Por Bruno Farano
09 Febrero 2013
UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS. Parecen lejanos los tiempos en que Ramacciotti y Rea tenían el mismo objetivo. Hoy tomaron caminos diferentes, aunque todavía no llegaron a un acuerdo.
Los interrogantes se multiplican con el correr de las horas. Un sismo tras otro sacude al mundo San Martín, que parece no encontrar la paz. La salida de Carlos Ramacciotti se transformó en un tema de estado. Al entrenador se le acabó el crédito; no hay vuelta atrás, su destitución es una cuestión de horas. A esa decisión, la CD la tiene firme.
El rosarino llegó en julio pasado. Al "santo" lo dirigió en 22 partidos -dos de ellos por la Copa Argentina- y logró nueve triunfos, ocho empates y cinco derrotas.
El durísimo golpe que el equipo sufrió en Villa María fue el origen del caos. El último del torneo lo maniató y las respuestas no aparecieron nunca. La CD tomó nota de eso y comenzaron las reuniones para decidir los pasos a seguir. Que "Rama" no iba a seguir en el cargo era un secreto a voces. Desde ese momento, la decisión estaba tomada; no había más banca. Los pocos dirigentes que hasta ese momento querían mantenerlo, habían cambiado de opinión y pensaban que lo mejor era un cambio de aire.
Para colmo, en su afán por manternerse en el cargo, el entrenador pecó feo y el tiro le salió por la culata. Las declaraciones que realizó en ul programa radial Interior Futbolero de Buenos Aires fueron sus golpes de nocaut. "Al club tiene que venir un mago para que ascienda", prendió la mecha Ramacciotti, y los dirigentes explotaron en ira. Si hasta ahí quedaba una mínima chance de continuidad, esa frase tiró todo por la borda.
La subcomisión de fútbol, ayer al mediodía, realizó una "cumbre" en un hotel céntrico para definir la situación. Citaron al entrenador para comunicarle la decisión que habían tomado. Pero a "Rama", el mensaje de la CD no le hizo ninguna gracia, y decidió amarrarse al cargo.
"Él no se quiere ir, pero no tiene más banca. Estamos tratando de llegar a un acuerdo que no sea perjudicial para el club", confió una fuente allegada a la directiva.
Lo económico es el punto de conflicto. Como el DT no acepta renunciar a su cargo, el club debe dejarlo cesante y eso tiene un alto costo. Según trascendió, el entrenador quiere cobrar de contado dos meses de sueldo, pero la CD desea pagarlo en cuotas, algo que el DT no aceptó, y dejó la negociación en manos de su representante.
"Nosotros tenemos una postura distinta a la de Ramacciotti. Vamos a tratar de llegar a un acuerdo que sea lo mejor para el club", explicó el vicepresidente Gustavo Rea.
Pero aún, la decisión final no aparece en el horizonte. Los dirigentes sienten que están viviendo un deja vu. El año pasado, luego de la salida de Pedro Monzón, el equipo se vino a pique y el barco terminó de hundirse. Por eso no quieren repetir viejos errores.
Aunque todavía no se definió la salida de Ramacciotti, hay varios nombres que comenzaron a tomar fuerza en los pasillos de La Ciudadela. Marcelo Fuentes, Rubén Forestello y hasta el retorno de Carlos Roldán (estaría dispuesto a volver) son los entrenadores que picaron en punta para tomar la posta.
En cuestión de horas puede definirse el futuro "santo". Por eso es fundamental parar la pelota para no errar la decisión. San Martín no puede seguir recibiendo golpes.
El rosarino llegó en julio pasado. Al "santo" lo dirigió en 22 partidos -dos de ellos por la Copa Argentina- y logró nueve triunfos, ocho empates y cinco derrotas.
El durísimo golpe que el equipo sufrió en Villa María fue el origen del caos. El último del torneo lo maniató y las respuestas no aparecieron nunca. La CD tomó nota de eso y comenzaron las reuniones para decidir los pasos a seguir. Que "Rama" no iba a seguir en el cargo era un secreto a voces. Desde ese momento, la decisión estaba tomada; no había más banca. Los pocos dirigentes que hasta ese momento querían mantenerlo, habían cambiado de opinión y pensaban que lo mejor era un cambio de aire.
Para colmo, en su afán por manternerse en el cargo, el entrenador pecó feo y el tiro le salió por la culata. Las declaraciones que realizó en ul programa radial Interior Futbolero de Buenos Aires fueron sus golpes de nocaut. "Al club tiene que venir un mago para que ascienda", prendió la mecha Ramacciotti, y los dirigentes explotaron en ira. Si hasta ahí quedaba una mínima chance de continuidad, esa frase tiró todo por la borda.
La subcomisión de fútbol, ayer al mediodía, realizó una "cumbre" en un hotel céntrico para definir la situación. Citaron al entrenador para comunicarle la decisión que habían tomado. Pero a "Rama", el mensaje de la CD no le hizo ninguna gracia, y decidió amarrarse al cargo.
"Él no se quiere ir, pero no tiene más banca. Estamos tratando de llegar a un acuerdo que no sea perjudicial para el club", confió una fuente allegada a la directiva.
Lo económico es el punto de conflicto. Como el DT no acepta renunciar a su cargo, el club debe dejarlo cesante y eso tiene un alto costo. Según trascendió, el entrenador quiere cobrar de contado dos meses de sueldo, pero la CD desea pagarlo en cuotas, algo que el DT no aceptó, y dejó la negociación en manos de su representante.
"Nosotros tenemos una postura distinta a la de Ramacciotti. Vamos a tratar de llegar a un acuerdo que sea lo mejor para el club", explicó el vicepresidente Gustavo Rea.
Pero aún, la decisión final no aparece en el horizonte. Los dirigentes sienten que están viviendo un deja vu. El año pasado, luego de la salida de Pedro Monzón, el equipo se vino a pique y el barco terminó de hundirse. Por eso no quieren repetir viejos errores.
Aunque todavía no se definió la salida de Ramacciotti, hay varios nombres que comenzaron a tomar fuerza en los pasillos de La Ciudadela. Marcelo Fuentes, Rubén Forestello y hasta el retorno de Carlos Roldán (estaría dispuesto a volver) son los entrenadores que picaron en punta para tomar la posta.
En cuestión de horas puede definirse el futuro "santo". Por eso es fundamental parar la pelota para no errar la decisión. San Martín no puede seguir recibiendo golpes.
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