El obispo emérito de Tarbes y Lourdes viene a Tucumán

"Existen en cada uno de nosotros, tres clases de peregrinos. El primero está ligado a la religiosidad popular: prende una vela, se lava con el agua de la gruta, toca la imagen de la Virgen María. Esos gestos son profundos, porque nacen en el corazón del hombre y son la señal de un primer acercamiento a ese otro mundo que la Virgen hará descubrir a Bernardita. Un segundo peregrino está en sintonía con las devociones tradicionales de la Iglesia: reza el Rosario, recorre el vía crucis, participa de la misa. Y finalmente está el peregrino que se deja interpelar por la realidad de su vida y por la propuesta del evangelio. Su respuesta consiste en emprender un camino de cambio y de conversión hacia Dios y hacia sus hermanos. Su respuesta es la cumbre y el objetivo de la visita al santuario. Esos tres peregrinos están en el creyente, a veces mezclados. Lo importante es que los tres deben estar al servicio de la gracia inicial que es proclamada en el evangelio: nuestra conversión". (Padre Horacio Brito, tucumano y actual rector del Santuario de Lourdes en Francia).

FACHADA DEL SANTUARIO DE LOURDES, EN FRANCIA. El lugar es visitado por millones de peregrinos que van en busca de un remedio para sus dolencias físicas, psíquicas y espirituales.

07 Febrero 2013

Este año la Gruta de Lourdes, en San Pedro de Colalao, recibirá una visita muy importante: la de monseñor Jacques Perrier, obispo emérito de Tarbes y Lourdes, Francia, donde se encuentra el santuario que recibe cada año a millones de peregrinos de todo el mundo. La comunidad lourdista de Tucumán acogerá con júbilo a este sacerdote que fue obispo titular hasta el año pasado, cuando cumplió sus 75 años, y hoy se puede dedicar a pleno a ser apóstol de la Virgen y difusor universal de su Mensaje.

Junto a monseñor Alfredo Zecca, arzobispo de Tucumán, el prelado francés concelebrará la misa del sábado en el predio de la escenificación y participará de todos los actos de la festividad de la Virgen, que se extenderán hasta ese día.

Autor de varios libros sobre el Milagro de Lourdes, monseñor Perrier, tuvo a su cargo la organización de los 150 años de las apariciones de la Virgen de Bernardita. Recibió a dos papas, a Juan Pablo II y a Benedicto XVI.

La figura de monseñor Perrier es reconocida en todo el mundo. Hasta 1990 fue párroco de "Nuestra Señora de París", en la célebre catedral de Notre Dame. También fue el primer director de la radio Notre-Dame. Antes de ser obispo titular de Tarbes y Lourdes era obispo de Chartres. También tuvo una destacada labor en el seno de la conferencia de obispos de Francia, donde fue miembro del comité permanente de la Información y la comunicación. Presidió el primer comité "estudios y proyectos".

Monseñor Perrier fue un gran defensor del santuario. Sostiene que todas las enfermedades se pueden curar con la gracia de Dios y el poder sanador del agua. "Sin embargo, los sacramentos de sanación espiritual no eximen de los cuidados médicos, tanto físicos como psíquicos", aclaró en varias oportunides.

En una entrevista periodística monseñor Perrier dijo que "el principal desafío en nuestra cultura actual es darle un sentido al sufrimiento, que los avances médicos han reducido pero no eliminado". "Este sufrimiento es diverso, no sólo físico. El proceso que conduce al propio ofrecimiento de sí es un camino arduo", reflexiona este sacerdote que prefiere ser recordado más que como obispo, como "un custodio de la fuente", como se definió alguna vez.