CIUDAD DEL VATICANO.- José no paraba de llorar y era lógico: tiene apenas un año y lo habían hecho madrugar. Pero el esfuerzo había valido la pena. Su mamá, Luisa Sanchez Sorondo, logró ubicarse casi al lado de las vallas que separaban al público del trayecto del Papamóvil. Y ocurrió lo increíble: cuando Francisco pasó frente a ella, hizo detener el vehículo, alzo al bebé y lo besó.
"Yo estaba segura de que esto iba a pasar. Le dije a mi mamá: mira la tele porque el Papa le va a dar un beso a José. Esto es hermoso. Es hermoso vivir con tanta alegría" exclamó Luisa con José nuevamente en brazos. Esta abogada de 43 años viajó especialmente desde Buenos Aires con sus dos hijos para asistir a la misa de Francisco.
El móvil que utilizó esta mañana el Papa Francisco fue un jeep blanco descubierto. No quiso cristales blindados entre él y la gente, dando una muestra más de la cercanía de la que ha hecho gala desde que fuera elegido sucesor de Benedicto XVI.
El jeep abierto se utilizó, sobre todo para recorridos del Santo Padre en la Plaza de San Pedro. Uno de los episodios más tristemente recordados es el atentado que sufrió Juan Pablo II en 1981 a bordo de un Jeep Fiat distinto al usado hoy. Benedicto XVI usó en varias ocasiones ese mismo vehículo. En 2007 la seguridad que rodea al Pontífice impidió que un hombre de 27 años subiese al móvil. LA GACETA