21 Marzo 2013
JOVIAL. Roussef y el Papa se saludan. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue ayer la primera jefa de Estado en ser recibida por el Papa Francisco.Al salir de la reunión, la mandataria bromeó con los periodistas argentinos y les dijo que tienen la suerte de que fuera escogido un Pontífice de su país, pero que "Dios es brasileño".
El encuentro entre Rousseff y el argentino Jorge Bergoglio, elegido Papa en el cónclave de la semana pasada, duró cerca de 20 minutos. La presidenta comentó posteriormente que la reunión fue distendida y que la autoridad eclesiástica habló en "portuñol", según declaraciones entregadas por la Secretaría de Prensa de Brasil.
Al ser consultada por un cronista argentino sobre la nacionalidad de Francisco, respondió: "Tienen mucha suerte porque es un gran Papa, pero como nuestra gente dice, el Papa será argentino, pero Dios es brasileño".
Bergoglio también le confirmó que pretende viajar a la ciudad de Aparecida, en Sao Paulo, a la Basílica de Nuestra Señora Aparecida -considerado el santuario más grande del mundo dedicado a la Virgen María-, luego de que participe en la Jornada Mundial de la Juventud que se desarrollará en julio, en Río de Janeiro.
Rousseff dijo que el Sumo Pontífice conoce la política social de su Gobierno. "Tiene un gran compromiso con los pobres, lo que hace que la relación (del Santo Padre) con Brasil sea (...) muy importante para nosotros", dijo Rousseff. (Especial)
El encuentro entre Rousseff y el argentino Jorge Bergoglio, elegido Papa en el cónclave de la semana pasada, duró cerca de 20 minutos. La presidenta comentó posteriormente que la reunión fue distendida y que la autoridad eclesiástica habló en "portuñol", según declaraciones entregadas por la Secretaría de Prensa de Brasil.
Al ser consultada por un cronista argentino sobre la nacionalidad de Francisco, respondió: "Tienen mucha suerte porque es un gran Papa, pero como nuestra gente dice, el Papa será argentino, pero Dios es brasileño".
Bergoglio también le confirmó que pretende viajar a la ciudad de Aparecida, en Sao Paulo, a la Basílica de Nuestra Señora Aparecida -considerado el santuario más grande del mundo dedicado a la Virgen María-, luego de que participe en la Jornada Mundial de la Juventud que se desarrollará en julio, en Río de Janeiro.
Rousseff dijo que el Sumo Pontífice conoce la política social de su Gobierno. "Tiene un gran compromiso con los pobres, lo que hace que la relación (del Santo Padre) con Brasil sea (...) muy importante para nosotros", dijo Rousseff. (Especial)
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