05 Marzo 2013
Adolfo Ángel Ale, conocido como "El Mono", desciende de una camioneta de la Policía que lo trasladó a la cárcel de Villa Urquiza, acusado del crimen del policía Juan Andrés Salinas.
Fueron vinculados con el mundo del crimen y el narcotráfico desde la década del 70, aunque poco se probó judicialmente sobre esas actividades. Los hermanos Ángel "El Mono" Ale y Rubén "La Chancha" Ale dejaron sus nombres impresos en numerosos casos policiales, entre los que se destacan la muerte del policía Juan Andrés Salinas y la erradicación del clan "Los Gardelitos".
Antes, estuvieron vinculados con el homicidio de Manuel Ismael -asesinado a tiros en 1980-, con el asalto a un supermercado de Mate de Luna al 3.000, con una violenta pelea en el Club Ranchillos, y con el crimen de Juan Carlos Brito, entre otros delitos.
Sin embargo, de los únicos homicidios que se hicieron cargo fueron de los de "Los Gardelitos" Santos Pastor Aguirre y Enrique Ramón Galván. "Fue en defensa propia", argumentó "El Mono", cuando se entregó a la Justicia en marzo de 1987, asumiendo el doble crimen.
El hecho había ocurrido la noche del 31 de diciembre de 1986, en avenida Roca al 200. Allí se detuvieron dos autos: de uno descendió "El Mono" Ale y del otro, cinco integrantes de "Los Gardelitos". Luego de una discusión, abrieron fuego. En ese instante salieron de una casa "La Chancha" Ale y Jorge Horacio "La Bruja" Vázquez para sumarse al tiroteo. El resultado fue la muerte de Aguirre y Galván.
Después de ese histórico enfrentamiento, el clan desapareció de Tucumán y se mudó a Buenos Aires. También desaparecieron durante un tiempo los hermanos Ale, hasta que se entregaron tres meses más tarde. Finalmente, "La Chancha" y "La Bruja" fueron sobreseídos, mientras que "El Mono" pasó un año y medio en la seccional 2° acusado de exceso en legítima defensa. El 7 de octubre de 1988 recuperó la libertad.
Acusados y sobreseídos
Cuatro años después, en enero de 1992, "El Mono" estuvo envuelto en el crimen de un oficial de la Policía. Todo se originó cuando el "Comando Atila" (un grupo clandestino formado por efectivos policiales) lanzó más de 40 proyectiles contra un auto donde se encontraban Ángel Ale y Salinas, en República del Líbano y España. El oficial falleció, y llamó la atención que "El Mono" saliera ileso, por lo que en un principio se lo relacionó con el hecho. Además, se sospechaba que los Ale y la Policía estaban enfrentados por el manejo de las máquinas tragamonedas, que todavía eran ilegales.
Por esa balacera fueron enjuiciados los dos hermanos Ale, quienes pasaron varios meses en prisión. Dos años después fueron declarados inocentes y absueltos. La defensa de "El Mono" se basó en que no estaba armado al momento de su detención, aunque en el baúl del auto de su padre (Said Ale) habían hallado un arsenal. Los miembros del "Comando Atila" fueron sobreseídos y la muerte de Salinas jamás se resolvió.
Mientras tanto, los Ale continuaron con su vida empresarial, manejando casas de juego, la remisería "Cinco Estrellas" y "La Chancha" asumió la dirigencia del Club San Martín. En los últimos años, los hermanos se dedicaron, cada uno por su cuenta, a la agricultura. Actualmente están involucrados en causas por usurpación de tierras.
Antes, estuvieron vinculados con el homicidio de Manuel Ismael -asesinado a tiros en 1980-, con el asalto a un supermercado de Mate de Luna al 3.000, con una violenta pelea en el Club Ranchillos, y con el crimen de Juan Carlos Brito, entre otros delitos.
Sin embargo, de los únicos homicidios que se hicieron cargo fueron de los de "Los Gardelitos" Santos Pastor Aguirre y Enrique Ramón Galván. "Fue en defensa propia", argumentó "El Mono", cuando se entregó a la Justicia en marzo de 1987, asumiendo el doble crimen.
El hecho había ocurrido la noche del 31 de diciembre de 1986, en avenida Roca al 200. Allí se detuvieron dos autos: de uno descendió "El Mono" Ale y del otro, cinco integrantes de "Los Gardelitos". Luego de una discusión, abrieron fuego. En ese instante salieron de una casa "La Chancha" Ale y Jorge Horacio "La Bruja" Vázquez para sumarse al tiroteo. El resultado fue la muerte de Aguirre y Galván.
Después de ese histórico enfrentamiento, el clan desapareció de Tucumán y se mudó a Buenos Aires. También desaparecieron durante un tiempo los hermanos Ale, hasta que se entregaron tres meses más tarde. Finalmente, "La Chancha" y "La Bruja" fueron sobreseídos, mientras que "El Mono" pasó un año y medio en la seccional 2° acusado de exceso en legítima defensa. El 7 de octubre de 1988 recuperó la libertad.
Acusados y sobreseídos
Cuatro años después, en enero de 1992, "El Mono" estuvo envuelto en el crimen de un oficial de la Policía. Todo se originó cuando el "Comando Atila" (un grupo clandestino formado por efectivos policiales) lanzó más de 40 proyectiles contra un auto donde se encontraban Ángel Ale y Salinas, en República del Líbano y España. El oficial falleció, y llamó la atención que "El Mono" saliera ileso, por lo que en un principio se lo relacionó con el hecho. Además, se sospechaba que los Ale y la Policía estaban enfrentados por el manejo de las máquinas tragamonedas, que todavía eran ilegales.
Por esa balacera fueron enjuiciados los dos hermanos Ale, quienes pasaron varios meses en prisión. Dos años después fueron declarados inocentes y absueltos. La defensa de "El Mono" se basó en que no estaba armado al momento de su detención, aunque en el baúl del auto de su padre (Said Ale) habían hallado un arsenal. Los miembros del "Comando Atila" fueron sobreseídos y la muerte de Salinas jamás se resolvió.
Mientras tanto, los Ale continuaron con su vida empresarial, manejando casas de juego, la remisería "Cinco Estrellas" y "La Chancha" asumió la dirigencia del Club San Martín. En los últimos años, los hermanos se dedicaron, cada uno por su cuenta, a la agricultura. Actualmente están involucrados en causas por usurpación de tierras.
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