24 Febrero 2013
LA DESPEDIDA. El miércoles, Benedicto XVI celebrará su última audiencia en la Plaza de San Pedro. REUTERS
CIUDAD DEL VATICANO, Vaticano.- El Papa Benedicto XVI encabezó su último Ángelus, cuatro días antes de que se convierta, en el primer papa que dimite en seis siglos, expresó que sigue los deseos de Dios y que no abandonará la Iglesia católica.
El Pontífice, con voz fuerte y ante decenas de miles de personas en la plaza de San Pedro, también afirmó que servirá y amará la Iglesia mediante la oración y la reflexión, después de su histórica abdicación, que se concretará el jueves.
"El Señor me está llamando para subir a su monte, para que me dedique todavía más a la oración y a la meditación", dijo entre los gritos de "larga vida al Papa", que manifestaron los fieles.
"Esto no significa que abandone la Iglesia. En realidad, si Dios me pide esto, es precisamente para que pueda continuar sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor que he demostrado hasta ahora", agregó.
El Angelus de hoy fue una de las últimas apariciones de Benedicto XVI como pontífice. El miércoles celebrará su última audiencia general en la plaza de San Pedro y el jueves se reunirá con cardenales para después trasladarse al lugar de retiro papal de verano, al sur de Roma.
A partir de ese momento comenzará el período de "Sede vacante". Los cardenales comenzarán a repararse para el cónclave, que probablemente empiece a mediados de marzo, en el que elegirán al próximo Papa. (Reuters)
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