir que Perec ha escuchado con fruición la sugerencia de Valery: el centro de sus textos se mantiene fuera de la vista. Hablar minuciosamente de los objetos y explorar de un modo absolutamente particular las distintas "especies de espacios" son modos de hablar de sus propias pasiones sin mencionarlas.
Tal como nos informa Jorge Fobrebrider -traductor y autor de las notas y el prólogo del volumen- Nací es un material que viene a sumarse a ese juego de piezas dispersas que constituirían "la obra" de Perec: 18 volúmenes que se publicaron póstumamente luego de la prematura muerte del autor en 1982 sumados a los 17 que este ya había publicado en vida. Aunque en el prólogo Fondebrider intenta darle cierto orden y unicidad al material reunido reponiendo datos de la biografía y del proyecto creador de Perec, Nací es un libro claramente desparejo.
Un libro que deja al lector por momentos deseoso de más y por momentos abiertamente decepcionado.
Los textos recopilados en Nací pertenecen a distintos momentos de la trayectoria del autor y son muy distintos unos de otros: relatos, nota crítica, esbozo de un nuevo libro, carta programática, texto escrito para radio y así, la lista continúa. Claro que entre las diez piezas seleccionadas siguiendo el tiempo de una vida hay destellos luminosos como los de El salto en paracaídas o Ellis Island. Descripción de un proyecto. Aquí, el lector puede obtener un vistazo del modo en que Perec trabajaba la memoria y el olvido, los temas que le interesaban y los sentidos en que concebía lo autobiográfico: como una serie de esquirlas o cuartos secretos que existen en cada uno de nosotros. Esos cuartos están saturados de objetos, hay muy poca luz. En una cama alguien yace con el rostro vuelto hacia la pared. En su cabeza, hay más cuartos.
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DENISE LEON