19 Marzo 2013
ROTUNDO NO. Las protestas se hicieron escuhar. FOTO TOMADA DE ABC.ES
NICOSIA, Chipre.-. El Parlamento de Chipre rechazó el martes por una amplia mayoría un impopular impuesto sobre los depósitos bancarios, dejando en duda un rescate internacional al atribulado miembro de la eurozona necesario para evitar una suspensión de pagos y un colapso bancario.
La votación en la cámara baja del pequeño país fue un duro revés para la eurozona, después de que legisladores en Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia aceptaran impopulares medidas de austeridad en los últimos tres años para asegurarse la ayuda europea.
El Parlamento de 56 miembros rechazó la medida por 36 votos contra 19. Un legislador estuvo ausente. Este resultado dejó al país al borde del desastre financiero.
El impuesto es una condición para el rescate de 10.000 millones de euros (12.890 millones de dólares) de la Unión Europea a Chipre. Los países de la UE habían dicho antes de la votación que retendría la ayuda salvo que los ahorradores de Chipre compartieran el coste del rescate.
El Banco Central Europeo había amenazado con suspender la asistencia de emergencia al sistema bancario chipriota. Tras la votación reafirmó el compromiso para proveer liquidez.
Pero una multitud en las afueras del Parlamento estalló en aplausos por el resultado de la votación y comenzó a cantar "Chipre le pertenece a su gente".
"Se escuchó la voz del pueblo", dijo Andreas Miltiadou, un pensionista de 65 años.
"Tengo la sensación de que esta cámara va a rechazar el proyecto", había dicho el presidente Nicos Anastasiades a periodistas antes de la votación. Cuando le preguntaron el motivo, añadió: "porque ellos sienten y piensan que es injusto y que está en contra de los intereses de Chipre".
El anuncio realizado el fin de semana de que Chipre rompería con la tradición de la UE e impondría un impuesto sobre los depósitos bancarios como parte de un rescate europeo de 10.000 millones de euros desató la ira de los chipriotas y turbulencias en los mercados financieros europeos.
Anastasiades rechazó aceptar un impuesto de más del 10 por ciento sobre los depósitos superiores a 100.000 euros, lo que implicó gravar también a las cuentas menores. Eso perjudica a los ahorradores comunes, con depósitos que ellos creían que tenían garantía estatal. REUTERS
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