CARACAS/LA HABANA.- Vencido por el cáncer que se le detectó en junio de 2011, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, falleció ayer en Caracas. Su deceso se produjo a los 58 años, rodeado a sus hijas y miembros de su gobierno. El vicepresidente, Nicolás Maduro, a quien designó su delfín, fue el encargado de informar al país el deceso del líder bolivariano. Nunca se reveló la ubicación ni extensión de su enfermedad, de la que se declaró curado tantas veces como las que debió anunciar la reaparición de un mal que lo obligó a dejar los Aló Presidente (larguísimos programas televisivos dominicales) y a menguar su presencia pública incluso en la última campaña electoral.
Ya mucho antes de usar uniforme, el niño Huguito mostraba su facilidad de palabra y su toque popular, dos de los pilares de su estilo de Gobierno. "Hablaba más que cualquiera", recordó hace poco su primo, Guillermo Frías, con quien jugaba béisbol en las calles de tierra de su Sabaneta natal, con los brazos como bates y el caucho de los árboles como pelotas. De esa época son sus gustos por los volantines, por el dibujo y por los pasteles de plátano (llamados araña) que le hacía su querida abuela Rosa y que él vendía por las calles.
Ningún mandatario atravesó victorioso tantas elecciones como él en tan poco tiempo: fueron 13 desde 1998, y sólo fue derrotado en una (fue un plebiscito para una profunda reforma constitucional). Irrumpió con el Movimiento Quinta República, y luego lideró el Partido Socialista Unido de Venezuela.
Buena parte de su éxito se debió a sus programas asistenciales y de inclusión social en amplio aspecto (incluyendo subsidios directos) llamados Misiones, que benefició a los sectores más relegados del país. La última fue la destinada a construir viviendas accesibles y de bajo costo, que modificó los paisajes urbanos con 200.000 departamentos levantados en el año pasado, según los anuncios oficiales.
En octubre ganó con el 54,8% de los votos su último desafío, con la promesa de afianzar su Revolución Socialista y corregir los errores cometidos durante 14 años de grandes cambios políticos, sociales y económicos, en una Nación altamente dependiente de los altos precios del petróleo crudo que vende principalmente a su archirrival político, los Estados Unidos.
"¡Venezuela más nunca volverá al neoliberalismo! ¡Venezuela seguirá transitando hacia el socialismo democrático y bolivariano del Siglo XXI!", bramó eufórico en la madrugada del triunfo desde el Balcón del Pueblo del Palacio de Miraflores. Ese lunes 8 de octubre fue su último contacto con una multitud, antes de su declive físico.
En la escalera del avión que lo llevó por última vez a La Habana, el mandatario dijo: "parto lleno de optimismo y de luz, de fe en Cristo, para seguir batallando y venciendo; espero volver pronto". Su cuerpo vencido sería sepultado en el complejo del Panteón Nacional de Venezuela y Mausoleo del Libertador de América, junto con los restos de Simón Bolívar y de otros héroes venezolanos.
En la capital aún quedan algunas pancartas de la última elección, que proclaman: "¡Tú eres Chávez!". El futuro de la revolución que anunció en 1999 depende ahora, más que nunca, en ese pueblo al que convocan los carteles antes que en los dirigentes que se proclaman sus herederos políticos, con Maduro a la cabeza. (Especial)
Luces y sombras
Enemigo número uno.- Hugo Chávez rivalizó con el Gobierno de Estados Unidos. Una de sus primeras decisiones fue prohibir a la DEA (oficina antidroga) en su país. En 2008 expulsó al embajador de EEUU, Patrick Duddy, al grito de "váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno". Calificó a George Bush (h) de "cobarde, asesino, genocida y alcohólico" y confrontó con Barack Obama, aunque el año pasado dijo que, si pudiese, votaría por él.
Devoción cristiana.- Católico confeso, imploró por su salud varias veces en sus meses de enfermedad. Pero siempre cuestionó a la figura del Papa y rechazó que fuese "el embajador de Cristo en la tierra, porque Él no necesita un representante, está en el pueblo".
Récord absoluto.- En enero del año pasado, dio un discurso de más de nueve horas para demostrar su recuperación. Fue el más extenso de su gestión.
Padre político.- "Tú eres el padre de los revolucionarios de este continente, forjador de historia, maestro", le dijo a Fidel Castro en 2009. Su alianza con el mandatario iraní, Mahmud Ahmadinejad, le valió críticas de Israel.
Petróleo caro.- Como conductor de uno de los principales países productores de petróleo del mundo (miembro de OPEP), se benefició por el alto precio del crudo en la mayor parte de su gestión. "Hay que olvidarse del petróleo barato", sostuvo en 2005; en Venezuela, llenar el tanque de nafta cuesta $ 10.
Coros militantes.- "Uh, ah, Chávez no se va", era el principal cántico de su última campaña presidencial.
La sucesión
Elecciones inminentes
El Gobierno quedará en manos del titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que llamará a comicios en un mes.
Candidatos
Maduro contra Capriles
Se descuenta que el oficialismo postulará a Nicolás Maduro (Chávez lo eligió su sucesor); la oposición, a Henrique Capriles.
La elección
Voto voluntario
La votación no es obligatoria en Venezuela. El sufragio se realiza mediante el voto electrónico, con control del Tribunal Electoral.
Nuevo período
Seis años en el poder
El mandatario que resulte electo cubrirá el período 2013-2019. En 2016, a mitad de mandato, hay elecciones parlamentarias.
Gran influencia en la Argentina
Desde 2003, Hugo Chávez figuró ininterrumpidamente en el ranking que elabora todos los años la firma de opinión pública Giaccobe & Asociados sobre las 100 personas más influyentes en la Argentina. En 2012 ocupó el lugar 28, pero en 2006 fue séptimo.
Protagonista en las redes sociales
El mandatario fallecido fue uno de los dirigentes políticos del mundo más activos en Twitter. Su cuenta oficial, @chavezcandanga, tenía más de 3,8 millones de seguidores a principios de año. El último de sus 1.821 mensajes fue el 1 de noviembre de 2012.
Mensajes anticapitalistas
Chávez usó el humor y la ironía como un recurso habitual en sus discursos, como cuando afirmó: "no sería extraño que en Marte hubiera habido civilización, pero a lo mejor llegó el capitalismo y el imperialismo y acabó con ese planeta". "El neoliberalismo es el camino que conduce al infierno", dijo.
De la muerte a la vida
"Patria, socialismo o muerte", fue la frase que utilizó por varios años como cierre de sus intervenciones. Desde que anunció que padecía cáncer, la cambió por "viviremos y venceremos".
Libertad de expresión en debate
Sus críticos lo acusaron de limitar la libertad de expresión (lo ejemplifican con la no renovación de la licencia a Radio Caracas Televisión, en 2007), pero la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata lo distinguió con el Premio Rodolfo Walsh.