04 Marzo 2013
QUIEREN LEVANTAR SUS BRAZOS AL FINAL DEL CAMINO. En San Martín saben que esta etapa será de vida o muerte. Llegar a la B Nacional es el objetivo número uno de todos en La Ciudadela.
El torneo entra en la recta final y las conjeturas comienzan a quedar de lado. Ayer, se terminó la fase inicial y desde ahora todos arrancan de cero. Los equipos deben ratificar los méritos que les posibilitaron llegar a esta instancia para poder llegar al final del camino festejando.
Llega la etapa más caliente del torneo, donde está en juego el máximo tesoro, ese que todos desean obtener: el ascenso. La lucha será encarnizada y sólo uno podrá darse el gusto de saborear el plato más apetitoso. Con los 11 equipos clasificados (seis por la zona Norte y cinco por la Sur), arranca un mini torneo, donde el premio no es nada despreciable: un lugar en la B Nacional.
Son 11 equipos, 11 fechas, 10 partidos, una jornada libre. Así de sencillo, así de difícil. Ahora no hay margen para el error. Un paso en falso deja prácticamente al borde del abismo. En La Ciudadela pueden dar fe de ello. El año pasado, a San Martín le costó muchísimo hacerse fuerte en esta instancia y terminó cediendo en la lucha por la gloria.
La receta es simple y clara: perder de local es un punto innegociable. Hacerse fuerte en casa es un mandamiento que se debe cumplir al pie de la letra. Si bien los puntos jugados en casa tienen un valor doble, para llegar al cielo también hace falta hacerse fuerte en terruño rival. Regularidad. Esa es la palabra justa. De acuerdo a lo que pasó en años anteriores de los 33 puntos en juego, 21 pueden acercar a un equipo al paraíso. Con ese puntaje, el año pasado Douglas Haig logró el ascenso. "Tenemos que ser protagonistas. Debemos tratar de lograr el equilibrio que nos permita llevar adelante ese juego", fue el mensaje de Carlos Roldán.
Desde el próximo domingo, los clasificados comenzarán la vertiginosa carrera hacia el ascenso, que se definirá a mediados de mayo. Esta tarde, en las oficinas del Consejo Federal se realizará el sorteo en el que quedarán definidas las fechas y comenzará a palpitarse la definición. Allí estarán los dos equipos tucumanos: San Martín y San Jorge.
Los equipos que no llegaron a la instancia final formarán dos grupos. Jugarán seis partidos -con arrastre de puntos- y el último de cada zona descenderá al Argentino B. El tercer descenso saldrá de un partido desempate entre los penúltimos de cada zona.
Por su parte, los cuatro mejores de cada reválida jugarán los playoffs por el segundo ascenso y se sumarán a los 10 que no lograron ascender en primera instancia.
Llega la etapa más caliente del torneo, donde está en juego el máximo tesoro, ese que todos desean obtener: el ascenso. La lucha será encarnizada y sólo uno podrá darse el gusto de saborear el plato más apetitoso. Con los 11 equipos clasificados (seis por la zona Norte y cinco por la Sur), arranca un mini torneo, donde el premio no es nada despreciable: un lugar en la B Nacional.
Son 11 equipos, 11 fechas, 10 partidos, una jornada libre. Así de sencillo, así de difícil. Ahora no hay margen para el error. Un paso en falso deja prácticamente al borde del abismo. En La Ciudadela pueden dar fe de ello. El año pasado, a San Martín le costó muchísimo hacerse fuerte en esta instancia y terminó cediendo en la lucha por la gloria.
La receta es simple y clara: perder de local es un punto innegociable. Hacerse fuerte en casa es un mandamiento que se debe cumplir al pie de la letra. Si bien los puntos jugados en casa tienen un valor doble, para llegar al cielo también hace falta hacerse fuerte en terruño rival. Regularidad. Esa es la palabra justa. De acuerdo a lo que pasó en años anteriores de los 33 puntos en juego, 21 pueden acercar a un equipo al paraíso. Con ese puntaje, el año pasado Douglas Haig logró el ascenso. "Tenemos que ser protagonistas. Debemos tratar de lograr el equilibrio que nos permita llevar adelante ese juego", fue el mensaje de Carlos Roldán.
Desde el próximo domingo, los clasificados comenzarán la vertiginosa carrera hacia el ascenso, que se definirá a mediados de mayo. Esta tarde, en las oficinas del Consejo Federal se realizará el sorteo en el que quedarán definidas las fechas y comenzará a palpitarse la definición. Allí estarán los dos equipos tucumanos: San Martín y San Jorge.
Los equipos que no llegaron a la instancia final formarán dos grupos. Jugarán seis partidos -con arrastre de puntos- y el último de cada zona descenderá al Argentino B. El tercer descenso saldrá de un partido desempate entre los penúltimos de cada zona.
Por su parte, los cuatro mejores de cada reválida jugarán los playoffs por el segundo ascenso y se sumarán a los 10 que no lograron ascender en primera instancia.
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