"Entiendo la bronca del hincha"

"Líder: estoy al pie del cañón con todos los futboleros de la provincia", asegura el legislador José Orellana. A los pocos segundos argumenta por qué: "cuando nosotros presentamos el proyecto del Estadio Único en Famaillá, varios se rieron y hasta se burlaron de los que nos apoyaron. Mi hermano Enrique -intendente de esa ciudad- me dijo: 'quedate tranquilo que con el tiempo se darán cuenta de que no somos unos locos'. Pero jamás me imaginé que sería tan rápido".

- ¿Qué sintió cuando se enteró de que Atlético-San Martín, por la Copa Argentina, se jugará en Catamarca?

- Para mí es muy triste pensar los riesgos que pueden correr los hinchas si es que se concreta lo del clásico en Catamarca. Y todo porque la provincia no cuenta con un estadio único, obra que se viene reclamando hace más de 40 años, cuando Tucumán se quedó sin ser sede del Mundial '78. Que nos quedemos sin nuestro clásico es lo último que nos puede pasar. Y eso genera malestar.

- ¿Hay alguna solución?

- Esto seguirá pasando mientras no contemos con un estadio único como el que pensamos hacer en nuestra ciudad. Hoy le tengo una sana envidia a las provincias que tienen el suyo porque, en sus casos, hubo una decisión política que apoyaron todos.

- ¿Cuál el estado del proyecto del estadio en Famaillá?

- Está siendo evaluado en la Legislatura. Aquí lo que interesa es lo que se haga políticamente, porque lo económico se soluciona gestionando dinero en la Nación, que apoyó a todas las provincias que construyeron o remodelaron el suyo; la AFA, que recibe fondos de la FIFA; y de capitales extranjeros que estén dispuestos a sumarse al emprendimiento.

- ¿Cree que inversores extranjeros pueden interesarse en este proyecto?

- Se puede hacer contacto con empresarios árabes que ya vinieron (en abril de 2010 Guillermo Cóppola llegó a estas tierras en nombre de jeques para analizar la posibilidad de realizar negocios y algunas inversiones. Se reunió con dirigentes de Atlético y funcionarios de segunda línea). Nadie le dio la importancia necesaria y la gente se fue con las manos vacías. Nunca sacaron la mirada a Tucumán y eso es muy importante.

- ¿Y siendo legislador no puede apurar los trámites?

- Es cierto que hay varios proyectos dando vueltas, pero en la Legislatura muchas veces se pasan de oficialistas. Si la idea no es de la cabeza o de su entorno, no sirve y ni siquiera se trata. Nadie se tiene que molestar por lo que estoy diciendo.

- Los hinchas están hartos de perderse eventos...- Y tienen razón. Como futbolero que soy, también estoy triste porque el clásico tucumano se jugará en Catamarca. Además, tienen razón de estar molestos, ya que se quedaron sin su mayor fiesta.

- ¿Cree que están lejos de movilizarse para conseguir lo que quieren?

- Tengo la misma bronca que tienen los hinchas. Molesta esta desidia, y creo que la paciencia se está acabando.

Lo que viene
Orellana está preocupado. Como cualquier simpatizante, teme que en el camino hasta el Estadio del Bicentenario de Catamarca puedan pasar muchas cosas.

- Hasta ahora no hay marcha atrás. ¿Qué se debe hacer para que no haya problemas?

- Se tendrá que montar un megaoperativo de seguridad que contemple la colaboración de todas las ciudades hasta el límite de Catamarca. Y los dueños de casa, cuando crucen el límite, tendrán que hacer exactamente lo mismo. Será muy difícil, pero lo más importante de todo es la seguridad de los hinchas. Hay que estar atentos porque las consecuencias pueden ser graves.

El "Mellizo" no para de hablar y de recurrir a ejemplos de lo que ocurre en todo el país, menos Tucumán. "Ellos están mirando de otra manera este tema. Es una cuestión central en todos los poderes", afirma. - ¿Por qué no pasa lo mismo en Tucumán?- Porque no se toma la decisión política. En otras provincias, como Catamarca en este caso, entendieron que con infraestructura pueden hacer un montón de cosas y no sólo ser sede de la Copa Argentina o de cualquier otro encuentro deportivo.

- Muchos cuestionan el proyecto porque creen que la provincia tiene otras prioridades...

- Cuando uno gobierna puede hacer muchas cosas. Se pueden encarar obras que necesita la gente, pero también se pueden concretar otros planes que servirán para el crecimiento de la provincia. Eso lo decimos por experiencia propia. Esa fórmula la aplicamos en nuestra ciudad y nos fue bastante bien.