13 Marzo 2013
LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los chicos volvieron a las aulas pero en los jardines de la escuela García Hamilton, de San Miguel de Tucumán, permanecen imborrables las marcas del robo y los destrozos que ocurrieron en la madrugada del lunes. "Las estanterías están vacías, es una imagen muy triste y aún nadie nos dio una respuesta", señaló Karina Antoniuk, mamá de uno de los niños que asiste al establecimiento.
Los ladrones se llevaron televisores, ventiladores, equipos de audios, rerpductores de DVD, juguetes y libros de las dos salitas que fueron asaltadas. Como si con ello no hubiera bastado, destruyeron cuanto se cruzó en su camino. Un milagro evitó, incluso, que fracasara el incendio de las aulas. "Entre las docentes y los padres limpiamos y reconstruimos lo que pudimos pero es necesaria la ayuda oficial, que aún está ausente", sostuvo Karina.
Según esta mamá, un grupo de padres mantendrá mañana una reunión con la directora del establecimiento, ubicado en San Juan al 4.000, para interiorizarse sobre la ayuda que le reclaman al Ministerio de Educación de Tucumán. LA GACETA ©
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