21 Febrero 2013
DESAPARECIDO. Nada pudo hacer Messi contra la doble línea defensiva de Milan.
MILÁN, Italia.- "A Messi hay que frenarlo con una pistola", había propuesto en tono de broma Antonio Conte, entrenador de Juventus, al ser consultado por el dilema que debería enfrentar Milan en los octavos de final de la Liga de Campeones. Jocosidades al margen, el equipo rossonero no necesitó hacer uso de armas de fuego para frenar al mejor jugador del mundo y al todopoderoso Barcelona. Le bastó con un planteo ultradefensivo y una dosis de contundencia para imponerse 2 a 0 y dejar al equipo catalán con la soga al cuello para el partido de vuelta, en el Camp Nou.
Lo de Milan fue directamente un apostolado al histórico catenaccio de la escuela italiana: instaló un cerrojo de nueve hombres en las inmediaciones de su área para contrarrestar el poderío ofensivo "culé" y apostó al sentido de la oportunidad de Stephan El Shaarawy para contraatacar. ¿El resultado? Apenas dos ocasiones de gol, y las dos adentro. Kevin Prince Boateng convirtió el primero (que debió haber sido anulado por mano del colombiano Cristián Zapata) y cerca del final aumentó el ghanés Sulley Muntari. Así, el conjunto milanés rompió la racha de siete partidos sin poder derrotar al "Barsa".
En ese contexto, no hubo el más mínimo espacio para "La Pulga". El rosarino, acostumbrado a ser la llave que abre todas las puertas, tuvo una de las actuaciones más instrascendentes de su carrera. Tanto es así que el diario Marca le asignó la calificación más baja de todo el equipo (1) y resumió: "como si no hubiera jugado. No le salió absolutamente nada". A Javier Mascherano, en cambio, lo desligaron de responsabilidades.
Pero la apatía no fue exclusiva de Messi. Todo Barcelona mostró una versión desconocida: la de un equipo sin ideas y sin vocación ofensiva, que pateó una sola vez con dirección al arco. Insólito.
Aún resta el partido de vuelta, el 12 de marzo, pero el líder de la liga española deberá encontrar la manera de remontar dos goles frente a un rival que, si de local defendió tan férreamente, de visitante directamente se atrincherará en su área. El propio Muntari llamó a la prudencia: "el 2-0 es un gran resultado, pero el Camp Nou no es fácil. Ellos te pueden ganar por cinco goles".
Pese a lo urgente del cuadro de situación, el técnico interino Jordi Roura se mostró optimista para la revancha. "Complicado no creo que sea. Son dos goles pero tenemos total confianza en estos jugadores. En nuestro campo será todo diferente y confiamos en pasar la eliminatoria", sentenció.
En el otro partido de ayer, Schalke 04 empató 1-1 en su visita al Galatasaray. (Reuters-Especial)
Lo de Milan fue directamente un apostolado al histórico catenaccio de la escuela italiana: instaló un cerrojo de nueve hombres en las inmediaciones de su área para contrarrestar el poderío ofensivo "culé" y apostó al sentido de la oportunidad de Stephan El Shaarawy para contraatacar. ¿El resultado? Apenas dos ocasiones de gol, y las dos adentro. Kevin Prince Boateng convirtió el primero (que debió haber sido anulado por mano del colombiano Cristián Zapata) y cerca del final aumentó el ghanés Sulley Muntari. Así, el conjunto milanés rompió la racha de siete partidos sin poder derrotar al "Barsa".
En ese contexto, no hubo el más mínimo espacio para "La Pulga". El rosarino, acostumbrado a ser la llave que abre todas las puertas, tuvo una de las actuaciones más instrascendentes de su carrera. Tanto es así que el diario Marca le asignó la calificación más baja de todo el equipo (1) y resumió: "como si no hubiera jugado. No le salió absolutamente nada". A Javier Mascherano, en cambio, lo desligaron de responsabilidades.
Pero la apatía no fue exclusiva de Messi. Todo Barcelona mostró una versión desconocida: la de un equipo sin ideas y sin vocación ofensiva, que pateó una sola vez con dirección al arco. Insólito.
Aún resta el partido de vuelta, el 12 de marzo, pero el líder de la liga española deberá encontrar la manera de remontar dos goles frente a un rival que, si de local defendió tan férreamente, de visitante directamente se atrincherará en su área. El propio Muntari llamó a la prudencia: "el 2-0 es un gran resultado, pero el Camp Nou no es fácil. Ellos te pueden ganar por cinco goles".
Pese a lo urgente del cuadro de situación, el técnico interino Jordi Roura se mostró optimista para la revancha. "Complicado no creo que sea. Son dos goles pero tenemos total confianza en estos jugadores. En nuestro campo será todo diferente y confiamos en pasar la eliminatoria", sentenció.
En el otro partido de ayer, Schalke 04 empató 1-1 en su visita al Galatasaray. (Reuters-Especial)
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