20 Marzo 2013
MUY FELIZ. A Fernando Lobo lo invade la emoción. Lleva en su libro la firma del Papa. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
El diálogo, la experiencia y la fe confluyen en el que, tal vez, haya sido el último libro que Jorge Bergoglio firmó siendo arzobispo de Buenos Aires. "Tú eres mi prójimo" terminó de imprimirse a fines del año pasado. En la página siete de ese libro se lee: "el testimonio de tantos hombres y mujeres que siguen de cerca a Jesucristo edifica la Iglesia, la hace crecer. Precisamente porque la Iglesia crece por atracción y no por proselitismo". Debajo de ese prólogo breve, que ocupa menos de una carilla, está impreso el nombre del cardenal al que hoy todos conocen como el papa Francisco.
El sacerdote Fernando Lobo es el autor de este libro que reúne 11 diálogos con curas de distintas arquidiócesis argentinas. Según afirmó, conoció a Bergoglio cuando cursaba sus estudios para el sacerdocio en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires.
"Fernando Lobo ha querido ofrecernos figuras prebisterales que se esfuerzan, con su cotidiano seguir a Jesús, en proclamar el evangelio y trabajar en la edificación de la Iglesia", agrega Bergoglio en el prólogo. A pesar de esto, el padre Lobo no se considera un amigo cercano del Papa. "Lo conozco y compartí muchos momentos con él, pero no puedo decir que soy su amigo. Él tiene el mismo trato amable con todos. Además, él era el arzobispo de la diócesis en la que estaba", señaló.
Lo cierto es que el libro que Lobo lleva en sus manos, y que estará a la venta en toda la provincia, fue firmado por el primer Pontífice americano en la historia de la Iglesia. Ese mismo religioso con el que compartió rondas de mates y al que escuchó hacer bromas cuando el fútbol y la ocasión de un triunfo de San Lorenzo de Almagro -equipo del que Francisco es hincha- se cruzaban en el medio de una charla.
Bergoglio aceptó leer el borrador que reúne el trabajo de los años como seminarista de Lobo. Entre las entrevistas resalta una que dice: "Reseñas de un cura villero". Y el protagonista de ese relato no podía ser otro que el reconocido sacerdote José "Pepe" Di Paola, que recorre hace más de 13 años la Villa 21-24 de Barracas, en Capital Federal. "El padre Bergoglio acompañó e incentivó en todo momento el trabajo en las villas. Incluso ayudó al padre Pepe cuando tuvo que dejar su parroquia porque había sido amenazado de muerte por participar en un informe que denunciaba a una banda que traficaba paco", remarcó Lobo.
El autor del libro es oriundo de Concepción. Abandonó su ciudad hace más de 12 años. En Buenos Aires descubrió su vocación por el sacerdocio y ahora este sonriente tucumano camina sabiendo que su trabajo lleva la firma nada menos que del Papa. "Cuando lo pienso siento que es una locura -confiesa-. Estoy muy feliz".
El sacerdote Fernando Lobo es el autor de este libro que reúne 11 diálogos con curas de distintas arquidiócesis argentinas. Según afirmó, conoció a Bergoglio cuando cursaba sus estudios para el sacerdocio en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires.
"Fernando Lobo ha querido ofrecernos figuras prebisterales que se esfuerzan, con su cotidiano seguir a Jesús, en proclamar el evangelio y trabajar en la edificación de la Iglesia", agrega Bergoglio en el prólogo. A pesar de esto, el padre Lobo no se considera un amigo cercano del Papa. "Lo conozco y compartí muchos momentos con él, pero no puedo decir que soy su amigo. Él tiene el mismo trato amable con todos. Además, él era el arzobispo de la diócesis en la que estaba", señaló.
Lo cierto es que el libro que Lobo lleva en sus manos, y que estará a la venta en toda la provincia, fue firmado por el primer Pontífice americano en la historia de la Iglesia. Ese mismo religioso con el que compartió rondas de mates y al que escuchó hacer bromas cuando el fútbol y la ocasión de un triunfo de San Lorenzo de Almagro -equipo del que Francisco es hincha- se cruzaban en el medio de una charla.
Bergoglio aceptó leer el borrador que reúne el trabajo de los años como seminarista de Lobo. Entre las entrevistas resalta una que dice: "Reseñas de un cura villero". Y el protagonista de ese relato no podía ser otro que el reconocido sacerdote José "Pepe" Di Paola, que recorre hace más de 13 años la Villa 21-24 de Barracas, en Capital Federal. "El padre Bergoglio acompañó e incentivó en todo momento el trabajo en las villas. Incluso ayudó al padre Pepe cuando tuvo que dejar su parroquia porque había sido amenazado de muerte por participar en un informe que denunciaba a una banda que traficaba paco", remarcó Lobo.
El autor del libro es oriundo de Concepción. Abandonó su ciudad hace más de 12 años. En Buenos Aires descubrió su vocación por el sacerdocio y ahora este sonriente tucumano camina sabiendo que su trabajo lleva la firma nada menos que del Papa. "Cuando lo pienso siento que es una locura -confiesa-. Estoy muy feliz".
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