Una ciudad situada en la región de Hejaz (Arabia Saudí) permaneció oculta desde 1932, cuando llegó al poder la dinastía Al Saud. Nadie podía acceder a ella por orden del Corán. Ahora el gobierno logró convencer a los líderes religiosos para que esta joya arquitectónica, Patrimonio de la Humanidad -Unesco-, pueda ser visitada. Madaen Saleh es una ciudad tallada en la roca por la tribu de los tamudeos hace más de 4.000 años. Fue habitada por asirios y nabateos, quienes realizaron la mayor parte de las construcciones e inscripciones. Pero la riqueza de Madaen Saleh no se limita a la espectacular excavación en arenisca de la ciudad de 15 kilómetros cuadrados, sino que en su interior se esconden innumerables tesoros arqueológicos, impresionantes templos y mausoleos.