BUENOS AIRES. Guillermo Francella conoció su historia y no lo dudó ni un segundo. Enzo Romano intentó quitarse la vida con un tiro en la cabeza el 17 de febrero de 2012, a los 16 años . A causa de la bala que quedó alojada en su cabeza sufre un daño cerebral y, milagrosamente, se recupera gracias a la risa.
Hasta fines del año pasado las únicas reacciones que el joven había mostrado eran abrir y cerrar de ojos o un apriete de manos. Hasta que un día, mirando los programas de Guillermo Francella, comenzó primero a sonreír y luego a reír con ganas. Desde entonces es el estímulo su recuperación.
En una nota que publicó el diario
Clarín, su ídolo fue, junto a su hija, hasta el Instituto Médico de Alta Complejidad, en Once donde lo recibió el padre de Enzo y le agradeció por "el milagro".
Cuando sus padres le decían a Enzo: “¡Mirá quién te vino a ver!”, el joven revoloteaba su mirada, expresando nerviosismo. Francella captó su atención y cómplice le marcó: “¡El revuelo que armamos! No te vine a ver antes porque estoy grabando una película, Corazón de León”, y le mostró una imagen de su celular.
"Tenía muchas ganas de conocerte, de mirarte a la cara, desearte con el corazón que te recuperes. Poné fuerza, ganas. De eso se trata. Hay que pelearla todos los días. Tenés que creer en vos, acordate. Vas a ver. Creer en los médicos, en tus papás, en tu hermana. Estoy convencido, con esperanza uno cambia. Ponele fuerza, vas a ver”, fueron las palabras de Francella para Enzo.
Aunque hoy por hoy los médicos y los familiares del joven no pueden vaticinar algo concreto en referencia a qué progresos se lograrán en el tratamiento, hay un dato inobjetable: hace poco más de un año, todos se preguntaban si Enzo lograría sobrevivir al difícil cuadro que enfrentaba. Ahora, la duda es hasta qué punto podrá volver a caminar y recuperar el habla. Un gesto de grandeza. LA GACETA