06 Marzo 2013
LISTO PARA RECIBIR UNA MULTITUD. Un operario de Atlético pinta las líneas del campo. En el fondo, se puede observar la verja que se instaló para separar a las dos hinchadas, cerca de la mitad de la cancha.
"Si el encuentro se hubiera jugado en un estadio con capacidad de 50.000 personas, también se podrían haber agotado las entradas", aseguró Leonardo Gallego, vocero de la empresa Santa Mónica, encargada de organizar el encuentro y el certamen.
El final de la historia del clásico copero está a punto de terminar. Comenzó el 21 de enero, cuando Atlético eliminó por penales a Gimnasia y Esgrima, de Jujuy y el sueño del duelo entre los grandes tucumanos se transformó en una realidad.
A partir de ese momento comenzaron las gestiones para que el choque entre "santos" y "decanos" no se jugara en Catamarca, provincia que ya había acordado a través de un contrato con Santa Mónica ser sede del encuentro. Pero los directivos de los clubes comenzaron a moverse para lograr que el cotejo no se moviera de la provincia.
"Hubo muy buena predisposición por parte de los dos gobiernos. En Catamarca no presentaron ninguna traba para que se cambiara de escenario y en Tucumán atendieron nuestros planteos y se hicieron cargo del operativo de seguridad. Por eso, en un par de reuniones se definió todo", explicó Gallego.
Con el correr de los días, las expectativas por el clásico fueron creciendo. Los hinchas primero debieron aguantar la confirmación de que el encuentro no cruzaría las fronteras y después, el anuncio de que el cotejo se disputaría en el Monumental de 25 de Mayo y Chile. "No nos sorprendió que hubiera tanto movimiento porque sabemos perfectamente lo que significa el clásico en esta provincia. Se enfrentan los dos grandes en una instancia decisiva", explicó Gallego.
La locura fue creciendo cuando salieron a la venta las entradas, primero por internet y por teléfono; después cuando se abrieron las boleterías en la Liga Tucumana de Fútbol y en La Ciudadela. "El nivel de ventas de entradas tampoco nos sorprendió. Sabíamos que este clásico, si se jugaba en Catamarca, en Tucumán o en Córdoba, se disputaría con tribunas colmadas", destacó.
Instalado en la provincia, Gallego descubrió en carne propia lo que significa este duelo. "Este es el segundo año que organizamos el torneo y es la primera vez que un duelo por esta instancia se genera semejante expectativa. Sólo la podemos comparar con los partidos de Boca y de River en instancias decisivas. Ojalá que todos disfrutemos de una fiesta", concluyó el vocero de la empresa organizadora.
El final de la historia del clásico copero está a punto de terminar. Comenzó el 21 de enero, cuando Atlético eliminó por penales a Gimnasia y Esgrima, de Jujuy y el sueño del duelo entre los grandes tucumanos se transformó en una realidad.
A partir de ese momento comenzaron las gestiones para que el choque entre "santos" y "decanos" no se jugara en Catamarca, provincia que ya había acordado a través de un contrato con Santa Mónica ser sede del encuentro. Pero los directivos de los clubes comenzaron a moverse para lograr que el cotejo no se moviera de la provincia.
"Hubo muy buena predisposición por parte de los dos gobiernos. En Catamarca no presentaron ninguna traba para que se cambiara de escenario y en Tucumán atendieron nuestros planteos y se hicieron cargo del operativo de seguridad. Por eso, en un par de reuniones se definió todo", explicó Gallego.
Con el correr de los días, las expectativas por el clásico fueron creciendo. Los hinchas primero debieron aguantar la confirmación de que el encuentro no cruzaría las fronteras y después, el anuncio de que el cotejo se disputaría en el Monumental de 25 de Mayo y Chile. "No nos sorprendió que hubiera tanto movimiento porque sabemos perfectamente lo que significa el clásico en esta provincia. Se enfrentan los dos grandes en una instancia decisiva", explicó Gallego.
La locura fue creciendo cuando salieron a la venta las entradas, primero por internet y por teléfono; después cuando se abrieron las boleterías en la Liga Tucumana de Fútbol y en La Ciudadela. "El nivel de ventas de entradas tampoco nos sorprendió. Sabíamos que este clásico, si se jugaba en Catamarca, en Tucumán o en Córdoba, se disputaría con tribunas colmadas", destacó.
Instalado en la provincia, Gallego descubrió en carne propia lo que significa este duelo. "Este es el segundo año que organizamos el torneo y es la primera vez que un duelo por esta instancia se genera semejante expectativa. Sólo la podemos comparar con los partidos de Boca y de River en instancias decisivas. Ojalá que todos disfrutemos de una fiesta", concluyó el vocero de la empresa organizadora.
Lo más popular
