18 Marzo 2013
El sistema es simple. La persona se acerca sin ningún tipo de identificación, entrega su arma de fuego y a cambio recibe un cheque al portador para ser cobrado en el Banco Nación. Se trata del programa de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego impulsado por el Renar (Registro Nacional de Armas y Explosivos), que llegó la semana pasada a Tucumán.
Desde el 13 de marzo, el puesto móvil del Renar se instaló en el Club 25 de Mayo, situado en la esquina de 25 de Mayo y Colombia. Allí se reciben las armas, que pueden encontrarse en cualquier estado, en el horario de 8 a 14. Y el puesto permanecerá en ese lugar hasta el viernes.
"El programa es anónimo y voluntario, y tiende a informar sobre los peligros que acarrea la tenencia de armas en los hogares, a desalentar el uso de armas de fuego y a fomentar una resolución pacífica de los conflictos", señaló a LA GACETA Carlos Fernández, coordinador de Relaciones Institucionales del Renar. Y destacó, en ese sentido, que el 64% de las muertes ocasionadas por armas de fuego se producen entre conocidos o familiares.
"Hay muchas personas que tienen armas en sus casas, que quieren sacárselas de encima y no saben cómo hacerlo. Un 90% o más de las personas que vienen nos terminan agradeciendo por haberles quitado un problema. Y encima les pagan", destacó Fernández, que está al frente del puesto móvil que recorre el país.
Respecto de la remuneración, el representante del Renar explicó que se abona entre $ 200 y $ 600 dependiendo del tipo de arma que se entrega y aclaró que en ese valor no incide si el arma se encuentra en buen o mal estado.
En el país, el 97% de los usuarios de armas de fuego son hombres. Sin embargo, el 60% de las personas que se acercan a entregarlas son mujeres. Aunque suelen ser reacias a contar por qué tenían el arma o por qué decidieron deshacerse de ella, Fernández explicó que muchas veces hay mujeres que tienen un hijo violento al que le encuentran un arma o que la heredan de un abuelo y no saben qué hacer con ella. "A veces las traen cargadas sin saberlo y, cuando acá se lo decimos, se asustan y hasta les baja presión", agregó. El programa de desarme comenzó a implementarse en 2007, durante la presidencia de Néstor Kirchner. A partir de entonces, el Renar lleva recuperadas más de 140.000 armas, que representan al 10% de las registradas en el país.
Por último, Fernández remarcó el fin solidario de la iniciativa. "Para garantizar la transparencia del programa, las armas se destruyen con una prensa hidráulica delante de la persona que la entrega. Luego se recupera el metal y se lo dona a la Fundación del Hospital Garrahan", concluyó.
Desde el 13 de marzo, el puesto móvil del Renar se instaló en el Club 25 de Mayo, situado en la esquina de 25 de Mayo y Colombia. Allí se reciben las armas, que pueden encontrarse en cualquier estado, en el horario de 8 a 14. Y el puesto permanecerá en ese lugar hasta el viernes.
"El programa es anónimo y voluntario, y tiende a informar sobre los peligros que acarrea la tenencia de armas en los hogares, a desalentar el uso de armas de fuego y a fomentar una resolución pacífica de los conflictos", señaló a LA GACETA Carlos Fernández, coordinador de Relaciones Institucionales del Renar. Y destacó, en ese sentido, que el 64% de las muertes ocasionadas por armas de fuego se producen entre conocidos o familiares.
"Hay muchas personas que tienen armas en sus casas, que quieren sacárselas de encima y no saben cómo hacerlo. Un 90% o más de las personas que vienen nos terminan agradeciendo por haberles quitado un problema. Y encima les pagan", destacó Fernández, que está al frente del puesto móvil que recorre el país.
Respecto de la remuneración, el representante del Renar explicó que se abona entre $ 200 y $ 600 dependiendo del tipo de arma que se entrega y aclaró que en ese valor no incide si el arma se encuentra en buen o mal estado.
En el país, el 97% de los usuarios de armas de fuego son hombres. Sin embargo, el 60% de las personas que se acercan a entregarlas son mujeres. Aunque suelen ser reacias a contar por qué tenían el arma o por qué decidieron deshacerse de ella, Fernández explicó que muchas veces hay mujeres que tienen un hijo violento al que le encuentran un arma o que la heredan de un abuelo y no saben qué hacer con ella. "A veces las traen cargadas sin saberlo y, cuando acá se lo decimos, se asustan y hasta les baja presión", agregó. El programa de desarme comenzó a implementarse en 2007, durante la presidencia de Néstor Kirchner. A partir de entonces, el Renar lleva recuperadas más de 140.000 armas, que representan al 10% de las registradas en el país.
Por último, Fernández remarcó el fin solidario de la iniciativa. "Para garantizar la transparencia del programa, las armas se destruyen con una prensa hidráulica delante de la persona que la entrega. Luego se recupera el metal y se lo dona a la Fundación del Hospital Garrahan", concluyó.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular