Bertone, el cardenal que cierra las puertas

Bertone, el cardenal que cierra las puertas

El Camarlengo presidirá la ceremonia con que concluirá el papado de Benedicto XVI.

12 Febrero 2013

CIUDAD DEL VATICANO, Vaticano.- Una vez que el Pontífice vuelva a ser el cardenal Joseph Aloisius Ratzinger, el próximo 28 de febrero, el protagonismo recaerá en Tarcisio Bertone, según el portal de noticias Lainformacion.com, que recoge datos de Rome Reports.

El italiano, de 74 años, es el llamado cardenal Camarlengo (funcionario de la corte papal), que tiene como primera labor destruir el anillo del Papa con un martillo, así como su sello oficial.

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Estas dos acciones tienen la finalidad de que nadie, en el entorno papal, pueda falsificar sus decisiones, siendo este hecho la demostración simbólica del final de la autoridad del Papa.

La siguiente tarea del cardenal Camarlengo será cerrar las puertas que dan acceso a los aposentos privados del Papa y lo hace ante los cardenales prefectos y el secretario de Estado.

Posteriormente, Bertone, como cardenal Camarlengo, comunicará la noticia de que ya no hay Papa a los dignatarios principales de la Curia romana, al Decano del Colegio de Cardenales y al Vicario General de Roma.

Etapa de elección
A partir de ese momento, cuando se hace público que no hay Papa al frente de la Iglesia, comienza el periodo denominado Sede Vacante, donde tendrá que definir la fecha del cónclave que determinará la elección de una nueva autoridad.

Durante esta época, antes y hasta la designación del Papa, el cardenal Camarlengo desempeñará el cargo de jefe de Estado en funciones de la Ciudad del Vaticano, aunque no será un Pontífice en funciones.

Originalmente, las labores del cardenal Camarlengo es en primer lugar certificar la muerte del Papa llamándolo tres veces por su nombre y apellidos, además lo golpea con un pequeño martillo de plata en la frente.

Estas acciones, debido a que se trata de una renuncia, quedan obviadas en esta ocasión y entre las características de esta sucesión, sólo resta saber qué resuelven los expertos sobre el futuro del anillo papal de Benedicto XVI tras el 28 de febrero. (Télam)

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