28 Marzo 2013
CUENTA LOS DÍAS. Deolinda no ve la hora de ingresar al mundo de los sonidos para dejar de comunicarse con el lenguaje de señas. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
En el Hospital Regional de Concepción, médicos tucumanos colocaron un implante coclear a Deolinda María Luz Gabri, de 10 años. Fue la primera intervención de este tipo realizada en el interior de la provincia. La niña recuperará la audición que había perdido a los 18 meses de vida, después de sufrir meningitis bacteriana. "La operamos del oído izquierdo porque en la evaluación auditiva mostró mejor respuesta a los ruidos y esto le permitirá aprender a hablar mucho más rápido", explicó el doctor Mario Kahan, jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Padilla y del equipo que operó a la niña.
Los padres de Deolinda, Alejandra Ramos (28 años) y Sergio Gabri (31) lamentaron haber deambulado por varios médicos "perdiendo tanto tiempo".
- ¿Cuándo se dieron cuenta de que había quedado sorda?
- Apenas la sacamos del hospital -respondió la mamá- su abuela Blanca nos dijo: "me parece que no escucha". Entonces comenzamos a hacer ruidos, a llamarla, pero no respondía. Parecía estar ausente y muy triste. Ahí comenzó nuestra peregrinación... El doctor Manuel Sosa -jefe de Otorrinolaringología del hospital de Concepción- nos pidió que le hiciéramos estudios específicos (potenciales evocados auditivos) para constatar la pérdida auditiva. Deolinda tenía que permanecer dormida (sin anestesia) para la prueba y no lo lográbamos. Después de un tiempo conseguimos que se durmiera, y el estudio confirmó la sospecha: "perdió la audición", nos dijeron,
"Lo importante -razonó la madre- es que ya le colocaron el implante que nos dio el Ministerio de Salud de la Provincia. Dentro de unas semanas la audióloga Margarita Pastoriza Ferro comenzará con la rehabilitación".
Deolinda domina la lengua de señas que aprendió a corta edad y le permitió terminar jardín de 4 y de 5 años y asistir a la escuela para sordos Próspero García. Ya les advirtió a sus padres que no usará más las señas para comunicarse. "Quiero oír para aprender a hablar como todos...", les repite y les dice que no ve la hora de que le coloquen el procesador de lenguaje.
Además de Kahan y Sosa, de la cirugía participaron los doctores Rubén Fernández Atruejo, Javier Cruz y Belén Sánchez.
Los padres de Deolinda, Alejandra Ramos (28 años) y Sergio Gabri (31) lamentaron haber deambulado por varios médicos "perdiendo tanto tiempo".
- ¿Cuándo se dieron cuenta de que había quedado sorda?
- Apenas la sacamos del hospital -respondió la mamá- su abuela Blanca nos dijo: "me parece que no escucha". Entonces comenzamos a hacer ruidos, a llamarla, pero no respondía. Parecía estar ausente y muy triste. Ahí comenzó nuestra peregrinación... El doctor Manuel Sosa -jefe de Otorrinolaringología del hospital de Concepción- nos pidió que le hiciéramos estudios específicos (potenciales evocados auditivos) para constatar la pérdida auditiva. Deolinda tenía que permanecer dormida (sin anestesia) para la prueba y no lo lográbamos. Después de un tiempo conseguimos que se durmiera, y el estudio confirmó la sospecha: "perdió la audición", nos dijeron,
"Lo importante -razonó la madre- es que ya le colocaron el implante que nos dio el Ministerio de Salud de la Provincia. Dentro de unas semanas la audióloga Margarita Pastoriza Ferro comenzará con la rehabilitación".
Deolinda domina la lengua de señas que aprendió a corta edad y le permitió terminar jardín de 4 y de 5 años y asistir a la escuela para sordos Próspero García. Ya les advirtió a sus padres que no usará más las señas para comunicarse. "Quiero oír para aprender a hablar como todos...", les repite y les dice que no ve la hora de que le coloquen el procesador de lenguaje.
Además de Kahan y Sosa, de la cirugía participaron los doctores Rubén Fernández Atruejo, Javier Cruz y Belén Sánchez.
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