20 Marzo 2013
CONTRA LA IMPUNIDAD. El 26 de febrero, Alberto Lebbos encabezó una marcha a la plaza Independencia. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL (ARCHIVO)
El fiscal Carlos Albaca rendirá cuentas esta semana ante la Corte Suprema de Justicia por el caso Paulina Lebbos. El informe sobre el expediente, con más de siete años, fue desempolvado en la fiscalía de Instrucción de la II° Nominación, para mostrar qué se hizo, cómo se hizo y si estuvo bien lo realizado hasta ahora.
La orden le fue dada al fiscal Alcaba a partir de los reclamos de Alberto Lebbos contra la impunidad, al cumplirse siete años del crimen de su hija. "No sabemos qué pasa con la causa, el fiscal Albaca no permite que la veamos. No hay avances, sólo hay mentiras y encubrimientos", había vociferado el padre de Paulina durante una marcha realizada el 26 de febrero en la plaza Independencia.
Ante esa situación, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Antonio Estofán, se reunió con el ministro Fiscal Luis De Mitri y le solicitó que instruyera al fiscal en lo Penal de Instrucción de la II° Nominación para que de una información amplia de las actuaciones procesales que se han llevado a cabo en la investigación de la muerte de Paulina.
En ese sentido, Estofán consideró "indispensable" ese accionar, "dado el tiempo transcurrido desde que ocurrió el hecho y el secreto del sumario mantenido hasta la fecha, del que deberá ser relevado el Fiscal de Instrucción actuante en razón de la necesidad de conocimiento manifestada por la comunidad".
Ahora, Albaca tiene el informe en sus manos para presentarlo ante sus autoridades del Poder Judicial. La decisión de la Corte Suprema de requerirle esa información al fiscal descomprimió en parte las críticas que se concentraron contra el poder político y judicial. Cabe recordar que en esta causa, todos las personas que prestaron declaración lo hicieron en carácter de testigo y no hay ningún imputado ni detenido por la muerte de la joven que había salido a bailar con una amiga en la zona del ex Abasto y nunca más regresó a su casa.
En febrero de 2006, cuando ocurrió el asesinato de Paulina, había otros nombres en la cúpula policial y en el área de investigación. De manera que, ahora, quienes revisaron los documentos no tiene nada que ver con aquellos investigadores.
Una alta fuente judicial confirmó que hay evidencias que todavía están preservadas. En ese sentido se verá si en adelante se puede avanzar más a fondo la causa. La decisión del alto tribunal es que se continuará con la investigación en base a los elementos que en aquel momento no le habían dado importancia y que ahora se le dará mayor relevancia.
En aquel momento, llegaron a Tucumán los peritos de organismos nacionales como la Gendarmería y la Policía Federal. El desprestigio que recaía sobre la policía local motivó a Alberto Lebbos a pedir ayuda a la Nación. Ahora retomará su función la Policía tucumana para intentar hallar las respuestas que hace más de siete años esperan los familiares de Paulina.
La orden le fue dada al fiscal Alcaba a partir de los reclamos de Alberto Lebbos contra la impunidad, al cumplirse siete años del crimen de su hija. "No sabemos qué pasa con la causa, el fiscal Albaca no permite que la veamos. No hay avances, sólo hay mentiras y encubrimientos", había vociferado el padre de Paulina durante una marcha realizada el 26 de febrero en la plaza Independencia.
Ante esa situación, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, Antonio Estofán, se reunió con el ministro Fiscal Luis De Mitri y le solicitó que instruyera al fiscal en lo Penal de Instrucción de la II° Nominación para que de una información amplia de las actuaciones procesales que se han llevado a cabo en la investigación de la muerte de Paulina.
En ese sentido, Estofán consideró "indispensable" ese accionar, "dado el tiempo transcurrido desde que ocurrió el hecho y el secreto del sumario mantenido hasta la fecha, del que deberá ser relevado el Fiscal de Instrucción actuante en razón de la necesidad de conocimiento manifestada por la comunidad".
Ahora, Albaca tiene el informe en sus manos para presentarlo ante sus autoridades del Poder Judicial. La decisión de la Corte Suprema de requerirle esa información al fiscal descomprimió en parte las críticas que se concentraron contra el poder político y judicial. Cabe recordar que en esta causa, todos las personas que prestaron declaración lo hicieron en carácter de testigo y no hay ningún imputado ni detenido por la muerte de la joven que había salido a bailar con una amiga en la zona del ex Abasto y nunca más regresó a su casa.
En febrero de 2006, cuando ocurrió el asesinato de Paulina, había otros nombres en la cúpula policial y en el área de investigación. De manera que, ahora, quienes revisaron los documentos no tiene nada que ver con aquellos investigadores.
Una alta fuente judicial confirmó que hay evidencias que todavía están preservadas. En ese sentido se verá si en adelante se puede avanzar más a fondo la causa. La decisión del alto tribunal es que se continuará con la investigación en base a los elementos que en aquel momento no le habían dado importancia y que ahora se le dará mayor relevancia.
En aquel momento, llegaron a Tucumán los peritos de organismos nacionales como la Gendarmería y la Policía Federal. El desprestigio que recaía sobre la policía local motivó a Alberto Lebbos a pedir ayuda a la Nación. Ahora retomará su función la Policía tucumana para intentar hallar las respuestas que hace más de siete años esperan los familiares de Paulina.
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