Por Magena Valentié
17 Marzo 2013
Nunca antes había estado tan concurrida esa calle del tradicional barrio porteño de Flores. Desde que Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa, la ciudad de Buenos Aires ha incorporado un nuevo circuito turístico: la casa de Membrillar 531, en la que habría vivido el ahora Pontífice hasta los 14 años. En la vereda, los cables de los camarógrafos se enredan unos con otros sobre las baldosas rotas, que no son de la ex vivienda del Papa sino del frente. Por todos lados hay gente siendo entrevista. Terminan con un medio y siguen con el otro, muy felices de ser requeridos por la prensa nacional e internacional. Pero no todos los vecinos están contentos. Hay quienes, como Marta, dicen que "Bergoglio es una gran persona, con la que han compartido la niñez". Pero piden, por Dios, que les devuelvan la calma perdida.
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