Por Federico Türpe
23 Febrero 2013
¿Por qué pasaron siete años del asesinato de Paulina Lebbos sin que haya un solo imputado y ni siquiera un sospechoso del crimen?
¿Por qué los expedientes de la causa son secretos y ni siquiera el padre de la víctima, Alberto Lebbos, que además es querellante, puede acceder a ellos?
¿Por qué el actual fiscal del caso, Carlos Albaca, no permite conocer las declaraciones de los testigos de la causa?
¿Por qué la investigación está prácticamente detenida desde hace años?
¿Por qué, si se probó la desaparición de actas, la alteración de la escena del crimen y que hubo policías que faltaron a la verdad, no hay nadie preso por encubrimiento?
¿Por qué ascendieron o trasladaron a los policías sospechados de encubrimiento?
¿Por qué los uniformados fueron acusados por incumplimiento de los deberes de funcionario público (adulteración de actas), en vez de encubrimiento?
¿Por qué, si el cuerpo fue encontrado el 11 de marzo de 2006 a las 14, el fiscal fue informado recién cuatro horas más tarde?
¿Por qué el lugar donde fue hallado el cuerpo de Paulina fue limpiado y desmalezado antes de que llegara el fiscal?
¿Por qué renunció el fiscal Alejandro Noguera, a cargo de la investigación, luego de que LA GACETA lo fotografiara saliendo de la casa del gobernador, José Alperovich?
¿Por qué desaparecieron las pruebas que rodeaban el cuerpo de Paulina?
¿Por qué en los siete años de investigación no se realizaron los cruces de llamadas telefónicas entre funcionarios del gobierno solicitados por la querella?
¿Por qué poco después del crimen renunció el ministro de Seguridad, Pablo Baillo, sin dar explicaciones, pero siguió vinculado al gobierno como asesor?
¿Por qué el gobernador dijo que estaban muy cerca de esclarecer el crimen, pero después nunca más volvió a hablar del caso?
¿Por qué la Policía mintió que halló el cuerpo luego de un arduo rastrillaje, 11 días después de su desaparición, cuando en realidad fue encontrado de casualidad por dos lugareños?
¿Por qué fueron amenazados los lugareños que encontraron el cuerpo?
¿Por qué ahora la Nación, a través del Programa Nacional de Lucha contra la Impunidad y luego del resonante caso Verón, que puso a Tucumán en el centro de la escena, decidió intervenir en el caso y revisar los expedientes que guarda el fiscal Albaca?
¿Por qué el propio ex ministro de Seguridad, Mario López Herrera, reconoció ante la Legislatura las irregularidades que cometieron los policías y nunca se hizo nada?
¿Por qué separaron del caso al fiscal Daniel Marranzino, quien debía supervisar a Albaca, cuando pidió que se citase a un testigo que decía saber quiénes eran los asesinos?
¿Por qué periodistas de LA GACETA recibieron amenazas telefónicas provenientes del entorno del gobernador cada vez que se mencionaba la hipótesis de "hijos del poder", lanzada por primera vez por el barrabrava de Atlético, Gustavo González?
¿Por qué se dice que la Presidenta evita recibir a Lebbos -entrevista que se tramita desde hace meses- porque esa foto sería lapidaria para Alperovich?
¿Por qué la Corte Suprema, que debía investigar el posible encubrimiento, nunca se pronunció?
¿Por qué el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo no pueden responder una sola pregunta?
¿Por qué los expedientes de la causa son secretos y ni siquiera el padre de la víctima, Alberto Lebbos, que además es querellante, puede acceder a ellos?
¿Por qué el actual fiscal del caso, Carlos Albaca, no permite conocer las declaraciones de los testigos de la causa?
¿Por qué la investigación está prácticamente detenida desde hace años?
¿Por qué, si se probó la desaparición de actas, la alteración de la escena del crimen y que hubo policías que faltaron a la verdad, no hay nadie preso por encubrimiento?
¿Por qué ascendieron o trasladaron a los policías sospechados de encubrimiento?
¿Por qué los uniformados fueron acusados por incumplimiento de los deberes de funcionario público (adulteración de actas), en vez de encubrimiento?
¿Por qué, si el cuerpo fue encontrado el 11 de marzo de 2006 a las 14, el fiscal fue informado recién cuatro horas más tarde?
¿Por qué el lugar donde fue hallado el cuerpo de Paulina fue limpiado y desmalezado antes de que llegara el fiscal?
¿Por qué renunció el fiscal Alejandro Noguera, a cargo de la investigación, luego de que LA GACETA lo fotografiara saliendo de la casa del gobernador, José Alperovich?
¿Por qué desaparecieron las pruebas que rodeaban el cuerpo de Paulina?
¿Por qué en los siete años de investigación no se realizaron los cruces de llamadas telefónicas entre funcionarios del gobierno solicitados por la querella?
¿Por qué poco después del crimen renunció el ministro de Seguridad, Pablo Baillo, sin dar explicaciones, pero siguió vinculado al gobierno como asesor?
¿Por qué el gobernador dijo que estaban muy cerca de esclarecer el crimen, pero después nunca más volvió a hablar del caso?
¿Por qué la Policía mintió que halló el cuerpo luego de un arduo rastrillaje, 11 días después de su desaparición, cuando en realidad fue encontrado de casualidad por dos lugareños?
¿Por qué fueron amenazados los lugareños que encontraron el cuerpo?
¿Por qué ahora la Nación, a través del Programa Nacional de Lucha contra la Impunidad y luego del resonante caso Verón, que puso a Tucumán en el centro de la escena, decidió intervenir en el caso y revisar los expedientes que guarda el fiscal Albaca?
¿Por qué el propio ex ministro de Seguridad, Mario López Herrera, reconoció ante la Legislatura las irregularidades que cometieron los policías y nunca se hizo nada?
¿Por qué separaron del caso al fiscal Daniel Marranzino, quien debía supervisar a Albaca, cuando pidió que se citase a un testigo que decía saber quiénes eran los asesinos?
¿Por qué periodistas de LA GACETA recibieron amenazas telefónicas provenientes del entorno del gobernador cada vez que se mencionaba la hipótesis de "hijos del poder", lanzada por primera vez por el barrabrava de Atlético, Gustavo González?
¿Por qué se dice que la Presidenta evita recibir a Lebbos -entrevista que se tramita desde hace meses- porque esa foto sería lapidaria para Alperovich?
¿Por qué la Corte Suprema, que debía investigar el posible encubrimiento, nunca se pronunció?
¿Por qué el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo no pueden responder una sola pregunta?