Hay tres tipos de virus de gripe o influenza (grupo A, B y C). Los dos primeros son los más importantes como agentes productores de la gripe estacional. Estos sufren, a menudo, pequeños cambios genéticos que obligan a formular cada año vacunas adaptadas. Por eso, entre otras razones, es necesario que la gente se vacune todos los años.
Esto se desprende de un informe de la consultara Mauro & Estomba, puesto a disposición de LA GACETA, recientemente. La nota contó con el asesoramiento de la doctora Angela Gentile, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría y miembro de la Comisión Nacional de Inmunizaciones.
De acuerdo a la publicación, la gripe es una enfermedad fundamentalmente respiratoria, con mayor riesgo de hospitalización, complicación y muerte en los grupos de alto riesgo. Entre las derivaciones más frecuentes se encuentran la neumonitis, la neumonía bacteriana y la descompensación por enfermedades crónicas cardiopulmonares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda cada año las cepas a incluir en la vacuna estacional. La recomendación para 2013 en el hemisferio sur incluye protección contra la nueva cepa H3N2 que circulará durante esta temporada. Así las cosas,la vacuna trivalente para 2013 está compuesta por las siguientes cepas:
Cepa análoga a A/California/07/2009 (H1N1).
Cepa análoga a A/Victoria/361/2011 (H3N2).
Cepa análoga a B/Wisconsin/01/2010 (linaje Yamagata).
La única que se repite respecto de las temporadas previas para la zona es la cepa pandémica H1N1.
La vacuna antigripal es una herramienta decisiva para proteger a quien se vacuna de la enfermedad en forma total o parcial, de acuerdo a los dichos de Gentile. Además, contribuye a limitar la circulación viral en la comunidad. Es en este contexto que la vacunación antigripal constituye una acción de salud preventiva de interés nacional prioritario.
Es importante no diferir la vacunación, sobre todo en los niños menores de dos años y en los mayores que pertenezcan a grupos de riesgo. Se debe aplicar la vacuna antigripal lo antes posible, a fin de proteger a la mayor cantidad de población vulnerable antes de que comience a circular el virus.
¿Cómo prevenir la enfermedad?
· Cubrir la boca y la nariz con un pañuelo descartable al toser o estornudar.
· Evitar toser o estornudar sobre las manos. En caso de no portar pañuelo, hacerlo sobre el antebrazo o brazo.
· Lavarse las manos con agua y jabón o con gel alcohólico en forma frecuente, en especial luego de toser o estornudar,
· Evitar tocarse la nariz, ojos o la boca luego de tocar otras superficies.
· Evitar contacto cercano con personas con síntomas de gripe.
· Mantener los ambientes limpios y ventilados.
¿Por qué hay que vacunarse?
Ernesto José Ways, jefe de la División de Salud Respiratoria del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), no duda en afirmar que es imprescindibe vacunarse, sobre todo, quienes están comprendidos en las poblaciones de riesgo. "Hay que hacerlo porque ya se inició el ciclo de incremento de las patologías respiratorias", este es un dato clave, dijo.
"Existen enfermedades que son desencadenadas por el virus de la Influenza, como la gripe, que pueden poner en riesgo a los recién nacidos, a quienes padecen de otro tipo de patologías y, por lo tanto, tienen defensas bajas, y a ancianos. Para ellos, el mejor modo de prevenirse es con la dósis que garantiza el Ministerio de Salud en esta época de año", explicó.
¿Si me vacuno, me enfermo?
"Este es un viejo mito. Algunos creen que a poco de recibir la dósis, seguro se enfermarán de gripe, pero no es así. Puede ocurrir que hasta que la vacuna haga efecto -alrededor de 15 días- la persona ya tenga el virus y lo desarrolle. Sin embargo, los informes del Registro nacional de Efectos No Deseados de la vacuna, del Ministerio de Salud de la Nación, indican que prácticamente no existen consecuencias negativas", señaló Ways. LA GACETA