Por Carlos Chirino
14 Febrero 2013
SIN ESPACIOS. A Silva lo marcan de a dos. El delantero pudo convertir de penal, pero no hizo más y hasta fue reemplazado. El "xeneize" cayó en su propia casa.
Estaba todo preparado para que el pueblo boquense viviera una verdadera fiesta. Era la vuelta de Carlos Bianchi a La Bombonera en un partido por la Copa Libertadores. Y por si esto fuera poco, Juan Román Riquelme estaba ubicado en uno de los palcos como espectador de lujo. Pero el regreso del entrenador más exitoso del "xeneize" tuvo el peor final. Boca jugó mal y Toluca no lo perdonó al vencerlo por 2 a 1.
Santiago Silva, de penal, puso en ventaja a los de La Ribera. Carlos Esquivel anotó el empate transitorio, mientras que Edgar Benítez fue el encargado de sellar el triunfo.
Toluca llegó golpeado a este choque. Venía de cuatro derrotas consecutivas en el torneo mexicano, pero desde que comenzó a rodar el balón fue el encargado de manejar la pelota y los tiempos del partido. Boca nunca le encontró la vuelta, a pesar de haber estado arriba del marcador durante la mayor parte del cotejo.
"Vamos, vamos", fue la arenga permanente de Bianchi, tratando de motivar a sus pupilos, ante la falta de respuesta futbolística. Agustín Orión fue la gran figura de los "auriazules" y en varias ocasiones le ahogó el grito de gol a los mexicanos. Hasta se dio el gusto de atajar el penal ejecutado por Carlos Rodríguez cuando el cotejo estaba 1 a 0. Pero la gran tarea del arquero no pudo evitar la caída del final.
Esta vez a Boca no le alcanzó con tener a Bianchi en el banco. La mística copera brilló por su ausencia en La Bombonera. Toluca dio la sorpresa y dejó en evidencia todas las falencias que ya había evidenciado el "xeneize" durante los partidos del verano y hasta en el reciente triunfo frente a Quilmes.
Toluca llegó golpeado a este choque. Venía de cuatro derrotas consecutivas en el torneo mexicano, pero desde que comenzó a rodar el balón fue el encargado de manejar la pelota y los tiempos del partido. Boca nunca le encontró la vuelta, a pesar de haber estado arriba del marcador durante la mayor parte del cotejo.
"Vamos, vamos", fue la arenga permanente de Bianchi, tratando de motivar a sus pupilos, ante la falta de respuesta futbolística. Agustín Orión fue la gran figura de los "auriazules" y en varias ocasiones le ahogó el grito de gol a los mexicanos. Hasta se dio el gusto de atajar el penal ejecutado por Carlos Rodríguez cuando el cotejo estaba 1 a 0. Pero la gran tarea del arquero no pudo evitar la caída del final.
Esta vez a Boca no le alcanzó con tener a Bianchi en el banco. La mística copera brilló por su ausencia en La Bombonera. Toluca dio la sorpresa y dejó en evidencia todas las falencias que ya había evidenciado el "xeneize" durante los partidos del verano y hasta en el reciente triunfo frente a Quilmes.