18 Febrero 2013
SIN BANDERAS BLANCAS. Jorge Estrada y Maximiliano Martínez en una lucha sin cuartel. Los bandeños dieron el batacazo.
La fortaleza que Altos Hornos Zapla había construido en su reducto dejó de ser inexpugnable. Allí, donde nadie había podido ganar en el torneo, lo hizo Atlético Concepción. El 2 a 1 sobre el equipo jujeño le permitió a los de La Banda sumar no sólo tres puntos de oro macizo donde todos aspiran a uno, sino también una importante dosis de autoestima, teniendo en cuenta que en la próxima jornada recibirá al otro cuco del Grupo 1, Mitre de Santiago.
Por supuesto, no fue una victoria fácil para los "leones". El "merengue" dominó las acciones en la primera parte y dispuso de varias ocasiones para pasar al frente, pero la enorme figura del arquero Guillermo Eisemberg se lo impidió. El punto de inflexión del encuentro fue la salida por lesión de Antonio Romero, capitán y jugador más emblemático de Zapla, sobre el final de la etapa.
El golpe anímico fue grande, y Atlético Concepción lo aprovechó. Tras una mala salida de Zapla, Fernando Fligman silenció por primera vez al estadio. Pronto llegó el empate, por medio de un penal ejecutado por Viviano Giménez, pero el elenco tucumano se mostró firme en defensa y apostó al contraataque con la velocidad de Marcelo Domínguez.
Usufructuando la desesperación de su rival, el "león" esperó agazapado hasta el momento del zarpazo. Y cuando este llegó, no dudó en apuntar hacia la garganta: Joel Paris no perdonó un fallo en el fondo y destruyó el invicto "merengue".
Por supuesto, no fue una victoria fácil para los "leones". El "merengue" dominó las acciones en la primera parte y dispuso de varias ocasiones para pasar al frente, pero la enorme figura del arquero Guillermo Eisemberg se lo impidió. El punto de inflexión del encuentro fue la salida por lesión de Antonio Romero, capitán y jugador más emblemático de Zapla, sobre el final de la etapa.
El golpe anímico fue grande, y Atlético Concepción lo aprovechó. Tras una mala salida de Zapla, Fernando Fligman silenció por primera vez al estadio. Pronto llegó el empate, por medio de un penal ejecutado por Viviano Giménez, pero el elenco tucumano se mostró firme en defensa y apostó al contraataque con la velocidad de Marcelo Domínguez.
Usufructuando la desesperación de su rival, el "león" esperó agazapado hasta el momento del zarpazo. Y cuando este llegó, no dudó en apuntar hacia la garganta: Joel Paris no perdonó un fallo en el fondo y destruyó el invicto "merengue".
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