Una suave y cremosa mezcla es volcada en la máquina, que previamente se unta con manteca. Luego se coloca la salchicha de viena y un poco mas de la preparación blancuzca, basada en harina leudante (una de las claves para ser crocante), huevos y leche, según lo indica una de las recetas tradicionales (algunos lo hacen con agua). La espera matinal es lo que más incomoda al cliente, pero cuando tienen al panchuque humeante entre sus manos sienten que el tiempo perdido valió la pena. Mostaza, salsa de queso, mayonesa o ketchup le dan el toque final a este producto que es un éxito de ventas y que a veces suplanta a un desayuno o a una merienda. Sin embrago, el aperitivo callejero también suscita malas noticias. El 6 de febrero murió una niña de 3 años en Santiago del Estero, a causa de un cuadro de síndrome urémico hemolítico (SUH), que contrajo al parecer cuando comió un panchuque contaminado en un puesto de su ciudad natal.
A pesar de esta tragedia los productores tucumanos aseguran que el consumo no ha disminuido. "Nosotros tenemos clientes fijos, que saben que vendemos panchuques con materia prima de buena calidad. Todo fresco. Los ingredientes están en las heladeras hasta el momento de ser usados y la limpieza es fundamental. ¿Cómo saben esto los consumidores? Porque todo está a la vista", contó Vanesa Nieva Ahumada, empleada de una panchuquería de Muñecas y San Martín. Según ella, los turistas son los grandes clientes de la peatonal. "Familias de Buenos Aires o del sur se vuelven locos al comerlos. Y regresan al otro día por uno más. Durante una buena tarde se venden cerca de 100 panchuques", destacó.
Pero para Matías Salvatierra, de un negocio ubicado frente a la plaza Independencia, la cifra de ventas es superior. "No puedo decir cuánto vendemos, pero es más que 100 diarios. Los estudiantes secundarios son los que más compran. Los viernes el negocio explota", agregó.
Está claro que Tucumán es la tierra del sandwich de milanesa, pero en las calles céntricas de la capital le gana el panchuque. "Al tucumano le gusta la salchicha. Por eso nosotros no podemos competir con el panchuque. Además, es un producto barato. Cuesta $5. Nosotros les damos otra opción, como la pizza vienesa, con trozos de salchicha entre la muzzarella", comentó Romina Lionti, empleada de un negocio de venta de pizza en cono.
Las máquinas panchuqueras deben estar a la vista del peatón. Por ello se venden en kioscos y almacenes y por este motivo el área a cargo de los controles es la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental (Dipsa). La repartición de la Municipalidad capitalina se encarga de la verificación del estado edilicio, de las habilitaciones y del control de las normas de higiene y salubridad. LA GACETA concurrió a la sede de la Dipsa para pedir un análisis de la situación, pero los funcionarios se negaron a hablar.
El síndrome urémico hemolítico (SUH) se contrae, en la mayoría de los casos, por el consumo de carne mal cocida portadora de una bacteria, la Escherichia Coli. La Sociedad Argentina de Pediatría indica que por año se registran entre 400 a 500 casos, y que afectan principalmente los riñones, la sangre, el intestino, el sistema nervioso, el corazón y el páncreas.
"Algunos pacientes terminan en diálisis o insuficiencia renal crónica. Y si no se atiende a tiempo puede ser letal. Hay muchos grados de afectación, pero eso depende del microorganismo que afectó al niño o de la respuesta de su cuerpo. Hay que prestar atención cuando dejan de orinar o presentan edema, palidez y diarrea con sangre", explicó la médica pediatra, Susana Chicco Campos. La profesional también indicó que esta enfermedad afecta mayormente a niños a partir de los dos años.
Para tener en casa
$250
Pinza de tres
Con la pinza panchuquera podés hacer tres o un solo panchuque. La ubicás directo sobre cualquier tipo de cocina, (eléctrica o a gas). La venden también por Internet.
$ 550
De tres
Este modelo eléctrico generalmente es para el consumo hogareño. Está construida en acero inoxidable. Los moldes son fabricados en aleación de aluminio.
$810
De seis
Una empresa tucumana que fabrica panchuqueras en Las Talitas vende también un modelo especial que se abre por el frente y tiene un canal para el excedente de masa.